Gobierno de Biden restaura política sobre ilegitimidad de asentamientos israelíes

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, durante una conferencia de prensa en la casa de gobierno, en Buenos Aires, Argentina, el viernes 23 de febrero de 2024. (AP Foto/Gustavo Garello)

WASHINGTON (AP) — El gobierno de Biden restableció el viernes una conclusión jurídica de Estados Unidos de hace casi 50 años según la cual los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados son “ilegítimos” según el derecho internacional.

El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos cree que los asentamientos son incompatibles con las obligaciones de Israel, revirtiendo una determinación hecha por su predecesor, Mike Pompeo, en el último cambio que hace el gobierno de Biden a políticas pro-Israel adoptadas por el expresidente Donald Trump.

Los comentarios de Blinken se produjeron en respuesta a la pregunta de un periodista sobre un anuncio de que Israel construiría más de 3.300 nuevas viviendas en asentamientos de Cisjordania como respuesta a un ataque palestino.

No estaba claro por qué Blinken eligió este momento, después de más de tres años en el cargo, para revocar la decisión de Pompeo. Pero se produjo en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos e Israel por la guerra de Gaza, y el último anuncio de asentamientos no hizo sino aumentar las diferencias. También se produjo en un momento en el que la Corte Internacional de Justicia está celebrando audiencias sobre la legalidad de la ocupación israelí.

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Los funcionarios del gobierno de Biden no consideraron los comentarios de Blinken como una revocación, pero sólo porque afirman que la determinación de Pompeo nunca se emitió formalmente. Los abogados del gobierno de Biden concluyeron que la determinación de Pompeo era simplemente su opinión y no legalmente vinculante, según dos funcionarios del gobierno que hablaron bajo condición de anonimato para abordar discusiones privadas.

Pero emitido formalmente o no, el anuncio de Pompeo en noviembre de 2019 fue ampliamente aceptado como política de Estados Unidos y no había sido repudiado públicamente hasta que Blinken habló el viernes.

Hablando en Buenos Aires, la capital de Argentina, Blinken dijo que Estados Unidos estaba “decepcionado” al enterarse del nuevo plan de asentamientos anunciado por el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, después de que tres individuos palestinos abrieran fuego contra automóviles cerca del asentamiento de Maale Adumim, donde mataron a un israelí e hirieron a otros cinco.

Blinken condenó el ataque, pero afirmó que Estados Unidos se opone a la expansión de los asentamientos y dejó claro que Washington se atendría una vez más a la conclusión jurídica de la era de la administración Carter que determinaba que los asentamientos no eran compatibles con el derecho internacional.

“Ha sido la política de Estados Unidos bajo gobiernos republicanos y demócratas que los nuevos asentamientos son contraproducentes para lograr una paz duradera”, dijo en su conferencia de prensa con la ministra argentina de Asuntos Exteriores, Diana Mondino.

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“También son incompatibles con el derecho internacional. Nuestro gobierno mantiene una firme oposición a la expansión de los asentamientos y, a nuestro juicio, esto sólo debilita, no fortalece, la seguridad de Israel”, añadió Blinken.

Durante décadas, la política de Estados Unidos sobre los asentamientos se guio por la determinación de 1978 conocida como “Memorándum Hansell”, redactada por el entonces asesor jurídico del Departamento de Estado, Herbert Hansell. La conclusión de Hansell no decía que los asentamientos fueran “ilegales” sino “ilegítimos”. No obstante, ese memorando dio forma a décadas de política de Estados Unidos sobre la cuestión.

Pompeo repudió esa política en noviembre de 2019. El gobierno de Biden había considerado durante mucho tiempo volver a implementarla mientras buscaba ajustar su estrategia en Oriente Medio. Esas deliberaciones habían cobrado fuerza a medida que la respuesta de Israel a los ataques de Hamás del 7 de octubre atraía críticas internacionales cada vez más intensas.