Guatemala envía a casa a exjefes del Ejército condenados por delitos de lesa humanidad

Ciudad de Guatemala, 9 jun (EFE).- Una sala de apelaciones de Guatemala benefició este viernes con arresto domiciliar a tres exjefes del Ejército de Guatemala que fueron condenados en 2018 por la desaparición forzada del niño Marco Antonio Molina Theissen en 1981, durante el Conflicto Armado Interno (1960-1996) que dejó 250.000 muertos y desaparecidos en el país centroamericano.

Los generales retirados Benedicto Lucas García, Manuel Callejas y Callejas y el comandante Francisco Gordillo gozarán de prisión domiciliar sin vigilancia gracias a la resolución emitida por la Sala de Apelaciones de Mayor Riesgo del Organismo Judicial guatemalteco.

En mayo de 2018, los tres altos mandos, del Gobierno de facto de Romeo Lucas García (1978-1982), fueron declarados responsables de detener ilegalmente y mantener en cautiverio a la estudiante Emma Guadalupe Molina Theissen, torturándola y violándola, y de la desaparición forzada de su hermano, Marco Antonio, en 1981, uno de los años de mayor represión durante la guerra civil.

La decisión de la sala se fundamenta en una resolución de la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal de Guatemala, que decidió aceptar un recurso presentado por la defensa de los militares que pedía medidas sustitutivas para los condenados.

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RECHAZAN RESOLUCIÓN

"Esta decisión de la sala coloca a Guatemala entre los países que desacatan órdenes en materia de derechos humanos", declaró a periodistas, Claudia Samayoa, defensora de derechos humanos.

El pasado 24 de marzo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) emitió una resolución donde requirió al Estado de Guatemala no beneficiar a los militares condenados para no afectar el derecho de acceso a la justicia de las víctimas de este caso.

En mayo de 2004, la CorteIDH declaró al Estado de Guatemala culpable por la desaparición forzada del menor de 14 años Marco Antonio Molina Theissen, ocurrida en 1981 a manos de agentes militares.

La guerra civil de Guatemala, una de las más sangrientas de Latinoamérica, dejó más de 250.000 personas asesinadas o desaparecidas, más del 90 % a manos del Estado, durante sus 36 años, según informes de organismos internacionales.

(c) Agencia EFE