La Policía cifra en 89 el número de desaparecidos en la Comunidad Valenciana tras la DANA

Los Servicios de Emergencia que trabajan en Letur tras el paso de la devastadora DANA han hallado un cuarto cadáver a casi un kilómetro del centro de la pequeña localidad de 1.000 habitantes, según han confirmado este martes. Se sigue buscando a dos personas desaparecidas en el pueblo.

En la región de Valencia, unas 89 personas siguen desaparecidas tras las inundaciones de la semana pasada, según las cifras ofrecidas por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado que se ha aprobado un paquete de ayuda de 10.600 millones de euros para ayudar a las víctimas de las inundaciones repentinas que azotaron la costa este del país alrededor de Valencia la semana pasada.

En una conferencia de prensa en Madrid, Sánchez comparó el paquete con las medidas adoptadas durante la pandemia de COVID-19. Calificó la ayuda financiera como "un buen primer paso, un paso ágil y ambicioso con medidas concretas y realistas que ya están en vigor y que ayudarán a las personas y las empresas en los próximos días y semanas", antes de agregar que también se ha presentado una solicitud formal para acceder a los fondos de ayuda de la UE.

Reacción contra la sensación de abandono de los afectados

Se produce en medio de un enfado generalizado por la débil respuesta del Gobierno regional de la Comunidad Valenciana y del Gobierno de la nación al desastre, algo que quedó de manifiesto el domingo cuando una multitud arrojó barro a los Reyes de España, al presidente del Gobierno y a los líderes regionales cuando hicieron su primera visita al municipio de Paiporta. Unas agresiones que han sido denunciadas como organizadas por grupos de extrema derecha.

Las continuas tormentas en el este de España han matado al menos a 217 personas, la mayoría cerca de Valencia, pero se espera que el número de muertos aumente a medida que se despejen más estacionamientos subterráneos.

Las autoridades españolas todavía tienen dificultades para acceder a algunas zonas porque grandes franjas de tierra están cubiertas de barro y escombros.

"Siempre me viene a la cabeza la misma palabra: apocalíptico", afirma Thierry Velu, presidente de la ONG francesa de ayuda a catástrofes Groupe de Secours Catastrophe, que ha enviado hombres y material al lugar con carácter de urgencia. Compara la catástrofe actual en España con el tsunami de 2004 en el sudeste asiático. "Estuve allí", explica, "y recuerdo los millones de metros cúbicos de agua, escombros y barro que lo invadieron todo".

Preocupación por la salud pública

También existe la preocupación de que la cantidad de barro y escombros pueda causar problemas de salud pública. El barro no está formado únicamente por agua, tierra y otros elementos naturales que se encuentran en un río o en el mar.

"Durante las inundaciones en zonas urbanas, el lodo se compone de más elementos", explica Valérie Emphoux, responsable de la gestión del riesgo de inundaciones de la comunidad urbana de Antibes.

En Valencia, como después de cada inundación, tod apremia. "Si es posible, hay que limpiar antes de que se sequen los lodos", afirma Emphoux. Cuanto más deprisa se avanza, menos tiempo tienen los gérmenes y las bacterias para desarrollarse, pero una vez que el suelo está seco, es casi imposible eliminarlo todo".

Las autoridades españolas se toman muy en serio los riesgos. El propio Ministerio de Sanidad ha publicado finalmente una lista de recomendaciones sanitarias para los vecinos y los voluntarios que han venido de todo el país para ayudar.