“Mi guía espiritual”: quién es Axel Wahnish, el rabino ortodoxo que instruye y acompaña a Milei en las sombras
Hace dos años que Javier Milei, de familia y formación católica, asiste con regularidad a Acilba, el centro de la comunidad judeomarroquí argentina, un edificio de dos plantas, rejas altas y fachada sobria. “Que yo sepa, Milei es la única persona de origen no judío que viene”, comenta Facundo Milman, joven especialista en pensamiento judío, de 25 años, que desde hace dos es parte de esta institución, situada a pocas cuadras de Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo.
El presidente electo no se suma a la amplia variedad de actividades deportivas, sociales y culturales que ofrecen allí. Visita el lugar especialmente para reunirse con el rabino ortodoxo Shimon Axel Wahnish. “Si puede, va una vez a la semana; si no, cada 15 días. Asiste a las clases que da el rabino o a algún encuentro personal con él. Quizá tiene un bache de 15 minutos y se acerca a la comunidad para consultarle sus dudas. Él hace de una especie de consejero de Milei”, sigue Milman.
El futuro mandatario se ha referido al Wahnish como su consejero en diferentes entrevistas: ”Junto con mi hermana, es mi guía espiritual”, dijo la semana pasada a The Times of Israel. El rabino estuvo con él incluso durante el balotaje, en el Hotel Libertador. En esa ocasión, el entonces candidato a presidente lo mostró por primera vez a su lado. “Voy a hacer popular a alguien”, decía a la cámara, mientras intentaba filmar al rabino, quien, entre risas, le daba la espalda para evitar aparecer.
Wahnish lo acompañó tras el triunfo y volvió a visitarlo al día siguiente. “Me da mucha tranquilidad espiritual en un momento donde recibo una infinidad de ataques de la casta política –expresó, meses atrás, en diálogo con Radio Jai–. Es una persona que quiero muchísimo, a quien consulto regularmente. Son discusiones que de repente pueden demandar dos o tres horas y que para mí son muy gratificantes, y me ayudan a crecer mucho y a entender las situaciones de una manera mucho más profunda”.
La relación comenzó en 2021, en un momento particular de la vida de Milei. Según contó el economista Julián Goldstein, fue él quien los presentó. El libertario, según contó, le planteó que se encontraba en medio de una crisis debido a las acusaciones que recibía en redes sociales, donde algunos usuarios lo tildaban de “nazi” y de parecerse a Adolf Hitler. Fue entonces que Goldstein le recomendó que conversara con el rabino Wahnish. “Hablaron un largo rato y luego devino en un encuentro cabalístico en el que se señaló que Javier encabezaría un movimiento liberador en la Argentina. Milei salió de esa reunión emocionado”, contó el economista a El País, hace pocas semanas.
ARGENTINA - Conozca a Axel Wahnish, el "rabino" del que será el próximo presidente de Argentina, Javier Milei.... Wahnish pertenece a la comunidad judeomarroquí argentina. pic.twitter.com/D9hzKpMiNu
— Enfoque Judío 🇮🇱 🇮🇱 🇮🇱 (@enfoquejudio) November 24, 2023
Su interés por el judaísmo había empezado más de diez años antes, gracias a la inspiración de uno de sus alumnos de la universidad. “Me sorprendió el tipo de preguntas que me hacía. Entonces le pregunté: ‘¿De dónde sacás esta forma de hacer preguntas? Porque esto es genial’. Y me dijo: ‘No, es superfácil, porque todas las mañanas estudio para ser rabino’. Y pensé: ‘Esto es fantástico’”, contó el futuro presidente en conversación con The Times of Israel, tras su triunfo electoral.
Como parte de este interés, hoy el presidente electo cumplió con su promesa y visitó, junto a su hermana, colaboradores y empresarios, la tumba en Nueva York del rabino Menachem Mendl Schneerson, conocido como el rebe de Lubavitch, un venerado maestro fallecido en 1994 que revolucionó el mundo judío desde su adhesión al jasidismo, corriente ortodoxa centenaria que promueve la alegría como ingrediente sustancial de la fe y las prácticas judías.
“Dios es libertario”: la conversión de Milei
Pero según su antiguo amigo y colega Carlos Maslatón, durante largos años su interés por el judaísmo fue más bien cultural e histórico. “Yo lo veía muy interesado, pero en una faceta no religiosa del judaísmo. Hablábamos mucho del tema. Hace un año y medio que me distancié, y se ve que en este último tiempo se fue involucrando mucho más, que eligió tener una especie de introducción al judaísmo jasídico de carácter religioso”, relata a LA NACION.
Con la ayuda del rabino Wahnish, Milei comenzó a incursionar en el estudio de la Torá. Sus nuevos conocimientos se vieron enseguida en la esfera pública. En varias entrevistas se lo escuchó pronunciar frases alusivas a textos de la Torá, por ejemplo, al libro I de los Macabeos, en 2021: “La victoria no depende de la cantidad de soldados, depende de las fuerzas del Cielo”, a lo cual sumó: “Y Dios es libertario”. Llegó a decir también que, en caso de alcanzar la Presidencia, su primer viaje sería a Israel y que su intención es mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, así como lo hizo el expresidente estadounidense Donald Trump en 2017. “El Uno [por Dios] le hizo romper las primeras tablas de la ley a Moisés, y la primera palabra que pronunció fue ‘Jerusalén’. Esa fue la capital que eligió el Rey David”, justificó en su momento.
LA NACION se acercó ayer a la mañana a la sede de Acilba, pero no logró dar con el rabino. Según allegados, es reticente a los medios desde que se lo comenzó a asociar con el presidente electo.
Nacido, como él mismo ha contado, dentro de una familia judeomarroquí no religiosa, se enamoró del judaísmo a los 16 años durante un viaje a Israel. “Es lo que me gusta, es mi pasión, mi vocación”, afirmó el año pasado, en diálogo con un medio español judío. “Axel se especializa en un cabalista, el rabino Luzzatto, cuyo acrónimo es Ramjal, nacido en Padua, Italia, que tiene unos escritos muy importantes, básicamente sobre ética judía, sobre cómo manejarse en el mundo: qué hacer, qué no hacer, qué preceptos cumplir”, resalta Milman.
Casado desde hace 18 años, el rabino confidente de Milei se ocupa principalmente del acompañamiento espiritual de los miembros de Acilba. “Lo que me gusta transmitir es que el judaísmo no es una religión. Desde mi forma de ver, de sentir y de vivir, es una conexión. Conexión, primero y principal, con uno mismo. Segundo, con nuestra fuente y raíz espiritual, Dios, y tercero, con todo nuestro ambiente, sociedad, comunidad, cónyuges, hijos, padres”, resumió en una entrevista.
Milman rescata que, en los últimos dos meses, pudo hablar con Milei en dos oportunidades, después de clases grupales del rabino. “Algunas cosas que dijo me parecieron interesantes, como este enfoque que él hace cuando lee las escrituras sagradas, priorizando el aspecto económico. Le escuché decir también, como ya dijo en entrevistas, que él se identifica con Aarón y que ve a su hermana, Karina, como Moisés”, detalla.
“Si soy presidente, ¿qué hago durante shabat?”
Así como Javier Milei pasó en los últimos años del catolicismo al judaísmo, también pasó de afirmar a principios de año “Estoy pensando en convertirme al judaísmo y aspiro a llegar a ser el primer presidente judío de la historia argentina”, a decidir retrasar la conversión para cuando termine su carrera política. “Si vos sos judío, no estás obligado a cumplir con los preceptos del judaísmo. Si vos te convertís, estás obligado a hacerlo. Si soy presidente, ¿qué hago durante shabat? ¿Te vas a desconectar del país desde la primera estrella del viernes a la primera del sábado?”, planteó durante una entrevista con El País en julio de este año.
Volvió a sembrar la misma inquietud luego de su triunfo: “No podría cumplir con todos los preceptos por las exigencias que tendría como presidente. (...) La cuestión es que posiblemente planee convertirme después de que termine mi carrera política”, afirmó en diálogo con The Times of Israel.
Convertirse al judaísmo no es solo una decisión, explica Milman, también requiere estudios previos y la aprobación de un bet din, un juzgado rabínico que define si se acepta o no la conversión. “Si está a cargo del país, no puede apagar el teléfono por 25 horas. Durante shabat, no podría estar en contacto con ningún tipo de combustión. Shabat es solo uno de los 613 preceptos. Tiene 612 más para cumplir. Un judío ortodoxo se propone cumplir con todos. Otro, por ejemplo, es que no puede tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Además, no es admisible el casamiento mixto, o sea que, en caso de que se quiera casar con Fátima, ella primero tendría que convertirse”, detalla Milman.