Un antiguo grafiti descubierto en la Acrópolis abre un nuevo capítulo en la historia de Atenas

Un antiguo grafiti descubierto en la Acrópolis abre un nuevo capítulo en la historia de Atenas

Un grafiti realizado por un pastor en la Grecia antigua ha permitido desentrañar un misterio de larga data sobre la icónica Acrópolis de Atenas.

Cada año, millones de personas visitan el Partenón, un célebre templo y centro arqueológico ubicado en una colina rocosa de Atenas, la capital de Grecia.

Sin embargo, durante mucho tiempo, los arqueólogos se han preguntado si la Acrópolis albergó otros templos antes de que el Partenón se construyera.

Ahora, un grupo de investigadores acaba de encontrar un grafiti dibujado por un pastor llamado “Mikon”, quien vivió durante el siglo VI a. C., en el cual se representa un templo que precedió al Partenón.

Según los arqueólogos, la versión del alfabeto griego que usó el pastor es muy antigua, lo que permitió determinar la fecha en que fue dibujado.

“El dibujo debe ser al menos 50 años más antiguo que el Partenón, el cual comenzó a construirse alrededor del año 450 a. C.”, explicaron.

En medio de un afloramiento de mármol situado a 20 km al sureste de Atenas, los arqueólogos hallaron una zona cubierta con más de 2.000 dibujos, probablemente realizados por pastores y cabreros.

Entre estos dibujos, se destaca el grafiti de Mikon, que ilustra un gran templo con columnas y escalones.

Según el estudio publicado en la revista American Journal of Archaeology, el grafiti es décadas más antiguo que el Partenón.

Área de roca firme donde se halló el grafiti (como indica la flecha): atrás puede verse un camino de tierra (American Journal of Archaeology/Langdon et al)
Área de roca firme donde se halló el grafiti (como indica la flecha): atrás puede verse un camino de tierra (American Journal of Archaeology/Langdon et al)

Los investigadores ya sospechaban que, antes del Partenón, la Acrópolis podría haber estado ocupada por otros templos. De hecho, se sabe que en el 480 a. C., un ejército persa invasor destruyó edificios que se encontraban en la colina ateniense.

También existen documentos antiguos, redactados antes del ataque de los persas, que indican la existencia de varias estructuras en la región.

Uno de ellos corresponde a un decreto en el que se hace referencia al Hecatompedón, un edificio en la Acrópolis cuyo nombre significa “templo de los cien pies” y cuyo propósito era “almacenar tesoros”, aunque no se sabe a ciencia cierta.

Fotografía del grafiti (American Journal of Archaeology/Langdon et al)
Fotografía del grafiti (American Journal of Archaeology/Langdon et al)

Aunque el hallazgo permite conocer algunas características del edificio destruido, aún hay muchas dudas sobre qué tipo de construcción era exactamente.

Algunos sostenían que el Hecatompedón debía ser un templo y otros, que debía tratarse de un patio abierto.

El grafiti de Mikon ha terminado con este debate.

El estudio explicó que el uso de un artículo determinado en el texto significa que el pastor se estaba refiriendo “a un edificio en particular”.

Boceto del grafiti en el que se observan las líneas y letras más claras (American Journal of Archaeology/Langdon et al)
Boceto del grafiti en el que se observan las líneas y letras más claras (American Journal of Archaeology/Langdon et al)

Mikon nombró a su dibujo “el Hecatompedón”; por lo tanto, el edificio mencionado en el decreto sería un templo.

“En resumen, el grafiti de Mikon es un registro único de la segunda mitad del siglo VI a. C. en el que se representa un edificio con columnas, probablemente un templo, denominado 'el Hecatompedón'”, dijeron los arqueólogos.

“Refuerza la hipótesis de que se trataba del nombre de un templo, el cual posiblemente se encontraba al sur de la Acrópolis durante la época arcaica, aunque no es posible asegurarlo”, añadieron.

La investigación también sugiere que los pastores de esa época tenían un cierto nivel de alfabetización, lo que contradice las creencias existentes.

El dibujo de Mikon es también el primer testimonio conocido de admiración por la arquitectura de la Acrópolis, y le seguirán muchos más.

Asimismo, es una prueba de que incluso los pequeños garabatos de la gente común que pertenecieron a las civilizaciones antiguas pueden ayudar a desentrañar los misterios de sus monumentos.

Traducción de Sara Pignatiello