Gelliset Valdés habla de las ‘guajiras’, los ex y el éxito en Miami. ‘Lo mejor es que puedo lograr más’

Muchos conocen a la actriz Gelliset Valdés por interpretar a la guajira Felipa y otros personajes del humor cubano que ahora se abren paso en Miami, pero pocos saben que una vez se dedicó a salvar pajaritos en su natal Pinar del Río.

“Andaba sin zapatos, me bañaba en los ríos, y cuando se desbordaban nos íbamos un montón de amiguitos, para salvar parajitos, para cuando viniera la corriente no arrastrara los nidos”, contó Valdés a el Nuevo Herald sobre una infancia entrañable aunque con múltiples carencias en Pinar del Río.

De allí salió a los 16 años para estudiar en La Habana, pero aun sigue teniendo en su corazón a Pinar del Río y su gente, que fueron motivo de preocupación durante el huracán Ian, que azotó la provincia en septiembre del 2022.

La anécdota de salvar pajaritos ilustra quién es Valdés, porque dedica innumerables palabras de agradecimiento a sus colegas del medio –casi no queda un humorista cubano con el que no haya trabajado–; para el público que los apoya en Miami y a través de las redes sociales, y por las oportunidades de trabajo que ha encontrado.

“En dos años he logrado mantenerme trabajando en lo que amo, que es la actuación y escribir. He podido vivir en un país que no es el mío, siendo una recién llegada. Eso para mí es un logro importantísimo”, dice Gelliset sobre su vida en Estados Unidos, que comenzó en diciembre del 2021 cuando cruzó la frontera junto a su esposo, el director de medios audivisuales y guionista Delso Aquino.

En entrevista con el Nuevo Herald, Valdés cuenta cómo se han tenido que reinventar en Miami las “guajiras” (Felipa y Arturita), los personajes humorísticos que interpreta el dúo compuesto además por Yerlín Pérez.

También se refiere a la excelente relación que mantienen tanto Gelliset como su esposo Aquino con sus respectivas ex parejas, Nelson Gudín y Yerlín Pérez, con quienes tienen hijos.

“Hay personas –pocas– que lo critican, y yo no veo nada malo en estar rodeada de armonía y dar amor”, dice Gelliset, que también comparte sus nuevos proyectos como actriz y su otra profesión en Miami. Es agente de bienes raíces y ya ha hecho una venta de casa y varios contratos de alquiler.

¿Qué tienen en común San Luis, Pinar de Río, donde naciste, y Miami, tu hogar hoy?

Ambos son mi hogar. Siempre me he sentido muy a gusto en Miami desde que llegué. Había venido varias veces a Miami y desde el primer viaje sentí que este podía ser mi hogar. No había tomado la determinación de quedarme por mi hijo, porque él no tenía manera de viajar acá. Lo llevé a entrevistas, y me lo negaron. Después estábamos esperando que le llegara el pasaporte español, pero yo tenía decidido venir a Miami desde hacía mucho tiempo. Aquí hay mucha gente que quiero.

Eso también es algo que tienen en común Miami y San Luis, está mi familia. Quien único me falta es mi mamá y dos hermanos que me quedan en Cuba por parte de padre, además de sobrinas, primos y vecinos.

Formas parte de una larga lista de actrices jóvenes que se han ido de Cuba en los últimos tiempos. ¿Qué te impulsó a tomar la decisión?

Yo había decidido desde la primera vez que salí que en algún punto yo me iba a ir otro país que no fuera Cuba. La primera vez fue a Panamá y pude darme cuenta de lo ciegos y engañados que nos han tenido en Cuba a las personas que no habíamos tenido la oportunidad de explorar el mundo. Y sí hay opciones, y si te enfocas, lo puedes lograr.

La primera vez que entré a un mercado, a un mall, vi todas las cosas que mi hijo se estaba perdiendo –no estoy hablando solo de cosas materiales, también espirituales, de saber que puedes hacer un plan con tu hijo, con tu familia, y que tienes que trabajar para ello. De todo eso me di cuenta, porque se amplía tu mundo, tus horizontes, y en ese momento, alrededor del 2010, dije: tengo que irme a otro país.

¿Cuáles son tus mayores logros en Miami?

Entré a este país en diciembre del 2021, y siento que he logrado mucho, estoy muy feliz de estar aquí, y lo mejor que tiene todo esto es que siento que puedo lograr mucho más.

He explorado otros caminos, me hice realtor. Tener una licencia de agente de bienes raíces para algunos puede ser: ‘Ay, una más’, pero para mí es muy grande, porque además estoy haciendo algo diferente a lo que he hecho toda mi vida. Nunca pensé que pudiera hacerlo. De hecho, soy de las personas que te voy a vender una cosa y termino regalándola. Aquí he tenido que aprender, utilizar otras herramientas, y estoy muy feliz de haberlo logrado.

Es un logro para mí que mi hijo se haya adaptado, que esté estudiando, que tenga un mundo que disfruta y que ama.

Es un logro además hacer millones de cosas sin tener que pensarlo tanto. Saco un pasaje con mi esposo, mi hijo y amigos para cualquier ciudad de Estados Unidos y nos vamos un fin de semana. Tener la economía para hacerlo –que tampoco es que tengamos la gran economía– pero se puede hacer porque aquí hay opciones para todos.

Vivo rentada, llevo dos años acá, pero ya estamos planificando invertir en real estate y eso es un logro, por lo menos tener el plan y poder prepararse para eso.

¿Cuéntanos de ‘La Habana en Hialeah’, en qué consiste, cómo y dónde puede verse?

Es un proyecto de Univista TV que surgió hace más de un año. Empezaron a hacer unos capítulos y se quedó en una primera temporada. Lo escribía Jaime Fort, un guionista cubano radicado en España, que escribía tambien Vivir del cuento, y es muy bueno creando comedia de situaciones

Estoy super feliz de formar parte de La Habana en Hialeah. Yo no estuve en la primera temporada, y en esta segunda me incorporaron como una sobrina de Chory, el protagonista, que lo interpreta Carlos “Pillín” Marrero, y Ruperto, que lo interpreta Omar Franco.

Se incorporó Irela Bravo, que es una adquisición fenomenal, que le da un toque a la comedia muy peculiar. Yo la admiro y la quiero muchísimo, es un ser humano espectacular y una actriz muy grande. Estoy muy orgullosa de poder trabajar al lado de ellos, de Yasbell Rodríguez, Pillín, Omar, Leo Maraca, José Coll.

Mi personaje es una recién llegada, se llama Yumi. Es un poco rescatando a Yumisisleidys, de Para no salir de casa, el primer personaje que hice en la televisión cubana. Era una guajirita que venía del campo, aquí el personaje es parecido, pero soy una recién llegada, con todos los conflictos de alguien que acaba de llegar, y está en casa de su tío, tratando de echar pa’ alante de la manera que ella cree, que a veces no es la mejor.

Las redes sociales han permitido que el público de la isla mantenga la comunicación con sus actores fuera de Cuba. ¿Qué te dicen en las redes?

Las redes sociales ahora mismo lo son todo. Más que nada nos mantienen muy cerquita del público, los que dejamos en Cuba, los que están acá, los que están esparcidos por el mundo y todavía siguen el trabajo de uno.

Hay muchas personas que dicen que las redes sociales son frías, o que tienen muchas cosas malas, y de todo hay que sacar la parte positiva. Es una manera de saber qué gusta y qué no. Es una retroalimentación importantísima.

Me dicen muchas cosas lindas por las redes sociales, que nos extrañan en Cuba, que ya no es igual, que se ha ido todo el mundo de la televisión, que si aquí está el ICRT [Instituto Cubano de Radio y Televisión].

Hago muchas fiestas los fines de semana, y nos reunimos muchos colegas, y a veces la gente se sorprende, y dice: wow, están todos allá. Hay otros que prefieren atacar, y dicen que soy lo que soy, gracias a aquello, y que aquí voy a sacrificar mi carrera para hacer otras cosas. Pero son minoría los que critican.

¿Cómo fue tu infancia y juventud en Pinar del Río y cómo llegas a la actuación?

Mi infancia y mi juventud fueron muy felices. Nací en una casa de madera y de guano en Pinar del Río y viví allí hasta los 16 años, con todas las carencias, pero aquello era mi pequeño paraíso. Andaba sin zapatos, me bañaba en los ríos. Nos íbamos para la playa, Las Salinas, en la costa sur. Allí éramos felices. Nos pasábamos una semana en unas casas de madera, cazábamos cangrejos por la noche.

Llegué a La Habana a los 16 años porque ya tenía otras curiosidades. Mi hermano vivía en La Habana y le dije a mi mamá que quería irme a estudiar para allá. Sin pensárselo dos veces, mi hermano me dijo: ‘Ven para acá’. Cogí una mochilita y me fui para La Habana sin saber qué iba a estudiar. Terminé 12 grado y empecé en el teatro, en la Casa de la Cultura de Calzada y 8 (en el Vedado), por casualidad.

Íbamos pasando una amiga y yo por la calle 23 y vimos una fila de personas para el programa de [Julio] Pulido, nos metimos y entramos a la grabación. Ahí empecé a conocer a personas que les gustaba la actuación, unas totalmente desconocidas y otros conocidas como Nelson Gudín “el Bacán”, Antolín el Pichón, Boncó Quiñongo, ellos me orientaron que fuera para la Casa de la Cultura.

Tu esposo es el director y guionista de televisión Delso Aquino, tu ex pareja y padre de tu hijo es el humorista Nelson Gudín, una de tus amigas y colaboradoras es la actriz Yerlín Pérez, ex esposa de Aquino. ¿Cómo logran mantener esa armonía?

Amor y respeto. Nosotros tenemos hijos en cada uno de los matrimonios, Yerlín y Aquino tienen un hijo, y Nelson y yo tenemos nuestro hijo, y no hay nada más maravilloso que criarse y crecer en un ambiente de armonía, y es lo que hemos construido por los niños y por nosotros. Somos una familia y estamos en las fiestas y en los problemas. Es bonito y estoy súper orgullosa de eso.

Yerlín es mi familia, es mi hermana y mi amiga, y Nelson y Aquino tienen las mejores relaciones también. Nelson y yo somos hermanos y Yerlín y Aquino se adoran. Todo sin hipocresía, de verdad de corazón. La esposa de Nelson es mi hermana, mi amiga y la amo, sobre todo por como ha sido con mi hijo y como es conmigo. El esposo de Yerlín es un hombre super maravilloso.

Yo salí de una familia que no es artista, aunque mi papá hacía chistes; mi familia paterna es de hacer chistes y maldades y estoy segura que lo saqué de ellos.

Tanto Yerlín como tú trabajan el personaje de la guajira, que me recuerda a una de sus mejores intérpretes, Eloísa Alvarez Guedes. ¿Cómo se lleva esa tradición humorística hoy en Miami?

Las guajiras han tenido que adaptarse y reinventarse aquí en Miami y no ha sido difícil porque Miami es la casa de muchos cubanos, y es lo más cercano a Cuba que podemos vivir.

Arturita y Felipa llegaron a Miami y encontraron un público que las conoce y las quiere, y eso es maravilloso. Yo, por lo menos, vine sin expectativas de nada. Sin embargo, llegué aquí y me encontré con muchos colegas que me ayudaron. Cuqui la Mora fue una de las primeras que me dijo: vamos a trabajar. Yo llegué sin Yerlín, que es mi dúo para hacer cabaret y esas cosas que siempre habíamos hecho en Cuba.

Cuqui me llevó a varios lugares para trabajar. Me di cuenta que el público aquí es genial, va al lugar porque te quiere ver a ti, porque tiene muchísimas opciones. No es como en Cuba, que hay dos lugares y la gente dice: ‘Vamos para allá a ver quién está’. Las personas van por ti y tienes el 50% ganado. Adoro al público de Miami.

Como muchos en Miami, te reinventas en otra profesión, cuéntanos de esos otros sombreros que se pone Gelliset.

Al llegar me di cuenta de que en Miami uno no tiene techo, no tiene límites. Empecé a leer libros de real estate, vi videos en YouTube y me gustó.

Empecé a estudiar en agosto y en septiembre ya era agente de bienes raíces. Lo hice porque me aterra pensar que me quede sin opciones, y soy ambiciosa, me gusta ser independiente y aprender conocer cosas nuevas.

Ya hice un cierre [de la venta de una casa], ya he hecho rentas, y ahora estoy con un cliente. He encontrado una familia en mi oficina, es un mundo diferente al mío, pero he logrado amarlo y abrazarlo tanto como lo mío. Y pudiera aprender más, quiero sacar la licencia de lender (agente de préstamos). Llegué un poco tarde, con 40 años, a este país, y no me voy a dejar poner frenos.

¿Qué proyectos tienes y dónde más te podremos ver en Miami?

Sigo con Univista TV, y seguimos haciendo La bodega, made in Miami; La Habana en Hialeah, y vienen otros proyectos nuevos en Univista que no tengo autorización para revelar.

Estamos haciendo Pateando la lata Miami, que sale cada domingo por un sitio de You Tube, Al Pairo TV, y está teniendo muchas buenas vistas. Modificamos el programa, lo hicimos más corto y le pusimos secciones, personajes y actores nuevos.

Estoy con PRONYR TV, plataforma que salió recientemente y que tienen que descargar porque van a ver a todos los actores cubanos que estamos en Miami haciendo series, cuentos y cosas dramáticas también. Ahí estamos creando mucho contenido, junto a Palenque. Se va a lanzar una serie, Lasguajiras.com, de 10 capítulos, es la parte de la vida de Arturita y Felipa de cómo llegaron a Estados Unidos y sus peripecias.

Por lo demás, mucho cabaret con Yerlín. Arturita y Felipa hacen mucho shows en centros nocturnos, en fiestas particulares, y por supuesto, que no puedo dejar de mencionar que si necesitas comprarte una casa, me puedes llamar (risas) porque a estas alturas de la vida, tengo que hacer promoción como artista y como agente de bienes raíces.

Nosotros no vamos a dejar de crear y tener proyectos, siempre agradeciendo el apoyo del público.