Gimnasta australiana Brown clasifica para los Juegos Olímpicos y compite por Nueva Zelanda

Foto de archivo de Georgia-Rose Brown compitiendo para Australia en el Mundial de Gimnasia Artística en Liverpool

Por Ian Ransom

MELBOURNE (Reuters) - Tras subir al podio con Australia en los Juegos de la Mancomunidad, la gimnasta Georgia-Rose Brown cumplirá en París un sueño olímpico, largamente esperado, con una malla neozelandesa.

Nacida en el estado australiano de Queensland, al este del país, y asentada en Melbourne, Brown representará a Nueva Zelanda en el competencia general a los 29 años, después de encabezar la clasificación en las barras asimétricas en las recientes pruebas clasificatorias para la Copa Mundial.

Brown, que ganó tres medallas en los Juegos de la Mancomunidad entre 2014 y 2018, decidió cambiar de filiación el año pasado y, con la venia de Gymnastics Australia, el Comité Olímpico Internacional lo aprobó en enero.

El cambio desencadenó un nuevo impulso para una gimnasta que llevaba mucho tiempo anhelando un traje olímpico, pero que nunca había logrado clasificar.

"El equipo neozelandés me ha acogido muy bien. He vivido una experiencia increíble durante los cuatro primeros meses de este año", declaró a la prensa el jueves, tras ser confirmada en el equipo olímpico.

"Ha sido un torbellino, pero ha sido una locura y de hecho es -probablemente hasta la fecha- lo más destacado de mi carrera".

Los atletas de Australia y Nueva Zelanda representaron en su momento al mismo equipo de Australasia en los Olímpicos, hasta que compitieron bajo sus propias banderas en los Juegos de 1920 en Amberes.

Las naciones trans-tasmanas han disfrutado durante mucho tiempo de su rivalidad en el deporte internacional, especialmente en rugby y cricket, aunque de vez en cuando se lamentan de los atletas que cruzan "la zanja" para representar al otro lado.

El cambio de Brown, sin embargo, sólo ha generado buenas vibraciones en ambos bandos y algunas bromas de amigos y colegas.

"Me dicen: '¿Dónde está tu acento? Nos gustaría mucho oírlo", dice Brown riendo.

(Reportaje de Ian Ransom en Melbourne; Editado en español por Héctor Espinoza)