Giro de Italia: Benjamin Thomas ganó la accidentada quinta etapa con un ataque sorpresivo y mandó a callar a los italianos

El francés Benjamin Thomas obtuvo este miércoles la victoria parcial más importante de su carrera al ganar la quinta etapa del Giro de Italia, en el que el esloveno Tadej Pogacar logró mantenerse como líder de la clasificación general al cabo de 178 kilómetros entre Génova y Lucca, en un recorrido plagado de curvas, subidas y bajadas. Allí, también se registraron duras caídas.

En un inesperado desenlace, el ciclista galo emergió en una escapada y superó a tres rivales en los metros finales, entre ellos al danés Michael Valgren y al italiano Andrea Pietrobon, que había tomado una buena diferencia al frente y sentía, desde los costados del camino, el aliento y los festejos anticipados, ya con la meta por delante. Pero surgió Thomas y los mandó a callar a todos.

“Fue una larguísima persecución de equipos y una escapada espectacular. Aún no me lo creo. Fue muy duro al final, cada pedaleo fue a fondo. Esto es algo increíble”, describió el corredor del equipo Cofidis, de 28 años y residente en... Italia. El vencedor presume de ser cuatro veces campeón del mundo en ciclismo de pista, pero nunca había ganado una etapa en una de las grandes carreras el circuito de ruta.

Thomas estuvo a punto de llevarse una etapa en el Tour de Francia hace dos años, pero fue cazado en los últimos 100 metros en Carcassonne, una ciudad amurallada bastante similar a Lucca. Le valió de experiencia, sobre todo cuando tuvo temple de acero para reservar energías hasta el final, con tres competidores por delante, la adrenalina en alza y el final en el horizonte.

“Me acordé de Carcassonne en el último kilómetro y ahí me dije que hoy era mi día. Creo que nadie apostó esta vez por los atacantes”, agregó quien pasó al primer puesto casi con la línea de llegada delante de su nariz, se paró en los pedales, señaló su pecho y realizó el gesto típico de cerrar la boca, ante cientos de fanáticos locales en la zona.

Se produjeron varios accidentes, pero nadie quedó lastimado de gravedad y todos los aspirantes al título lograron esquivarlos. De todos modos, varios de los involucrados debieron ser atendidos tras las espectaculares caídas. Desde la del francés Christophe Laporte, al que el manubrio se le aflojó cuando estaba algo distraído hablando con un compañero y quedó con varias partes de su cuerpo ensangrentadas. Hasta los cinco que no pudieron eludir una señal de tránsito, con el canadiense Riley Pickrell llevándose la peor parte por un corte profundo en la cara.

Más adelante, ocho ciclistas que iban en el medio del pelotón quedaron desparramados entre la ruta, una delgada banquina y el césped, entre dos árboles. Allí, el africano Henok Mulubrhan sumó su segunda caída del día. Pudo continuar como para completar el recorrido, pero cayó 22 posiciones en el clasificador general.

Pogacar, el dos veces campeón del Tour de Francia, llegó sin sobresaltos junto al pelotón y mantuvo la ventaja de 46 segundos sobre el galés Geraint Thomas y de 47 por delante del colombiano Daniel Martínez, sus dos perseguidores más cercanos. “Fue un día interesante. La última hora pasó muy rápida y con un final muy tenso”, analizó. “Mañana tendremos una etapa para estar bien concentrados y evitar no perder tiempo. Hay que conseguir salir sanos y salvos”, completó.

La etapa del jueves será llana al principio, pero luego tendrá dos ascensos significativos al cubrir los 180 kilómetros desde Torre Del Lago Puccini, en las afueras Viareggio, hasta Rapolano Terme. El Giro culminará en Roma el 26 de mayo.

El resumen de la quinta etapa