Gigante cubano no cree en la presión de Miami y espera deslumbrar en su debut en la UFC 299

Por primera vez en su carrera profesional Robelis Despaigne sintió lo que era pertenecer a la UFC.

Como parte de la maquinaria de promoción de la empresa, el cubano participó en varias entrevistas con medios importantes, firmó afiches y hasta se tomó fotos con estrellas de la talla de Marlon “Chito’’ Vera.

Con sus dos metros de estatura, sus 265 libras de peso y sus manos extensas -su alcance es de 87 pulgadas- como murallas, el gigante cubano despertó asombro en el cuartel general de medios, pero la verdadera prueba de fuego, la pertenencia total y absoluta al mejor circuito de artes marciales del mundo llegará este sábado cuando debute en el evento UFC 299 (ESPN PPV), que tendrá lugar en el Kaseya Center de Miami.

“Esperen lo mejor de mí’’, comentó Despaigne sobre su debut.

“Siempre tengo la mirada bien alta y voy a buscar lo mejor que se pueda lograr en el deporte. Mucha gente sabe lo sacrificado que soy para estas cosas. Este año espero avanzar bastante en la UFC. Ojalá y pueda terminar entre los mejores cinco de la división’’.

Despaigne (4-0 MMA) hará su primera presentación promocional contra Josh Parisian (15-7 MMA, 2-4 UFC) delante de muchos compatriotas que esperan ver cómo le irá a este peleador santiaguero tras haber ganado sus primeros cuatro combates por nocaut en el primer asalto.

Para que se tenga una idea de lo explosivo que ha sido el antillano, baste decir que sus últimos tres enfrentamientos combinados han durado un total de 19 minutos, pero él sabe muy bien que la UFC es un animal diferente y superior a todas las empresas en que participara antes de llegar aquí.

“Entreno bastante, demasiado’’, agregó Despaigne.

Robelis Despaigne durante una firma de afiches de la UFC 299 que tendrá lugar este 9 de marzo en Miami. ANDRES BERMUDEZ JR./CORTESIA
Robelis Despaigne durante una firma de afiches de la UFC 299 que tendrá lugar este 9 de marzo en Miami. ANDRES BERMUDEZ JR./CORTESIA

“Sé que es un deporte difícil. Por eso me enfoqué bastante en el boxeo. La idea era enmascarar las piernas, que eran mi fuerte, con las manos. El boxeo se me ha dado bien, al igual que el jiu-jitsu. Ya tengo bastante buen piso. Pero yo mismo me he sorprendido con el boxeo, de la pegada y lo bien que se me da’’.

Mucho de este combate va a depender de la manera en que Despaigne le pueda llegar con su alcance enorme a Parisian y si este posee una barbilla lo suficientemente fuerte para resistir la potencia de su oponente, pero los matchmakers de la UFC saben, la mayoría de las veces, lo que hacen al situar los enfrentamientos.

La mayor prueba vendría más adelante cuando un striker de alto nivel como Despaigne enfrente a grapplers pesados como lo pueden ser Curtis Blaydes o Jailton Almeida, quienes también forman parte de esta cartelera y aspiran a posicionarse cerca de una pelea por el título del peso completo en poder de Jon Jones, aunque el inglés Tom Aspinall posee una faja interina.

“Me estoy preparando para después de esta pelea optar por alguien entre los mejores 15 y luego contra alguien de los 10 mejores’’, explicó Despaigne.

Del ecuatoriano Vera al cubano Despaigne, la UFC 299 en Miami agita con fuerza la pasión de los aficionados

“Seguir escalando rápidamente para estar en el lugar que quiero. Siempre hemos querido pelear por la faja ya sea contra Tom Aspinall o Jon Jones. Siempre he visualizado a Jon Jones, que es el mejor de todos los tiempos. Va a ser una pelea muy atractiva’’.

Nacido en Santiago de Cuba, Despaigne se adjudicó la medalla de bronce en taekwondo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, además de sumar dos preseas del mismo metal en campeonatos mundiales, así como el oro en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe en México 2014.

Cuando debute, Despaigne se convertirá en el último peleador que participó en Juegos Olímpicos y que llega a la UFC, como sucedió con los laureados Henry Cejudo, ganador del oro en la cita de Beijing, y la exreina del peso gallo Ronda Rousey, quien fue la primera mujer en conquistar una medalla en ese tipo de eventos con su plata igualmente en la capital china.

Yoel Romero pensaba usar la lucha, pero al final todo cambió. Nunca lo vi patear tanto

De manera no oficial, Despaigne se convierte en el siguiente cubano que busca recoger la antorcha dejada por el legendario Yoel Romero, quien peleó dos veces por un título mundial, a pesar de haber llegado a la UFC bien entrado en sus 30 años y que aún se mantiene activo y vigente a los 46, pero en PFL y Bellator.

“Me acuerdo claramente de la pelea de Yoel Romero en Sidney’’, apuntó Despaigne.

“Vi muchas de sus peleas. Mi mamá seguía mucho a Romero porque era un tipo muy duro y muy fuerte. Era espectacular verle. Cuando entré al Cerro Pelado [de alto rendimiento] todavía Yoel estaba ahí. Lo admiro por lo duro que es como persona, lo entregado al deporte. Quisiera tener la misma trayectoria y llegar hasta donde él llegó en la UFC’’.