El Gulbenkian y el Thyssen se unen en un paseo por la Venecia de los maestros del XVIII

Lisboa, 25 oct (EFE).- Los museos Calouste Gulbenkian de Portugal y Thyssen-Bornemisza de España se han unido en una exposición que permite dar un paseo por la Venecia del siglo XVIII de la mano de grandes maestros de la pintura, que abre sus puertas este viernes en Lisboa y llegará a Madrid en 2025.

La muestra 'Venecia en fiesta' cuenta con más de medio centenar de obras de pintores como Canaletto y Francisco Guardi procedentes de las colecciones de ambos museos, que se exponen en conjunto por primera vez y cuentan la historia de la ciudad que despertó tanta atracción en los artistas a lo largo de los siglos.

La exhibición arranca, como toda visita a Venecia, en la Plaza de San Marcos, y después deja al visitante escoger libremente por dónde continuar su paseo a través de las obras.

"Es un poco como nosotros hacemos cuando visitamos Venecia. La tendencia de la gente es concentrarse primero en la Plaza de San Marcos, como ocurre efectivamente a la entrada de la exposición, pero después son perfectamente libres de tomar su camino", explicó a EFE la comisaria, Luísa Sampaio.

La imagen atemporal de la célebre plaza está retratada por los pinceles de Canaletto y acompañada por otra gran pintura del mismo autor con una panorámica del Gran Canal visto desde San Vío, ambas del Thyssen.

Juntas generan ante el visitante un gran angular que permite entender conceptos como la perspectiva y el punto de fuga, esenciales para comprender uno de los temas centrales de la exposición, las 'vedute', como se denominaba a las vistas panorámicas de la urbe.

Otro de los grandes temas son la 'feste', las celebraciones festivas de Venecia, plasmadas por ejemplo en 'La fiesta de la ascensión en la Plaza de San Marcos' de Francesco Guardi, el cuadro más importante que posee el Gulbenkian.

Este museo luso tiene la mayor colección de pinturas de Guardi del mundo, un total de 19, que acompañan episodios como las regatas en el Gran Canal o la salida del Bucentauro, el barco ceremonial que transportaba al principal magistrado de la República de Venecia en la época.

La pinacoteca sigue descubriendo matices sobre obras que llevan en su posesión más de un siglo, desveló Sampaio, que tras más de 30 años trabajando con esta colección fue sorprendida por un hallazgo sobre 'La isla de San Giorgio Maggiore', del propio Guardi.

El cuadro tuvo que ser desmontado recientemente y permitió descubrir que en realidad es un fragmento cortado de una pintura de mayores dimensiones.

De Guardi y otros grandes maestros como Bernardo Bellotto también salieron cuadros que representan el último tema central de la muestra, los 'capricci', que combinan elementos arquitectónicos reales e imaginarios, como torres y puentes ubicados en paisajes a los que no pertenecían.

También tienen espacio en la instalación 12 grabados de Antonio Visentini, de las colecciones de los museos de Venecia, que se utilizaron en el siglo XVIII para divulgar la imagen de la ciudad y atraer a compradores de arte veneciano, como el rey Jorge III de Inglaterra.

Giambattista Tiepolo, Pietro Longhi, Giambattista Piazzeta o Giacomo Guardi, hijo de Francesco, son los autores de otras obras de la exhibición, que incluye además una selección de objetos de origen veneciano como libros, textiles y una escultura.

La exposición acaba con tres pintores posteriores y extranjeros que fueron cautivados por el encanto de Venecia, los franceses Camille Corot y Félix Ziem y el estadounidense John Singer Sargent.

Con esta muestra, que estará en el Gulbenkian hasta el 13 de enero y viajará después al Thyssen, el museo portugués introduce por primera vez una herramienta de inteligencia artificial (Venez.I.A.) con la que se pueden hacer preguntas sobre los cuadros a través de un chatbot.

La comisaria destacó que permite que "el público más joven se mueva por la sala de una forma que les es más familiar".

El Gulbenkian ha organizado una programación paralela con conciertos, visitas guiadas, talleres y una conferencia para llamar la atención, a través del arte, del problema que sufre la ciudad debido al cambio climático: todo su rico patrimonio está amenazado por la subida del nivel del mar.

(c) Agencia EFE