Gobierno boliviano y Evo Morales se acusan de generar clima de violencia

El gobierno del presidente boliviano Luis Arce y su exaliado Evo Morales se acusaron este domingo de generar un clima de violencia, mientras una marcha del exmandatario y miles de sus seguidores se acerca a la ciudad de La Paz.

La canciller Celinda Sosa envió notas al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres; al alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Tünk; y a la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tania Reneaum Panszi, para informarles sobre la situación boliviana.

“Observamos una amenaza y asedio de una violenta marcha encabezada por el expresidente Evo Morales Ayma, que se dirige hacia la ciudad de La Paz, sede de gobierno boliviano. Esta movilización no tiene como fin una reivindicación social, su objetivo primordial es interrumpir el actual mandato constitucional”, afirmó Sosa en sus misivas.

Acotó que esa interrupción del gobierno de Arce sería “a través del adelanto de elecciones nacionales y que se viabilice una nueva candidatura del Sr. Morales, a pesar de que la Constitución Política del Estado no lo permite”.

“Nuestro Gobierno tiene un firme compromiso con la democracia, el respeto a los derechos humanos y tiene la convicción de que el diálogo es la mejor vía para afrontar las diferencias”, señala un comunicado de Cancillería.

Morales (2006-2019) y Arce están enfrentados por el liderazgo en el oficialismo y por la candidatura presidencial para las elecciones agosto de 2025, aunque sólo el exgobernante anticipó que quiere postularse.

Morales y al menos 10,000 de sus seguidores arrancaron una marcha el martes desde el poblado de Caracollo, 190 km sur de La Paz, hasta la Sede de gobierno. El exjefe de estado aseguró que es contra la crisis económica que se manifiesta en la falta de dólares y combustibles.

El exmandatario, quien comanda la caminata, señaló que el gobierno desplazó a unos 6,000 policías para detener la marcha y está movilizando a grupos civiles de choque y a empleados públicos para detenerlos.

Acotó que “si hay algún herido o muerto es de responsabilidad del gobierno”.

Incluso reveló que fue advertido de que intentarían matarlo y que, por lo tanto, algunos policías y militares, a quienes no identificó, le “hicieron llegar chalecos antibalas, preocupados”.

Morales y su gente tenía previsto llegar este domingo a unos 25 kilómetros de la ciudad de El Alto, paso obligado para llegar a La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

En El Alto, grupos civiles afines a Arce se instalaron desde este domingo en una avenida principal para impedir que la marcha de Morales continúe y llegue a La Paz.

El Gobierno de Arce considera que la marcha promovida por Morales tiene la intención de promover un “golpe de Estado” y que asuma la Presidencia del país el titular del Senado, Andrónico Rodríguez, que es afín al exgobernante, para habilitar así su candidatura.

Morales y Arce están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la Administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS, aún en manos del expresidente, algo en lo que las facciones leales a ambos no han podido ponerse de acuerdo.