El grito en el cielo por la salud de los trabajadores de Mercadona

Juan Roig, presidente de Mercadona, en su llegada a una rueda de prensa el pasado mes de abril en Paterna; el CIG protestando en las puertas de una tienda Mercadona en La Coruña. (Fuente: Rober Solsona/Europa Press vía Getty Images; Twitter/@galizaCIG)
Juan Roig, presidente de Mercadona, en su llegada a una rueda de prensa el pasado mes de abril en Paterna; el CIG protestando en las puertas de una tienda Mercadona en La Coruña. (Fuente: Rober Solsona/Europa Press vía Getty Images; Twitter/@galizaCIG)

Desde hace ya algunas semanas, la imagen de Mercadona como empresa idea para desarrollarte profesionalmente se encuentra más expuesta que nunca. Tras multitud de casos durante la última década que han quedado en episodios que no han conseguido mucho peso mediático, ha sido Inspección de Trabajo la que ha puesto de relieve el escándalo de las actas, dejando al desnudo el falso idilio que viven sus empleados.

Todo se ha destapado gracias a una denuncia del CIG (Confederación Intersindical Galega), que alertó de la indefensión que sufren los trabajadores de Mercadona ante las presiones internas y "la política del miedo", teniendo el látigo forma de "actas de reprimenda y de compromiso".

Con una pancarta que reza "no a la represión y al miedo en Mercadona", miembros del CIG se han lanzado a protestar en diferentes puntos de La Coruña diferentes días.

Según difunde el propio sindicato, en palabras de su delegado André Abeledo, este tipo de movilizaciones que se van a seguir realizando son una "respuesta a la actitud de no respeto a la propia humanidad de los trabajadores. No puede ser que el personal de Mercadona venga a trabajar con miedo y que les falte respeto". Además, añade que lo que piden, "aunque parezca mentira en el siglo XXI", es únicamente "dignidad".

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Más allá del escándalo de las actas, desde el sindicato denuncian que han detectado diferentes tipos de abusos de poder, que el personal trabaja "con miedo y bajo una presión constante". Todo esto, afecta gravemente a la salud de los trabajadores, que ni tan siquiera se atreven a hablar por temor a ser despedidos.

Desde la CIG animan a los empleados a no callar y a movilizarse, destacando que gracias a ello han conseguido, entre otras cosas, que la compañía reconociese la sobrecarga de trabajo que existe y aceptase reforzar la plantilla con el objetivo de cubrir las vacaciones y las bajas.

La lucha en La Coruña no es aislada. Desde diferentes puntos de España, trabajadores y extrabajadores se han puesto en contacto con Yahoo para alertar de que todo esto es una práctica común, por lo que hemos comenzado una investigación de la que os haremos progresivamente partícipes durante los próximos meses.

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