El gobierno del Reino Unido respalda un proyecto de ley para penalizar el acoso callejero

Una manifestación en el cuartel general de la Policía Metropolitana de Londres a favor de acabar con la violencia contra las mujeres y niñas en Londres, el 16 de marzo de 2021. (Mary Turner/The New York Times)
Una manifestación en el cuartel general de la Policía Metropolitana de Londres a favor de acabar con la violencia contra las mujeres y niñas en Londres, el 16 de marzo de 2021. (Mary Turner/The New York Times)

LONDRES — El 9 de diciembre, el gobierno británico declaró que respaldaría una propuesta de ley que calificaría el acoso callejero —como los chiflidos y las frases lascivas, seguir a alguien y las miradas intrusivas o persistentes— como un delito sancionable con hasta dos años de cárcel.

Esta clase de comportamiento es ilegal conforme a las leyes sobre el acoso sexual, pero el gobierno puntualizó que promulgar una legislación aparte que defina el acoso callejero como una ofensa nueva motivará a más personas a reportarla a las autoridades policiales.

La medida, llamada la ley de protección contra el acoso de género en público (Protection From Sex-Based Harassment in Public Bill), fue presentada por legisladores a principios de este año. Esta castigaría como delito el acto de “hacer sentir a otra persona, de manera deliberada, acosada, alarmada o afligida en público cuando la conducta se perpetra con base en el género de esa persona”, y en la práctica elevaría la condena máxima para este tipo de delitos de seis meses a dos años.

El respaldo del gobierno significa que es casi una certeza que la medida se adopte.

Greg Clark, el legislador conservador que presentó el proyecto de ley, declaró ante el Parlamento el 9 de diciembreque la confianza de las mujeres en su capacidad de participar en la vida pública no debería verse obstaculizada por la amenaza del acoso o la violencia.

“¿Por qué debería una mujer sentirse menos segura que un hombre en nuestras calles?”, cuestionó Clark. “Las calles también son de ellas, pero esa no es la experiencia que han tenido”.

La propuesta de ley es una de entre varias posibles medidas que han presentado los legisladores tras el homicidio de Sarah Everard en 2021, quien fue secuestrada y asesinada por un oficial de policía mientras caminaba a casa. El asesinato brutal suscitó protestas en toda la nación y dio pie a una reflexión generalizada sobre la violencia contra las mujeres en el Reino Unido.

Agentes de la policía patrullan el río Támesis, en Londres, el 30 de diciembre de 2020. (Andrew Testa/The New York Times)
Agentes de la policía patrullan el río Támesis, en Londres, el 30 de diciembre de 2020. (Andrew Testa/The New York Times)

Sin embargo, algunos activistas afirman que se ha hecho poco para cambiar el sistema tras la muerte de Everard, así como de innumerables mujeres cuyos abusos o asesinatos no han generado tanta publicidad.

La fuerza policial en particular ha estado bajo un intenso escrutinio desde el asesinato de Everard, pues enfrenta acusaciones de mala conducta desenfrenada a menudo basada en la misoginia. Un informe provisional parte de una investigación independiente de amplio alcance a cargo de la Policía Metropolitana de Londres halló que los casos de conducta indebida tardaban demasiado en resolverse y que era más probable que las acusaciones se descartaran y no que se solucionaran con medidas.

El 9 de diciembre, a un oficial en activo de la Policía Metropolitana se le imputaron dos cargos de violación y fue suspendido, el más reciente de una serie de cargos presentados contra agentes de policía en funciones.

El año pasado, otro proyecto de ley buscó incluir la violencia misógina en la categoría de crimen de odio, pero el gobierno no respaldó la medida, y esta terminó por descartarse en febrero. En aquel entonces, los defensores de los derechos de la mujer expresaron que esa decisión no reconocía los delitos perpetrados contra las mujeres e impulsados por la misoginia.

Y aunque los legisladores de la oposición elogiaron el apoyo del gobierno a la nueva propuesta de ley, también señalaron la necesidad de un reconocimiento más amplio de las experiencias que viven las mujeres. Stella Creasy, legisladora del Partido Laborista y defensora acérrima del reconocimiento de la misoginia como delito de odio, declaró que le alegraba ver que una ley atendiera los delitos que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, aunque no especifique la misoginia como la principal motivación.

“Esto no refleja una preocupación reciente, sino años y, de hecho, generaciones de activistas y mujeres que alzaron la voz sobre el derecho más básico y fundamental, la libertad, porque en su esencia, este proyecto de ley busca que nos sintamos libres, como mujeres, de vivir la misma vida que los hombres en todo lo que hacemos y en los lugares a donde vamos”, sostuvo.

Por su parte, los defensores de los derechos de la mujer afirmaron que el respaldo a la propuesta de ley que el gobierno anunció el viernes era un momento para celebrar.

Plan International U.K., una organización benéfica enfocada en los derechos infantiles y la igualdad para las niñas, comentó que el proyecto de ley era un “enorme paso hacia formar una sociedad en la que ninguna niña se sienta insegura al caminar a casa”, y añadió que la organización seguirá de cerca y apoyará la propuesta de ley en su paso por el Parlamento.

“Este proyecto de ley envía un mensaje claro a los perpetradores de que esta conducta no es correcta, y a las mujeres y niñas que estarán protegidas y serán escuchadas”, declaró la organización en un comunicado publicado en Twitter.

“Todas las mujeres deben sentirse seguras al caminar por nuestras calles sin miedo a ser acosadas o violentadas”, indicó Suella Braverman, ministra del Interior del Reino Unido en una declaración que anunció el respaldo del gobierno al proyecto de ley.

Braverman mencionó que este tema era “complejo” y que el gobierno había considerado una “amplia gama de perspectivas” antes de decidir apoyar la medida.

“Estamos poniendo las necesidades de las víctimas al centro de nuestra decisión, lo cual significa que los delincuentes que cometan estos actos enfrentarán las consecuencias que merecen”, agregó.

Charlie Doyle, subjefe de la Policía de Transporte Británica, dijo que la policía “siempre se ha tomado muy en serio los reportes de acoso sexual; sin embargo, espero que la legislación propuesta refuerce nuestro claro mensaje a los perpetradores de que esta conducta simplemente no se tolerará”.

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