El nuevo Gobierno sirio quema un alijo masivo de drogas incautadas al expresidente Bashar al Assad
Este miércoles se quemaron en Damasco cannabis y un millón de pastillas de captagon (un estimulante anfetamínico al que a menudo se hace referencia como la 'droga de los yihadistas'). Las fuerzas rebeldes sirias, lideradas por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, se incautaron de importantes reservas de la droga en varias bases militares y almacenes de Damasco y su periferia, dentro de la antigua zona controlada por los servicios de inteligencia del expresidente Al Assad.
Desde la caída del régimen, se han descubierto instalaciones de producción de captagon a escala industrial en todo el país. Según los expertos, estas operaciones generaron unos ingresos anuales de 9.500 millones de euros.
Casi 14 años de guerra civil en Siria han desgarrado el país, devastado la economía y creado un terreno fértil para la producción de captagon. Las milicias, los comandantes de campo y el Gobierno de Al Assad transformaron la producción de la droga, que pasó de ser una operación a pequeña escala dirigida por grupos criminales a una fuente de ingresos industriales.
La minoría cristiana siria celebra su primera Navidad sin Al Assad
Mientras tanto, Siria celebró su primera Navidad desde la caída del régimen de Bashar al Assad. La víspera de Navidad, los cristianos sirios asistieron a una misa en Damasco, por primera vez desde el derrocamiento de Al Assad a principios de diciembre.
Maira, una cristiana residente en Damasco, compartió sus pensamientos sobre el cambio en el estado de ánimo en Siria tras la caída del régimen. "Por supuesto, hay una diferencia entre el estado de ánimo que teníamos durante el régimen y ahora", dijo. Aunque se seguía celebrando la Navidad, Maira explicó que siempre había una ansiedad subyacente. "Por ejemplo, mi sueño era terminar mis estudios y abandonar el país porque no veía mi futuro aquí", recordó.
Horas antes de la misa, cientos de manifestantes se habían reunido en la capital siria para condenar la quema de un árbol de Navidad en una ciudad cercana a Hama. Durante la manifestación, el grupo coreó consignas como "¡Queremos proteger nuestra tierra y nuestros hogares! Queremos participar en la gobernanza del país". También pidieron a las nuevas autoridades que mostraran tolerancia hacia los cristianos, que representan menos del 2% de la población.