Grupo armado secuestra a Lorenza Cano que buscaba a su hermano en Guanajuato
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Una activista que buscaba a su hermano desaparecido fue secuestrada por hombres armados en el estado central mexicano de Guanajuato en medio de un cruento evento en el que fueron asesinados su esposo e hijo, confirmó la Fiscalía estatal el miércoles.
#AzucenaALas10 | Lorenza Cano Flores, buscadora de Guanajuato, fue reportada como desaparecida, de acuerdo con el colectivo "Salamanca Unidos por los desaparecidos", ella fue secuestrada cuando se encontraba con su esposo e hijo, quienes fueron asesinados pic.twitter.com/aYxZttHtJW
— Azucena Uresti (@azucenau) January 17, 2024
Lorenza Cano Flores, quien es integrante del colectivo “Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos”, fue sacada la noche del lunes por hombres armados de su vivienda en el municipio de Salamanca, Guanajuato, indicaron organizaciones humanitarias. En el incidente fueron asesinados su esposo e hijo, indicó la Fiscalía, que dijo que ya inició una investigación sobre el caso.
Cano Flores, de 55 años, buscaba de forma voluntaria a su hermano José Cano Flores, quien fue reportado como desaparecido desde agosto del 2018.
Hace ocho meses la activista Teresa Magueyal, que buscaba a su hijo desaparecido, fue asesinada en Guanajuato, una de las seis entidades más violentas de México junto con el Estado de México, Baja California, Chihuahua, Jalisco y Michoacán. Desde el 2021 han asesinado al menos seis buscadores voluntarios en el país, según las organizaciones humanitarias.
Magueyal buscaba de forma voluntaria a su hijo José Luis que desapareció en 2020. En México hay más de 114.000 personas reportadas como desaparecidas, y sus familiares a menudo tienen que buscarlas debido a la falta de acción por parte de la Fiscalía y la policía.
Gran parte del trabajo de búsqueda en México ha sido asumido por los grupos de voluntarios conocidos como “colectivos”, los cuales están conformados por las madres y otros familiares de las personas desaparecidas.
Guanajuato enfrenta un espiral de violencia debido a la pugna que mantienen los cárteles de Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación por el control del territorio.