El Grupo de Cali: vampiros bailando salsa en el festival de fotografía de Arlés (Francia)

Arlés (Francia), 3 jul (EFE).- El Grupo de Cali, compuesto en sus inicios por el escritor Andrés Caicedo y los cineastas Luis Ospina y Carlos Mayolo, fue mucho más que el revolucionario documental 'Agarrando pueblo'. Fue rebelión, juventud y vampirismo cultural al ritmo de salsa para transcender generaciones más allá de 'Caliwood'.

Todo eso aparece en la muestra 'Los vampiros no tienen miedo de los espejos' -dedicada a este movimiento contracultural caleño que irrumpió en escena en los años 70- y que se puede ver hasta septiembre en la ciudad francesa de Arlés (sur), invadida como cada verano por las exposiciones, conferencias y otras actividades.

En 'Los vampiros no tienen miedo de los espejos', los comisarios de esta muestra organizada en los Encuentros de la Fotografía de Arles, los colombianos Andrés Matute Echeverri y María Wills Londoño, articulan una mirada global sobre aspectos menos conocidos del Grupo de Cali, con la imagen como eje transversal.

Presenta, por ejemplo, el detrás de las cámaras de 'Agarrando pueblo' gracias a las fotografías de Eduardo 'La Rata' Carvajal, los dibujos de Ever Astudillo, la mirada sobre los marginados de Fernell Franco o la influencia del movimiento caleño en artistas posteriores a su desaparición en los noventa, y más allá incluso de la denominada 'Caliwood', como la cartagenera María Isabel Rueda.

El objetivo de la exposición, que ganó la beca curatorial de esta edición de los Encuentros de Arles, es precisamente "mostrar algo que no se había mostrado nunca de manera conjunta", indican a EFE los comisarios, y la intención es llevarla después a Colombia y otros países.

De la generación original del Grupo de Cali quedan muy pocos artistas vivos, con lo que reunir sus obras para esta exposición ha sido, en palabras de Wills, "sumamente emotivo".

La Cali de Caicedo (que se suicidó muy joven en 1977, con solo 25 años), de Mayolo, de Ospina y de todos los que se unieron en torno a la Ciudad Solar de Cali era un lugar de fiesta las 24 horas del día, de drogas y de rebeldía.

De hecho, el grupo desapareció en los años 90 cuando el narcotráfico hizo verdaderamente insoportable la vida en la ciudad colombiana. Pero antes de eso hubo mucha rumba y ganas de cuestionar el 'statu quo'.

Terror tropical

El otro gran eje de la muestra es el vampirismo y el estilo 'Tropical goth' que impregnaba la propuesta del grupo, ya que el horror fue un tema que interesó mucho a sus miembros, con influencias como el cine de Hollywood o los cuentos de Edgar Allan Poe, cuenta a EFE Wills.

"Ese horror, entendido desde el trópico y desde Cali, se torna como una metáfora del aspecto social y de los contrastes que había en una ciudad de provincia muy marcada por unas élites muy privilegiadas", detalla la comisaria.

Se enmarca, para Matute Echeverri, en la tradición de "antropofagia" en el contexto latinoamericano, que asimila las referencias canónicas procedentes de las culturas hegemónicas para hacer con ellas algo local.

Los miembros del grupo se decían que sería imposible plantear "algo gótico en un sector tropical", comenta en este sentido Matute Echeverri, porque cómo alguien podría "seguir siendo vampiro y aprender a bailar cumbia".

Pero al mezclar ese imaginario con el horror de la violencia en Colombia surgió un nuevo vehículo de representación, un "vampirismo social" dicen los curadores.

Los artistas son vampiros que extraen imágenes de ciertos sectores desfavorecidos de la población, a veces de una manera más metafórica y otras con el tono más cínico del humor negro, como en la denuncia de la pornomiseria que articula 'Agarrando pueblo'.

Los comisarios también leen una suerte de vampirismo en la forma en la que compartían sus energías y en cómo las obras de unos alimentaban las de los otros, así como en el rechazo a envejecer, que tiene el suicidio de Caicedo como su más trágico exponente.

(c) Agencia EFE