El Gobierno marroquí cumple su primer año sin convencer del cambio prometido

Rabat, 7 oct (EFE).- El Gobierno marroquí encabezado por el centrista-liberal Aziz Ajanuch cumple este viernes un año en el poder tras una década de liderazgo islamista, entre críticas por su incapacidad para materializar un cambio en un contexto de fuerte sequía e inflación desbocada.

Considerado el segundo hombre más rico del país, Ajanuch llegó al cargo tras ganar las elecciones del 8 de septiembre de 2021 acabando con diez años de gobierno del islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que sufrió su mayor debacle y quedó relegado a la octava posición.

El 7 de octubre de 2021, el rey Mohamed VI nombró al nuevo equipo de Ajanuch, líder de Reagrupación Nacional de Independientes (RNI), que consiguió formar en menos de un mes un gabinete de 24 ministros desde una coalición más homogénea que la anterior, con solo otros dos partidos: el liberal-progresista Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y el nacionalista Partido Istiqlal (PI).

UNA HOLGADA MAYORÍA MAL APROVECHADA

Los observadores coinciden en que el gabinete de Ajanuch reunía todos los ingredientes del éxito: una holgada mayoría formada por primera vez por pocos partidos que dominan los dos tercios del Parlamento y también la gran mayoría de ayuntamientos y consejos regionales, frente a una oposición débil y dividida.

Además Ajanuch coordina su acción con las iniciativas del rey Mohamed VI, que nombra directamente a los ministros de los estratégicos departamentos de Interior y Exteriores, cuyas políticas son apoyadas por el nuevo Gobierno en todo momento.

El nuevo presidente prometió implementar un ambicioso plan de reforma sanitaria y cobertura social que aún no se ha materializado y su Ejecutivo no se ha pronunciado sobre reformas reivindicadas por la sociedad civil, como la despenalización del aborto, las relaciones extramatrimoniales y la homosexualidad, además de la igualdad en herencia para las mujeres.

Pese a tener un contexto nacional favorable, el analista Mohamed Masbah, director del Moroccan Institute for Policy Analysis (Mipa), opina que no ha conseguido marcar un cambio. Se le veía, dice, como un exitoso hombre de negocios que podría trasladar ese éxito al país.

El politólogo y profesor universitario Ahmed el Bouz cree por su parte que Ajanuch puso el listón de sus promesas muy alto y luego "quedó cautivo de sus compromisos".

Y destaca que se ha tenido que enfrentar a una fuerte sequía -la más grave en cuatro décadas- que compromete la agricultura marroquí, principal locomotora económica de Marruecos (14 % del PIB) y a una inflación que ya va por el 8 % anual, marcada por la guerra de Ucrania.

El gabinete de Ajanuch intentó lidiar con estos desafíos: destinó 930 millones de euros a frenar el impacto de la sequía y duplicó el presupuesto para subvencionar los productos de primera necesidad (gas butano y harina), además de ayudas a los profesionales del transporte ante la subida del combustible.

Pero a ojos de varios observadores consultados por EFE, son medidas "limitadas" ante el aumento vertiginoso de los precios.

EL FANTASMA DEL EMPRESARIO

Una situación que motivó el pasado verano una campaña en redes denunciando el aumento del combustible y exigiendo la dimisión de Ajanuch, dueño de una de las mayores cadenas de gasolineras de Marruecos.

Y es que otro de los desafíos que enfrenta Ajanuch es su incapacidad de separar su imagen de político de la de magnate petrolero, pese a haber anunciado tras su nombramiento que se retiraba del consorcio Acwa Group que dirigía.

El profesor Ahmed el Bouz lamenta que "no ha conseguido convencer a la gente de que el futuro será mejor", algo que atribuye también a una débil política de comunicación, idea que comparten todos los expertos consultados por EFE.

Desde su nombramiento, ha comparecido solo una sola vez en una entrevista con la televisión pública, duramente criticada en los medios marroquíes, y sus actos públicos son muy escasos.

En la calle, los ciudadanos coinciden en mostrar su descontento a los micrófonos de EFE. Como Yasin Benmini, que recuerda cómo ahora los marroquíes ganan menos y hacen frente a precios más altos. "El Gobierno no ha acertado, a pesar de los programas lanzados", dice en referencia a "Forsa" y "Aurach", de emprendimiento y contratación de parados en trabajos temporales.

Según el profesor universitario Amin Essaid, es sin embargo "difícil juzgar al gobierno en el primer año porque se ha centrado en aprobar todo el arsenal jurídico relacionado con el plan de generalización de la protección social".

El mismo Ajanuch en un encuentro en agosto con las juventudes de su partido reconoció "la dificultad de los desafíos" en el contexto internacional, pero defendió el trabajo de su gabinete: "Puede que no lo hayan visto muchos, pero se ha hecho un esfuerzo para encarrilar las reformas sociales (...). Los efectos aparecerán en los próximos años".

Fatima Zohra Bouaziz

(c) Agencia EFE