Nuevo hallazgo arroja luz sobre la vida de los esclavos en la Pompeya de la Antigua Roma

ROMA, 20 ago (Reuters) - Arqueólogos han descubierto un pequeño dormitorio en una villa romana cercana a Pompeya que, casi con toda seguridad, fue utilizado por esclavos, lo que arroja luz sobre su humilde condición en el mundo antiguo, informó el domingo el Ministerio de Cultura.

La habitación fue hallada en la villa Civita Giuliana, a unos 600 metros al norte de las murallas de Pompeya, arrasada por la erupción volcánica del Vesubio hace unos 2.000 años.

Contenía dos camas, sólo una de ellas con colchón, dos pequeños armarios y una serie de urnas y recipientes de cerámica en los que se hallaron restos de dos ratones y una rata.

"Estos detalles subrayan una vez más las condiciones de precariedad y escasa higiene en las que vivían los estratos más bajos de la sociedad durante aquella época", señaló el Ministerio de Cultura en su comunicado.

Materiales como muebles y telas, cubiertos por la devastadora explosión de fragmentos de roca, gas y ceniza del Vesubio, se descompusieron con el paso de los años, dejando un vacío entre los escombros.

Cuando se rellena con yeso, este vacío revela la forma y los contornos originales del material desaparecido hace tiempo.

No se encontraron rastros de rejas, cerraduras o cadenas para sujetar a los habitantes de la habitación.

"Parece que el control se ejercía principalmente a través de la organización interna de la servidumbre, más que mediante barreras físicas y restricciones", afirmó Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Las excavaciones en la villa Civita Giuliana se llevaron a cabo en 1907-1908, y luego de nuevo a partir de 2017, cuando la policía se dio cuenta de que el sitio estaba siendo saqueado por excavadores ilegales.

Los arqueólogos dijeron que parte de uno de los lechos había sido destruido por un túnel utilizado por los ladrones para acceder a otra parte de la villa.

Pompeya y sus alrededores quedaron sumergidos por las cenizas volcánicas cuando el Vesubio explotó en el año 79 d.C., matando a miles de romanos. La erupción sepultó la ciudad con una gruesa capa de ceniza, preservando a muchos de sus habitantes y edificios.

El yacimiento ha experimentado recientemente una intensa actividad arqueológica destinada a frenar años de deterioro y abandono, en gran parte gracias a un proyecto de 105 millones de euros (115,58 millones de dólares) financiado por la UE.

(Repoerte de Crispian Balmer. Editado en español por Javier Leira)