‘Héroes de Cuba, mártires de cristo’, una historia de la Agrupación Católica Universitaria

En 1926 el P. Felipe Rey de Castro, en aquel momento prefecto del Colegio de Belén en La Habana, creyó que sus estudiantes del último año de bachillerato se beneficiarían de una organización en la que pudieran identificarse con los preceptos de la doctrina evangélica consagrada en el apostolado de San Ignacio de Loyola bajo el concepto: “En todo: amar y servir”.

Cinco años más tarde, el 4 de marzo de 1931, convencido de la importancia de un proyecto basado en la vida y en las enseñanzas de Jesús, el P. Rey de Castro fundaría la Agrupación Católica Universitaria. Lo demás es, como se dice, historia. Que es la misma que aparece reflejada en el libro Héroes de Cuba, Mártires de Cristo (Ediciones Universal, 2023), escrito por el periodista Agustín Villegas a partir de una ardua investigación que incluyó numerosas entrevistas a los familiares de los héroes y mártires biografiados, así como una intensa búsqueda de datos que le permitieran documentar la trayectoria de la Agrupación desde su fundación en La Habana en 1931 hasta su relocalización en 1960 en Miami.

El libro está estructurado en cuatro capítulos. En el primero de ellos, titulado Vidas de mártires cubanos, se encuentran sus biografías. Estos son sus nombres: Francisco Javier Calvo Formoso, Ramón Pérez Lima, José Ignacio Martí, Julián Martínez Inclán, Manuel Sábalo Rodríguez, Carlos Rodríguez Santana, Herman Koch Gene, Virgilio Campanería Ángel, Rogelio González Corzo, Juan Manuel Pereira Valera, Ignacio Amador Suarez Carreño y Manuel Guillot Castellanos. Eran doce. Y todos murieron gritando: “Viva Cuba Libre, Viva Cristo Rey”.

Los demás títulos dan una idea de sus contenidos: Frente a los regímenes de fuerza: Machado, Batista y Castro; Resistencia cubana; Persecución religiosa; Clamor de los mártires y A manera de epílogo. En ellos se relatan, con rigor histórico, las circunstancias políticas y sociales que hicieron que jóvenes miembros de la Agrupación Católica Universitaria se opusieran, en diferentes épocas y contextos, a las dictaduras de Machado y Batista, primero, y, por último, a la más despiadada de todas: la castrista.

En el libro también se recogen, insertadas entre capítulos y como testimonio gráfico de aquellos años, viejas fotos de eventos que marcaron un punto de inflexión en la lucha, así como las de sus participantes.

Sin embargo, a pesar de la importancia de estos esclarecedores capítulos, son las biografías de los mártires, por la ejemplaridad de sus vidas y por la estoicidad con la que enfrentaron la muerte, lo más valioso de este libro.

Es imposible leerlas sin que el corazón nos apriete el pecho. Como la de Rogelio González Corzo, “un joven profundamente católico práctico, de comunión diaria y miembro, en grado de congregante, de la Agrupación Católica Universitaria”, quien, al momento de su detención, el 18 de marzo de 1961, era Coordinador Nacional del Movimiento de Recuperación Revolucionaria. El 20 de abril de 1961, González Corzo fue fusilado en la Fortaleza de la Cabaña. Momentos antes de ser llevado al Foso de los Laureles, escribió una carta de despedida a sus padres: “Queridos padres y hermanos. Sé lo que representa para ustedes el momento en que reciban la noticia de mi muerte. Esto lo estoy escribiendo a las 2 a.m. del día 20 de abril. Estoy en una celda que le dicen capilla, ya que mi muerte es cuestión de minutos. Quiero que de esta manera sepan ustedes que mi último pensamiento en la tierra fue para ustedes y mis queridos hermanos”.

O como la de Manel Guillot Castellanos, otro joven congregante de la Agrupación Católica Universitaria que también murió, el 30 de agosto de 1962, frente al pelotón de fusilamiento. A Manolín, como cariñosamente le llamaban, siempre se le veía con un libro en la mano. Su título: Nuevo Testamento, Siendo ya Coordinador Militar del Movimiento de Recuperación Revolucionaria, fue detenido el 29 de mayo de 1962 y fusilado tres meses después.

Son doce biografías repletas de conmovedores momentos de amor a Dios, al prójimo y a la patria. Es imposible enumerarlas todas.

Héroes de Cuba, mártires de Cristo, es un valiosísimo libro que recoge para las futuras generaciones, no solo la verdadera esencia diabólica del régimen castrista, sino también los tremendos sacrificios de aquella noble y heroica juventud cubana que enfrentó la muerte conforme al Himno de Cristo Rey: “Clara la mirada hacia adelante, alto el corazón hacia la cruz, marcha el grupo fiel tras la Voz de Aquel que salvó a los hombres con la Cruz.