En un guiño a las entidades judías, el Presidente retiró la condecoración a un excolaboracionista nazi

AMIA. Alberto Fernández
El presidente de la AMIA, Amos Linetzky, saluda a Alberto Fernández - Créditos: @Presidencia

En abril de 1979, el entonces ministro de Presupuesto de Francia, Maurice Papon, llegó a la Casa Rosada. El entonces presidente de facto Jorge Rafael Videla le entregó, en mano, la Orden de Mayo, una de las distinciones más altas para un representante extranjero. Dos años después, comenzaron a aparecer pruebas que lo vinculaban de modo directo con el régimen pro-nazi de Vichy, responsable de la muerte de más de 1600 judíos franceses durante el Holocausto. Acusado de complicidad con esos crímenes a través de órdenes de deportación, Papon pasó una década en la cárcel, y murió, en libertad, en 2007.

Treinta y cuatro años después de aquella visita, el presidente Alberto Fernández anunció el retiro de esa condecoración, decisión que se publicará mañana en el Boletín Oficial. Lo anticipó en un acto realizado en el salón Eva Perón de la misma Casa Rosada. Asistieron diplomáticos como los embajadores de Israel, Eyal Sela, y de Francia, Claudia Scherer-Effosse, además de dirigentes de la comunidad judía. Entre ellos, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, blanco del kirchnerismo duro por la sostenida querella de la entidad judía en la causa por el Memorándum firmado en 2013 con Irán, que incluye a la vicepresidenta Cristina Kirchner, e incluye cargos por traición a la patria.

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Knoblovits, a quien le cancelaron reuniones con el Presidente durante este mandato, había estado en Balcarce 50 en septiembre pasado, en el repudio conjunto de distintas entidades y ONG por el atentado contra la vicepresidenta. Durante la presidencia de Fernández, el Gobierno eligió como interlocutor comunitario a la AMIA, conducida por Amós Linetzky, quien también asistió al acto y conversó con los periodistas, junto al ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, una vez finalizado el acto.

Alberto Fernández junto a embajadores y la dirigencia judía.
Alberto Fernández junto a embajadores y la dirigencia judía. - Créditos: @ESTEBAN COLLAZO

“Estuvo todo muy bien, fue un acto reivindicatorio muy importante por quien lo encabezó y, sobre todo, por quien se lo había otorgado. Correspondía que fuese realizado”, comentó Knoblovits a LA NACION luego del acto, sin referencias a sus contrapuntos con el Gobierno.

En octubre de 2021, y con el respaldo de una abrumadora mayoría, la DAIA decidió apelar la decisión del Tribunal Oral Federal N° 8, que días antes sobreseyó a la vicepresidenta y varios de sus funcionarios en la causa por el memorándum. La definición de la entidad enojó a la expresidenta y precipitó más frialdad entre la entidad y la Casa Rosada.

“Es un acto de corrección de Justicia, era inaceptable que siguiera en vigencia”, dijo Linetzky, mientras Filmus recordaba que el acto se dio en reciprocidad al retiro, por parte del presidente Emanuel Macron, de una distinción similar al ex marino Ricardo Miguel Cavallo, acusado de desapariciones durante la dictadura militar. Filmus también contó que científicos argentinos que viven en Francia, como Eduardo Weisberg, le habían recordado el hecho y sugerido al Presidente que diera ese paso simbólico.

También participaron de la reunión la portavoz Gabriela Cerruti y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri y en el Gobierno evitaron referirse a los entredichos del pasado con la DAIA, entidad cuestionada por el cristinismo y tildada de “socios de la ultraderecha” por el denominado Llamamiento de Argentinos Judíos, que integran dirigentes cercanos a la vicepresidenta.

En el tramo final de su mandato presidencial, y en plena puja interna por las candidaturas en el oficialismo, Fernández decidió el guiño a las entidades judías, sin distinciones aparentes.