Yahoo Noticias ¿Harán los Royals un estadio en el centro? La incertidumbre mata a los fans
Una ventana orientada al este del despacho del alcalde Quinton Lucas da a varias manzanas de terrenos de césped, arrasados y listos para ser urbanizados. Y desde hace años, se le ha hecho creer que son aptas para un proyecto en particular: un estadio de beisbol en el centro de la ciudad.
Hasta hace poco.
Unos pasos más allá de su oficina en el piso 29, otro flanco de ventanas ofrece una vista hacia el norte, más allá del río Missouri, hacia una ciudad diferente, un condado diferente y, aparentemente, un emplazamiento potencialmente diferente para un nuevo estadio de los Kansas City Royals.
“Todos somos adultos ya. Así que mi opinión es que si (los Royals) encuentran una buena zona, que esté separada de nosotros, esperaría al menos alguna notificación de que han perdido el interés en el centro de Kansas City”, dijo Lucas, “en lugar de esta batalla de ida y vuelta de comunicados de prensa de los funcionarios públicos”.
Tras años de búsqueda de un nuevo estadio, los Royals siguen jugando. Y su reciente coqueteo con el norte de Kansas City y el condado de Clay ha creado una relación fría con Kansas City y con los funcionarios del Condado de Jackson.
Pero desde antes era solo tibia, en el mejor de los casos.
¿Quieren fans un nuevo estadio para los Kansas City Royals o prefieren el Kauffman?
¿Por qué importa?
Los Kansas City Royals están considerando la posibilidad de construir un nuevo estadio de beisbol en el centro de Kansas City, pero también están explorando un sitio alternativo en el norte de la ciudad y el condado de Clay.
Ha habido tensiones y falta de comunicación entre los Royals y los funcionarios de Kansas City y el Condado de Jackson. Los funcionarios públicos se sienten frustrados por la falta de claridad sobre lo que el equipo realmente quiere y por la falta de avance en las negociaciones.
El ejecutivo del Condado de Jackson, Frank White, que es una figura central en las discusiones sobre el estadio, ha expresado su oposición a destinar fondos públicos para estadios profesionales y prefiere que cualquier proyecto beneficie a una zona desfavorecida de la ciudad. Su postura ha complicado aún más las negociaciones.
Exasperación ante poco avance
The Star habló con casi dos docenas de líderes políticos de la ciudad, el condado, el estado y el gobierno federal, junto con líderes empresariales, de organizaciones sin fines de lucro y otras personas sentadas a la mesa durante las conversaciones en curso. Muchos hablaron con la condición de que no se diera su nombre, porque esas conversaciones no se han hecho públicas.
En privado, la gente participante en esas reuniones expresó su exasperación por el hecho de que, mientras los Royals públicamente retratan el progreso de los esfuerzos por el estadio, en realidad hay poco impulso detrás de bastidores. A pesar de los meses de reuniones, los funcionarios públicos siguen sin tener una idea clara de lo que quiere el equipo.
Se preguntan: después de todo este tiempo, ¿lo saben los Royals?
“Sáquennos del purgatorio”, dijo un funcionario de la ciudad que ha estado en reuniones con los Royals. “Todos estamos agotados de esta conversación”.
Los Royals insisten en que no están ocultando detalles específicos, sino que más bien no han llegado a un acuerdo sobre ellos. En una entrevista con The Star el martes, el presidente de operaciones de negocios del equipo, Brooks Sherman, dijo que el equipo ha reducido sus opciones a dos posibles sitios y está en camino de anunciar su selección a finales del verano.
“Queremos hacerlo bien”, dijo, “así que no creemos que sea correcto precipitarnos”.
Las autoridades locales lo consideran contradictorio con la propia retórica del equipo, que ha dado a entender que había urgencia. Los Royals siguen anunciando fechas inminentes para una votación pública sobre el estadio, antes de haberse asegurado el respaldo del público.
O de la ciudad. O del Condado de Jackson.
La oposición de Frank White
Mientras los Royals tratan de obtener apoyo, han generado dudas, incluso entre aquellos que creen en los méritos del proyecto de $2,000 millones.
Algunos quieren mejores respuestas. Otros solo quieren respuestas.
El equipo ha encargado varias encuestas, que muestran que menos de la mitad de los electores potenciales apoyan el traslado al centro, según han informado varias fuentes a The Star. Algunos agentes políticos culpan de ello a los mensajes públicos del equipo.
Ese es un obstáculo. ¿Otro? Uno de sus exjugadores más exitosos.
Frank White Jr., ejecutivo del Condado de Jackson y uno de los dos únicos jugadores a los que el equipo ha retirado el número de su camiseta, es visto ampliamente como reacio a destinar dinero de los contribuyentes a estadios profesionales. Si el proyecto siguiera adelante, al menos le gustaría que sirviera a una zona desfavorecida de la ciudad.
Los problemas relacionados con la ubicación en el centro de la ciudad, que ya existían cuando los Royals iniciaron este proceso, siguen existiendo y, en algunos casos, se han agravado.
A menos que planeen seguir otro camino.
En el norte de Kansas City, el equipo está explorando una opción que evitaría la mayoría de esos impedimentos. Muchos líderes políticos ven ese sitio como una amenaza vacía, destacando la base fiscal significativamente menor en el Condado de Clay. Pero las personas familiarizadas con el pensamiento de los Royals dicen que es una opción viable que el equipo está considerando seriamente.
La promoción pública del sitio, sin embargo, ha amplificado las tensiones entre el equipo y los funcionarios de Kansas City hasta el punto de casi un punto muerto; al menos por ahora.
Y aunque en un principio los Royals intentaron acelerar el ritmo, hoy en día incluso quienes creen que el beisbol en el centro de la ciudad seguirá existiendo —que es inevitable— se preguntan en voz alta:
¿Cómo?
‘Es hora de concretar’
Dentro del Ayuntamiento, los dirigentes dicen que han despejado el camino para que el equipo se traslade al centro.
Literalmente.
La ciudad ha ayudado a un único urbanizador, VanTrust Real Estate, a reunir varias manzanas de terreno en la zona de East Village, el lugar que se encuentra frente a la ventana del despacho del alcalde, con el fin de construir un nuevo estadio y un distrito circundante propuesto para el estadio de beisbol. Esto incluye el traspaso de propiedades municipales y la puesta a disposición del anexo del cuartel general de la policía.
Destacados líderes municipales se han reunido con líderes del equipo y sus arquitectos; reuniones que, por cierto, han reforzado la preferencia del equipo por East Village. Los bocetos proporcionados durante esas reuniones muestran el estadio exclusivamente en la ubicación de East Village, incluso cuando los Royals informaron al público que estaban considerando 14 lugares y, posteriormente, cuatro o cinco finalistas.
Sherman, quien no está relacionado con el propietario mayoritario John Sherman, dijo el martes que East Village es uno de los dos finalistas, junto con el sitio en el Condado de Clay. Calificó a los líderes de Kansas City de “socios” cooperativos.
Pero aún no hay compromiso. Y eso no solo ha agitado cada vez más a los funcionarios de la ciudad, sino que les ha dejado confusos en cuanto a lo que llevará el proyecto a término.
Uno lo comparó con “luchar con gelatina”.
Aunque los dirigentes de la ciudad están dispuestos a contribuir económicamente —quizá con hasta $200 millones—a las importantes mejoras de infraestructura necesarias para un nuevo estadio, los Royals no han hecho una petición concreta.
En público, Lucas incluso dejó de usar una conocida frase de su primera campaña a la alcaldía —que la ciudad necesita un nuevo estadio “como yo necesito un Maserati”— a petición de los Royals.
Y siguen esperando.
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Sin negociaciones formales
A pesar de los pasos que ha dado la ciudad, no ha habido negociaciones formales con el ayuntamiento, el condado o el urbanizador sobre los terrenos de East Village.
“Es hora de concretar para la gente de Kansas City”, dijo Lucas, “en lugar de quizás un nuevo sitio cada pocas semanas”.
El mes pasado, funcionarios del Condado de Clay emitieron una carta vista como una campaña a favor de los Royals. Expusieron una visión para un vecindario centrado en una villa de parque de beisbol similar a la icónica Wrigleyville de Chicago. Tras meses haciendo creer al Ayuntamiento de Kansas City que East Village era su ubicación preferida, los Royals dieron seguimiento de inmediato a la declaración del Condado de Clay con una propia, calificando el plan de Northland de “visión progresista y creativa”.
Si los Royals esperaban ser cortejados, lo consiguieron en el norte de Kansas City.
Pero no en su ciudad natal, donde el Ayuntamiento hizo caso omiso de las llamadas del equipo. Las autoridades municipales insisten en que no desean entrar en una guerra de ofertas por un proyecto que consideran más un lujo que una necesidad.
En caso de que los Royals decidan finalmente elegir el centro de la ciudad, dos funcionarios dijeron que ya se arriesgaron a debilitar su posición negociadora allí. Y reforzaron la alianza entre dos personajes importantes en el proceso –el alcalde y el ejecutivo del condado– unidos por su frustración con los Royals.
Los obstáculos en el Condado de Jackson
Frank White ayudó a construir el Kauffman Stadium, y no lo dice metafóricamente. A los 20 años, antes de llegar a las grandes ligas, White consiguió un empleo en la cuadrilla que construyó el estadio en el que ganaría una Serie Mundial, participaría en cinco partidos del All-Star, ganaría ocho Guantes de Oro y, finalmente, su número 20 sería retirado junto a George Brett y el entrenador Dick Howser.
Eso es el pasado.
¿Ahora? White se muestra reacio a construir otro.
White, como ejecutivo del Condado de Jackson, es un personaje central en la conversación sobre el estadio. Y se le considera más un obstáculo que un aliado de su antiguo equipo.
Al igual que los Chiefs, el contrato de arrendamiento de los Royals con el Condado de Jackson está vinculado a un impuesto sobre las ventas de ⅜ de centavo, que los Royals han dicho que tratarían de renovar a través de una votación pública. Esa medida solo puede aparecer en las boletas con la bendición de la Legislatura del Condado de Jackson.
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En busca de beneficios para la comunidad
Algunos creen que la oposición de White pudiera ser lo suficientemente fuerte como para vetar una posible pregunta en las boletas de la legislatura del condado.
White se negó a ser entrevistado para este artículo. Pero el “intento de enfrentar a las comunidades locales entre sí” de los Royals, como lo expresó en una declaración el mes pasado, tampoco cayó bien a nivel del condado.
“Apoyaré un nuevo estadio en el centro de la ciudad solo cuando esté convencido de que sirve a los mejores intereses de los habitantes del Condado de Jackson”, dijo en esa declaración, en referencia a una alineación con Lucas.
En caso de que los contribuyentes del condado inviertan en un nuevo recinto, White ha preferido una ubicación en una parte de la ciudad que haya estado desatendida durante mucho tiempo, como el East Side, para al menos proporcionarle un beneficio tangible.
Nada de eso es un secreto para los Royals, que han hecho generalizaciones acerca de ayudar a las comunidades marginadas, pero aún no han ofrecido detalles sobre cómo.
White ha tenido una relación difícil con los Royals después de su jubilación, desde su despido en 2011 como locutor del equipo, pero se dice que está en buenos términos con John Sherman.
De hecho, casi todos los líderes locales aprecian y respetan a Sherman, destacando su participación en las juntas de Kansas City y su compromiso con el mejoramiento de las poblaciones desfavorecidas. La fundación de su familia ha inyectado millones de dólares en la región a través de diversas organizaciones benéficas y sin fines de lucro.
Preguntas sin respuestas
Es una de las razones por las que muchos están abiertos a la idea de un nuevo estadio, aunque no entusiasmados. Sin embargo, antes de respaldar la empresa, han dicho a los Royals que necesitan respuestas a las preguntas más básicas.
¿Cuándo? ¿ Dónde? ¿Cuánto costará?
¿Y cuál es el beneficio público?
Los Royals aún no han dado esas respuestas exactas, lo que desconcierta a algunos, enfada a otros y da forma al sentimiento político y público.
“Siempre que se lleva a cabo un proceso de este tipo hay complejidades, quizás frustraciones, pero no vamos a... tratar de airear nada de eso públicamente, aunque lo hubiera”, dijo Brooks Sherman. “Nosotros, de nuevo, tenemos buenas relaciones y esperamos que esto se resuelva y acabemos con un gran proyecto al final del día”.
Los Royals consideran que los giros y vueltas forman parte del proceso, y sus homólogos de las Grandes Ligas de Beisbol (MLB) se han encontrado con reacciones similares.
Brooks Sherman dijo que el proyecto pudiera someterse a votación pública ya en noviembre de este año, pero tras añadir que “quizá eso sea muy rápido”, mencionó abril de 2024 como una posibilidad.
Reconoció que los electores deben disponer de más información antes de que el asunto aparezca en una boleta, incluidos el costo y la ubicación exactos. El equipo ha calculado que todo el proyecto costaría $2,000 millones, repartidos a partes iguales entre el estadio y un distrito de estadio circundante, este último financiado por inversión privada.
Los Chiefs, sin prisa
Aún no está claro, sin embargo, qué tipo de lenguaje en la boleta buscarían los Royals; el equipo y el condado aún no han llegado a esa fase del debate. Algunos dirigentes del condado consideran que esta es su mejor oportunidad, si no la única, de renegociar los contratos de arrendamiento con los Royals y los Chiefs, que durante mucho tiempo han considerado desfavorables.
Cualquiera que sea el acuerdo que alcancen sobre un nuevo contrato de arrendamiento, también tendría que ser aprobado por los Chiefs y, lógicamente, beneficiaría a los Chiefs, que cuentan con más aficionados, dinero y peso político. Los dos equipos están vinculados por contratos de arrendamiento que expiran en 2031, y los Chiefs dicen que se contentan con esperar hasta esa fecha.
Los Royals quieren actuar antes.
Sus continuas conversaciones sobre posibles fechas de votación —inicialmente mencionaron agosto de 2023 como una posibilidad, pero ese plazo ya pasó— han irritado a los implicados en el proceso, que consideran que pasan por alto detalles importantes que deben cerrarse antes.
“Hay tantas capas diferentes en esto que no están ni siquiera cerca de una propuesta”, dijo Manny Abarca, miembro de la facción mayoritaria en la legislatura del condado. “No me sentiría cómodo sometiendo esto a votación del pueblo”.
¿Por qué el centro de KC?
Tres temporadas después de que John Sherman se hizo cargo, los Royals están atrapados en la reconstrucción que heredó, dirigiéndose hacia el peor récord en la historia de la franquicia. Una base de fans hambrientos de beisbol de postemporada se ha alimentado de solo dos apariciones en los playoffs en los últimos 38 años.
El pasado mes de diciembre, los Royals iniciaron una campaña de ventas para un futuro más brillante centrado en el beisbol en el centro de la ciudad, que pareció complacer a los cientos de asistentes a una gira de escucha pública. Pero no sona los únicos a los que hay que convencer.
“No creo que eso represente a toda la población. De hecho, creo que da a la gente una falsa sensación de seguridad”, dijo el exalcalde Sly James, quien asistió a la gira. Y añadió: “El público en general, creo, está mucho más dividido”.
En esas reuniones, los Royals probaron varios argumentos para trasladarse al centro de la ciudad en primer lugar. Pero, anecdóticamente, en las ocasiones en que The Star habló con posibles electores, cada argumento ha sido recibido con cierto grado de escepticismo.
Por ejemplo:
▪ Los Royals dijeron que el precio de la renovación del Kauffman Stadium sería tan elevado como el de la construcción de uno nuevo, citando las reparaciones necesarias en la parte inferior del recinto, algo difícil de vender a quienes se sientan en las gradas.
▪ Señalaron el éxito de los estadios en el centro de otras ciudades, pero muchos aficionados se sienten atraídos por la facilidad de acceso del K, incluidos sus grandes estacionamientos y el amplio espacio para comer en el Truman Sports Complex.
▪ Insisten en que planean reinvertir las ganancias inesperadas del nuevo estadio y su distrito circundante para construir un equipo ganador, pero muchos aficionados esperan que Sherman invierta primero en la nómina del equipo.
‘Sin visión clara del futuro’
“No creo que tengan una visión clara de futuro”, dijo Abarca. “Solo están tratando de ver qué les funciona. Es solo una forma extraña de llevar la discusión”.
Históricamente, los electores del Condado de Jackson han apoyado la subvención de estadios y arenas, aprobando casi siempre las preguntas de las boletas.
Pero como las encuestas del equipo ilustran una falta de apoyo mayoritario, observadores cercanos han sugerido que los Royals busquen ayuda externa para mejorar su mensaje público, señalando que necesitan subrayar mejor cómo el beisbol en el centro no solo beneficia a su equipo, sino también a los posibles electores.
Ese tipo de mensaje —lo que hay para el elector— es un requisito previo para ganar en las urnas, dicen operadores políticos, pero ha estado notablemente ausente hasta ahora.
Se necesita un mensaje más eficaz
Esos operadores han sugerido que el equipo recurra a alguien como James para elaborar un mensaje más eficaz y coherente. James, que dirigió 18 campañas para cargos locales y asuntos incluidos en la boleta, trabaja ahora como consultor político con su antiguo jefe de gabinete en la alcaldía, Joni Wickham. A la pregunta de si los Royals han sido receptivos a su aportación, James respondió: “Creo que lo mejor que puedo decir es que las conversaciones están en curso. Y que, con el tiempo, quizá tengamos un papel. Quizá no”.
Es poco probable que los dirigentes del condado incluyan una pregunta en la boleta antes de estar seguros de que saldrá adelante.
Eso lleva tiempo, y potencialmente mucho tiempo.
James se refirió a la medida en la boleta de 2017 que pidió a los electores que aprobaran la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de Kansas City, que también era una idea impopular antes de una campaña laboriosa. Usar una estrategia similar para convencer a los electores sobre un estadio en el centro de la ciudad pudiera requerir un año de preparación, estimó, pero también pudiera tener una recompensa similar.
“La información que hay que proporcionar a los electores es cada vez más importante”, dijo James. “El tiempo que se necesita para hacerlo es más largo de lo que la gente cree. Se necesita mucho esfuerzo para transmitir el mensaje. No sé si los Royals lo han conseguido todavía.
“Si hacen una votación sin más información que la que hay ahora sobre la mesa, creo que va a ser difícil”.
En resumen, los Kansas City Royals enfrentan desafíos y obstáculos en su intento de construir un nuevo estadio de beisbol.
La falta de claridad en los planes y preferencias del equipo, la oposición de un exjugador destacado y ahora ejecutivo del Condado de Jackson y las dificultades relacionadas con la ubicación y el financiamiento han generado confusión y tensiones entre el equipo y las autoridades locales.
Como resultado, el futuro del proyecto del nuevo estadio sigue siendo incierto.
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