Los Guardianes flexionan sus músculos y devuelven miles de sonrisas en Cleveland al vencer en dramático juego a los Yankees

Los Guardianes querían convertir este enfrentamiento con los Yankees en una verdadera Serie de Campeonato. Buscando en lo profundo de su alma colectiva, lograron cambiar una narrativa que los tenía como débiles rivales, sin nada que hacer ante los poderosos Bombarderos del Bronx.

Cleveland vivió uno de los juegos más emocionantes de su historia cuando en la décima entrada un cuadrangular de David Fry sirvió para dejar tendido en el campo con pizarra de 7-5 a Nueva York y proclamarle al mundo que ahora es que empieza la fiesta.

La conexión de Fry con un hombre a bordo sella una victoria que sacude, en parte, lo que se veía como un yugo permanente y, aunque los Mulos siguen saliendo de favoritos en todas las cábalas para alcanzar la Serie Mundial, los Guardianes han recibido una inyección de confianza invaluable.

Más dramático no pudo ser este encuentro, primero cuando cuadrangulares consecutivos de Aaron Judge y Giancarlo Stanton en la octava entrada dieron vuelco a un marcador adverso para que los Yankees se fueran delante 4-3 y silenciaran a una afición que ya casi acariciaba su primera victoria en este desafío.

Pero cuando todo parecía acabarse en la novena, el dominicano Jhonkensy Noel vino de emergente y vivió el mejor momento de su carrera al conectar un batazo enorme que se llevó la cerca y empató a cinco un choque que resultó el primero de estos playoffs en irse a entradas extras.

Tras dos outs, dos strikes y un hombre en la inicial, Emmanuel Clase parecía encaminarse a un cero rotundo antes de que el bate de Judge se encargara de empatar la pizarra 3-3 y de paso apagara miles de sonrisas en un público que no podía creer lo sucedido, pero que aún no imaginaba lo que vendría.

Segundos después, Stanton descargaría todo su poder sobre una recta de 99 millas para dejar a los aficionados en estado de shock y casi con la confirmación que todo estaba perdido.

Todo era muy diferente para los locales cuando Kyle Manzardo disparó un cuadrangular con un hombre en circulación en el tercer episodio que no solo borraba una ventaja mínima de los Yankees sino que fijaba en ese momento un tono optimista.

Un sencillo de José Trevino en el segundo capítulo había abierto el marcador del choque para los dirigidos por Aaron Boone y de nuevo se cernía una sombra sobre las esperanzas de los locales, pues en los dos primeros encuentros Nueva York pisó primero la goma y nunca miró hacia atrás.

Esa fue la única carrera permitida por Matthew Boyd, quien luego metió el brazo y caminó cinco entradas -algo que viene siendo una rareza en esta postemporada- con solo dos imparables permitidos a una alineación que en los dos juegos previos había marcado 11 anotaciones.

El solvente bullpen de los Guardianes se encargó de seguir colgando ceros sin que ese poderoso tridente integrado por Juan Soto, Stanton y Judge se quedara con las ganas de pegar un hit o elevar la pelota hacia territorios de las gradas.

Hasta que llegó el octavo y los brazos de Judge y Stanton se encargaron de cambiar la decoración del juego de manera momentánea. No por gusto, de todos los conjuntos que han participado en estos playoffs, Nueva York es el más dependiente de la ofensiva de largo metraje.

Como si fuera poco, los visitantes pusieron una más en la cuenta con un elevado de sacrificio de Gleyber Torres en el noveno y solo quedaba sacar tres outs, pero un swing del dominicano Noel con uno a bordo se encargó de traer a la gente de vuelta con la esperanza.

Lo de Fry, sin duda, será recordado por siempre en Cleveland.