Colombia termina cese al fuego con la mayoría de la disidencia FARC Estado Mayor Central

BOGOTÁ (AP) — El gobierno colombiano puso fin al cese del fuego bilateral con la mayor parte de la disidencia autodenominada Estado Mayor Central de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que se levantó de una mesa de negociación de paz, informó el martes la cúpula militar.

El alto el fuego con el Estado Mayor Central (EMC) —liderado por quienes se negaron a firmar en 2016 el acuerdo de paz entre el Estado y las FARC— venció a la medianoche del lunes, por lo que se esperaba que el gobierno tomara la decisión de prorrogarlo o suspenderlo.

Las autoridades tomaron una decisión mixta: lo prorrogaron hasta el 15 de octubre con una facción que continúa en la mesa de negociación compuesta por 16 estructuras y le puso fin con el resto del Estado Mayor Central que suma 24 estructuras.

Contra las 24 estructuras que ya no están en negociaciones de paz, las fuerzas militares iniciarán operaciones ofensivas, dijo a la prensa el almirante Francisco Cubides Granados, comandante de las Fuerzas Armadas.

Las divisiones al interior del Estado Mayor Central provocaron una crisis en la mesa de negociación con el gobierno instalada en octubre de 2023. La ruptura interna quedó en evidencia en marzo de este año, cuando la estructura armada atacó a una población indígena y asesinó a una de sus líderes, lo que provocó que el gobierno suspendiera el cese del fuego en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, en el suroeste del país.

Luego de esa suspensión, la estructura armada arreció los ataques con explosivos en el suroeste del país y una facción al mando de alias “Iván Mordisco” se negó a continuar dialogando.

Para Elizabeth Dickinson, analista senior para Colombia del International Crisis Group, la suspensión del cese del fuego con la facción que no dialoga envía un mensaje a esas tropas: quien no esté en la negociación no puede beneficiarse tácticamente de un alto el fuego.

“Es importante para aclarar los términos del cese al fuego a quién se puede combatir y a quién no, porque hasta ahora a partir de la fractura del EMC otras tropas de alias Iván Mordisco todavía se beneficiaban del cese del fuego pese a estar fuera de la mesa y en modo combativo contra la fuerza pública”, señaló Dickinson a The Associated Press.

El reto, agregó la analista, se dará en los lugares del país donde tienen presencia ambas facciones de la disidencia, por lo que la fuerza pública deberá poder identificar cuál es cuál para sus acciones ofensivas.

Según el Ministerio de Defensa, se creará un comité en el que se elaborará un protocolo para la georreferenciación de los frentes disidentes, delimitando las áreas donde están presentes.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, señaló a la prensa que el gobierno planteó “líneas rojas” o acciones no permitidas a la facción de la disidencia que continúa en la mesa de negociación y que de ser verificadas darían lugar a la terminación del cese al fuego.

Las “líneas rojas” comprenden asesinatos de defensores de derechos humanos, de los excombatientes de las FARC que se mantienen dentro del proceso de paz firmado en 2016 y acciones contra la fuerza pública que impliquen ataques con artefactos explosivos.

Los asesinatos de defensores de derechos humanos y excombatientes son una preocupación constante en Colombia y para la comunidad internacional que apoya los acuerdos de paz. Según las Naciones Unidas, desde la firma del acuerdo de paz hace siete años y hasta junio han sido asesinados 421 excombatientes de las extintas FARC que entregaron las armas, mientras que en lo que va de 2024, han recibido 82 denuncias de asesinatos de defensores, de los cuales han logrado verificar 26.