Furia en Israel: el Gobierno sumido en el caos por las protestas masivas contra ley judicial
JERUSALÉN, 27 mar (Reuters) - La coalición del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quedó sumida en el caos el lunes, después de que las protestas masivas de la noche anterior por la destitución de su ministro de Defensa presionaran al Gobierno para que detuviera sus controvertidos planes de reforma del poder judicial.
Se esperaba que Netanyahu hiciera una declaración televisada el lunes por la mañana anunciando la suspensión de los planes. Pero, ante las informaciones que apuntaban a una posible ruptura de su coalición nacionalista-religiosa, las televisiones israelíes anunciaron el aplazamiento de la declaración.
Anteriormente, una fuente de su partido, el Likud, y otra fuente estrechamente implicada en la legislación dijeron que Netanyahu suspendería la revisión, que ha provocado algunas de las mayores manifestaciones de la historia de Israel y ha suscitado la intervención del jefe del Estado.
"Por el bien de la unidad del pueblo de Israel, por el bien de la responsabilidad, le pido que detenga inmediatamente el proceso legislativo", dijo el presidente Isaac Herzog en Twitter.
La advertencia de Herzog, que se supone que está por encima de la política y cuya función es en gran medida ceremonial, subrayó la alarma que han causado las divisiones desencadenadas por las propuestas.
Se produjo tras una dramática noche de protestas en ciudades de todo Israel, con decenas de miles de personas inundando las calles tras el anuncio de Netanyahu de que había destituido al ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Un día antes, Gallant había hecho un llamamiento televisado para que el Gobierno detuviera su emblemática revisión del sistema judicial, advirtiendo de que la profunda división que había abierto en la sociedad israelí estaba afectando al ejército y amenazando la seguridad nacional.
FURIOSAS ESCENAS EN EL PARLAMENTO
Durante las furiosas escenas que se vivieron en la Knesset a primera hora del lunes, los diputados de la oposición atacaron a Simcha Rothman, el presidente de la comisión que ha tutelado el proyecto de ley, con gritos de "¡Vergüenza, vergüenza!" y acusaciones que comparaban el proyecto de ley con grupos militantes que quieren la destrucción de Israel.
"Esto es una toma hostil del Estado de Israel. No hay necesidad de Hamás, no hay necesidad de Hezbolá", se oyó que decía un parlamentario a Rothman mientras la comisión constitucional aprobaba un proyecto de ley clave para su ratificación.
"La ley es equilibrada y buena para Israel", dijo Rothman.
Tres meses después de su llegada al poder, la destitución de Gallant ha sumido en una crisis a la coalición de extrema derecha de Netanyahu, que también se enfrenta a una creciente emergencia de seguridad en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania.
En una señal de las tensiones dentro de la coalición, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, que encabeza uno de los partidos de línea dura pro-colonos de la coalición, pidió que la revisión siguiera adelante.
"No debemos detener la reforma judicial y no debemos rendirnos a la anarquía", tuiteó.
CONVOCATORIA DE HUELGA GENERAL
El nuevo séquel, que ha sufrido grandes oscilaciones en las últimas semanas a medida que se desarrollaban las turbulencias políticas, perdía un 0,7% en las primeras operaciones, antes de recuperar algo de terreno a medida que crecían las expectativas de que se paralizaría la legislación.
A medida que se extendía la oposición, el jefe del sindicato Histadrut, Arnon Bar-David, convocó una huelga general si no se detenían las propuestas.
"Devuelvan la cordura al país. Si no anuncian hoy en rueda de prensa que han cambiado de opinión, iremos a la huelga".
La reforma judicial, que daría al ejecutivo más control sobre el nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo y permitiría al Gobierno anular las sentencias de los tribunales sobre la base de una mayoría parlamentaria simple, ha suscitado protestas masivas durante semanas.
Mientras que el Gobierno afirma que la reforma es necesaria para frenar a los jueces activistas y establecer un equilibrio adecuado entre el Gobierno electo y el poder judicial, los opositores la consideran un debilitamiento de los controles y equilibrios legales y una amenaza para la democracia de Israel.
Netanyahu, quien está siendo juzgado por cargos de corrupción que él niega, se ha comprometido hasta ahora a seguir adelante con el proyecto y una parte central del paquete de reformas, un proyecto de ley que reforzaría el control político sobre los nombramientos judiciales, se votará en el Parlamento esta semana.
Además de suscitar la oposición de la clase empresarial, el proyecto ha causado alarma entre los aliados de Israel. Estados Unidos se declaró profundamente preocupado por los acontecimientos del domingo y consideró urgente llegar a un compromiso, al tiempo que reiteró sus llamamientos a salvaguardar los valores democráticos.
Por Maayan Lubell
(Información adicional de Ari Rabinovitch, Dan Williams, Henriette Chacar, Steve Scheer y James Mackenzie; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)