Las griegas reivindican la lucha contra la violencia sexual

Atenas, 8 mar (EFE).- Alrededor de mil personas se manifestaron hoy en Atenas contra el machismo, la desigualdad de género y la violencia sexual por el Día Internacional de la Mujer, que este año en Grecia está marcado por su propio movimiento #MeToo, una avalancha de denuncias de abusos y la pandemia de covid-19.

La manifestación reunió a muchas jóvenes, colectivos racializados y de refugiadas y se mantuvo en un ambiente festivo con familias y música, seguida por una marcha por las principales vías de la capital helena bajo los lemas "Ni en la calle ni en casa, ninguna mujer sola" y "Luchamos por una sociedad sin machismo, desigualdades o violencia de genero".

Aunque en Grecia la manifestación del 8 de marzo ha sido siempre minoritaria y este año se ha celebrado cuando se han cumplido 4 meses de confinamiento, el movimiento feminista se ha visto impulsado en el país con la llegada del movimiento #MeToo a mediados de enero, que comenzó con una avalancha de denuncias en el mundo del deporte y se propagó rápidamente a la cultura y otros sectores.

Según los colectivos feministas, políticos y sindicales que convocaron la manifestación, Grecia es el último país en la Unión Europea (UE) en materia de marcos legislativos sobre igualdad de género.

Además, denunciaron que las políticas de austeridad afectan principalmente a las mujeres, como se muestra en el desempleo, del 20 % entre las mujeres frente al 13,2 % entre los hombres en noviembre de 2020, los últimos datos disponibles.

Los manifestantes criticaron asimismo la decisión del Gobierno de la conservadora Nueva Democracia de eliminar el secretariado de Igualdad de Género y unirlo con el de Demografía y Política Familiar.

En respuesta al #MeToo el Gobierno creó una plataforma electrónica (metoogreece.gr), que ofrece información y asistencia para las víctimas de acoso y abuso sexual, así como para las de violencia de género.

Aún así, en Grecia existen tan sólo 28 refugios para mujeres maltratadas y, según varios estudios recientes, alrededor de la mitad de las griegas han sido víctimas de acoso o abusos sexuales alguna vez.

Muy pocos casos llegan a ser denunciados ante las autoridades y aún menos numerosos son los que terminan en una condena en un país que tan sólo ha comenzado a hablar públicamente sobre esta otra pandemia.

Desde que la medallista olímpica Sofía Bekatoru hiciera pública la violación que sufrió en 1998 por parte del vicepresidente de la Federación Griega de Vela, Aristidis Adamópulos, las denuncias e investigaciones han comenzado a surgir con fuerza en Grecia.

(c) Agencia EFE