Gobierno de España se acerca a imposición de mandato directo sobre Cataluña

La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Saenz de Santamaría hablando durante una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa en Madrid, España, 16 de octubre de 2017. REUTERS/Juan Medina

Por Julien Toyer y Sam Edwards

MADRID/BARCELONA (Reuters) - España se acercó más el lunes a la imposición de un mandato central directo sobre Cataluña para frenar su ofensiva independentista después de que el líder regional, Carles Puigdemont, no dejó claras sus intenciones dentro del plazo fijado por el Ejecutivo.

Por otra parte, la Audiencia Nacional española prohibió que el jefe de la policía catalana (Mossos d'Esquadra) salga del país mientras es investigado por sospechas de sedición.

En una confrontación observada con creciente ansiedad en las capitales y mercados de Europa, Puigdemont no ofreció una posición clara ante Madrid sobre si había declarado o no la independencia de la comunidad autonómica.

En una carta enviada al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, Puigdemont no respondió directamente las preguntas sobre la declaración de independencia y, en su lugar, hizo una propuesta para sostener un diálogo "honesto y sincero" entre los dos dirigentes en los próximos dos meses.

En respuesta, Rajoy dijo que las acciones de Puigdemont habían llevado a Madrid más cerca de activar el artículo 155 de la Constitución, que le permite establecer un control directo sobre cualquiera de las 17 comunidades autónomas españolas si rompen la ley.

La campaña del gobierno catalán para abandonar España ha llevado al país a su peor crisis política desde el fallido golpe de estado de 1981.

En las últimas semanas, miles de personas se manifestaron en la capital catalana, Barcelona, y en otras ciudades españolas a favor y en contra de la independencia. En general, la crisis ha estado libre de violencia, a excepción del referendo independentista celebrado el 1 de octubre por el gobierno catalán, cuando agentes de la Policía Nacional cargaron contra los ciudadanos para intentar impedir la votación.

Una juez de la Audiencia Nacional ordenó el lunes la retirada del pasaporte al jefe de los Mossos, Josep Lluis Trapero, pero rechazó una petición de la Fiscalía de decretar su prisión incondicional mientras continúa la investigación.

Trapero es considerado un héroe por los secesionistas después de que sus efectivos adoptaron una postura mucho más suave que la Policía Nacional en sus órdenes para hacer cumplir la prohibición del referendo.

Aún no ha sido acusado formalmente de sedición, pero los fiscales aseguran que no ordenó a sus agentes rescatar a los policías nacionales atrapados el mes pasado dentro de un edificio en Barcelona rodeado por separatistas. La juez Carmen Lamela indicó que no hay pruebas suficientes para detenerle, pero no descartó hacerlo si aparecen nuevas evidencias.

Las autoridades catalanas afirman que los votantes apoyaron de forma abrumadora la secesión en el referendo, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. El martes pasado, Puigdemont realizó una declaración simbólica de independencia que suspendió inmediatamente, haciendo un llamado a sostener un diálogo con Madrid sobre el futuro de la región.

El Ejecutivo central descarta mantener conversaciones hasta que Puigdemont no abandone sus exigencias y le dio hasta el jueves a las 10.00 hora local (0800 GMT) para dar marcha atrás a sus planes. La televisión regional catalana TV3 indicó que el líder catalán tiene previsto ignorar también este plazo.

(Reporte adicional de Raquel Castillo y Angus Berwick; editado en español por Marion Giraldo y Carlos Serrano)