Otro giro de Trump en Medio Oriente: retira las tropas del norte de Siria y le abre la puerta a una invasión de Turquía

Qamishili, SIRIA.- En otro giro de la política exterior de la Casa Blanca, las fuerzas de Estados Unidos en el norte de Siria iniciaron hoy su retirada de las zonas cercanas a la frontera con Turquía, abriendo la vía a una ofensiva militar turca contra milicias kurdas y avivando temores sobre un resurgimiento jihadista en la región.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), alianza de combatientes kurdos y árabes, indicaron en un comunicado que las "fuerzas estadounidenses se retiraban de las zonas fronterizas con Turquía" mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) confirmó una retirada de las tropas de Estados Unidos de posiciones clave en Ras al Ain y Tal Abyad.

Estados Unidos había anunciado ayer por la noche que esa retirada permitirá a Turquía llevar a cabo "pronto" una incursión militar "prevista desde hace tiempo en el norte de Siria".

En una serie de tuits, el presidente Donald Trump dijo hoy que era tiempo de salir de estas "ridículas guerras sin fin" y de "traer a los soldados americanos de regreso a casa". "Turquía, Europa, Siria, Irán, Irak, Rusia y los kurdos ahora tendrán que resolver la situación y lo que quieren hacer con los combatientes capturados de ISIS en su "vecindario". Todos odian a ISIS, han sido enemigos durante años. ¡Estamos a 7000 millas de distancia y volveremos a aplastar a ISIS si se acercan a nosotros!", agregó el mandatario.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció hoy que su ejército estaba listo para lanzar en cualquier momento esas operaciones contra milicias kurdas en Siria, tras el anuncio de Washington de que no se opondría a esa intervención.

"Hay una frase que usamos siempre: podemos llegar cualquier noche sin aviso", dijo Erdogan a los periodistas en una intervención en la televisión.

Turquía está decidida a "limpiar" el norte de Siria de "terroristas" que amenazan su seguridad, declaró a su vez el ministro turco de Exteriores. "Estamos decididos a proteger nuestra seguridad limpiando esta región de terroristas", declaró Mevlüt Cavusoglu.

Turquía considera "terroristas" a las milicias kurdas de Siria, debido a sus vínculos con el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), una organización kurda que libra una sangrienta guerrilla en territorio turco desde 1984.

El senador Lindsey Graham, uno de los republicanos más cercanos a Donald Trump, instó al presidente estadounidense a "revocar la decisión" de retirar las tropas estadounidenses del norte de Siria, estimando que la medida era un "desastre en ciernes".

"Si este plan sigue adelante se presentará una resolución del Senado oponiéndose y solicitando la revocación de esta decisión. Espero que reciba un fuerte apoyo bipartidista", dijo el congresista republicano en un tuit.

¿Resurgimiento del Estado Islámico?

Esta situación refleja un claro cambio de estrategia por parte de Estados Unidos, que abandona así a los kurdos, cuyas milicias fueron el principal aliado de Washington en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) advirtieron por su parte que una operación turca provocaría el resurgimiento de la organización ultrarradical y terminaría con "años de exitosos combates" contra las yihadistas, lo que rechazó Ankara.

Algunos de los líderes del EI que han sobrevivido podrían regresar, según las FDS, y amenazaría también las cárceles y los campamentos que ellos dirigen y en los que albergan a numerosos yihadistas y sus familias.

Las FDS, apoyadas por la coalición internacional antiyihadista liderada por Washington, combatieron durante años contra el EI y conquistaron en marzo su último bastión en Siria, en Baguz.

"Las fuerzas de Estados Unidos, tras derrotar al 'califato' territorial del EI ya no estarán más en el área inmediata", señaló un comunicado de la Casa Blanca, emitido ayer por la noche.

"Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos no apoyarán ni se involucrarán en la operación", añadió la nota.

Erdogan había afirmado el martes pasado que Turquía estaba perdiendo la paciencia con Washington, sobre la creación de una "zona de seguridad" en el norte de Siria. Y amenazó con una operación militar inminente.

Esta zona tiene que crearse entre la frontera turca y las zonas sirias controladas por la milicia kurda de la Unidades de Protección Popular (YPG), punta de lanza de las FDS.

¿Prepararse "para lo peor"?

La ONU afirmó por su lado hoy que se preparaba "para lo peor" en el norte de Siria, después de la retirada de Estados Unidos y su anuencia ante una intervención militar turca.

"No sabemos qué ocurrirá. Pero nos preparamos para lo peor", dijo el coordinador de la ONU para las operaciones humanitarias en Siria, Panos Moumtzis, subrayando que la ONU está en contacto "con ambas partes en el campo".

Además, la Unión Europea (UE) advirtió que una ofensiva militar turca contra milicias kurdas en el norte de Siria perjudicaría a la población civil y provocaría "desplazamientos masivos" de población, indicó la vocera de la diplomacia europea.

"La reanudación de las hostilidades armadas en el noreste no sólo exacerbará el sufrimiento de la población civil y provocará desplazamientos masivos, sino que también pondrá en peligro los esfuerzos políticos en curso", aseguró en rueda de prensa Maja Kocijancic.

Agencias AFP y AP