¿Quién está ganando terreno en Ucrania? Este año, nadie

Estudiantes de un internado militar, Lyceum No. 23, hacen una presentación de baile durante una ceremonia de hombreras en el Parque Volodímir Hill en Kiev, Ucrania, el viernes 29 de septiembre de 2023. (Brendan Hoffman/The New York Times)
Estudiantes de un internado militar, Lyceum No. 23, hacen una presentación de baile durante una ceremonia de hombreras en el Parque Volodímir Hill en Kiev, Ucrania, el viernes 29 de septiembre de 2023. (Brendan Hoffman/The New York Times)

El frente de batalla en Ucrania cambió poco durante el invierno. Rusia tenía como objetivo capturar la totalidad del Dombás, pero logró solo un avance pírrico.

Ucrania ha conseguido un progreso mínimo en su contraofensiva. Los densos campos minados y las fortificaciones de Rusia han causado que cada ataque sea muy costoso.

A pesar de nueve meses de combate cruento, poco menos de 1300 kilómetros cuadrados de territorio han cambiado de posesión desde principios de año. Un estancamiento prolongado podría debilitar el apoyo de Occidente a Ucrania.

Ambos bandos comenzaron el año con grandes ambiciones: Rusia quería capturar la región oriental del Dombás, mientras que Ucrania buscaba dividir a las fuerzas rusas con un ataque en el sur.

Ninguna ofensiva ha ido acorde al plan. La línea del frente, tras meses de combate y duras pérdidas humanas, sigue, en gran medida, sin cambios.

Agosto fue el mes en el que menos territorio cambió de bando en comparación con cualquier otro mes de la guerra, según el análisis de The New York Times con base en datos del Instituto para el Estudio de la Guerra. Si bien Ucrania obtuvo pequeños avances en el sur, Rusia puso bajo su control más territorio en general, en su mayoría en el noreste.

Los estudiantes de un internado militar, Lyceum No. 23, disfrutan de la vista del río Dniéper antes de una ceremonia de entrega de hombreras a los estudiantes en el Parque Volodímir Hill en Kiev, Ucrania, el viernes 29 de septiembre de 2023. (Brendan Hoffman/The New York Times)
Los estudiantes de un internado militar, Lyceum No. 23, disfrutan de la vista del río Dniéper antes de una ceremonia de entrega de hombreras a los estudiantes en el Parque Volodímir Hill en Kiev, Ucrania, el viernes 29 de septiembre de 2023. (Brendan Hoffman/The New York Times)

A lo largo del frente de batalla, cada kilómetro de territorio ha significado una gran lucha, a diferencia del rápido avance que Kiev logró en Járkov en septiembre de 2022, cuando las defensas rusas colapsaron tras un sorpresivo contrataque ucraniano.

Rusia y Ucrania han enfrentado desafíos similares este año. Ambos bandos están luchando por posiciones que han permanecido en gran medida atrincheradas durante meses o incluso años en algunas partes del este de Ucrania. Integrantes de la tropa y comandantes experimentados que murieron en etapas anteriores del conflicto han sido remplazados con reclutas nuevos que a menudo no cuentan con el entrenamiento suficiente.

La contraofensiva ucraniana ha tenido dificultades para avanzar por los campos abiertos en el sur. Enfrenta campos minados extensos y cientos de miles de fortificaciones (trincheras, zanjas antitanques y obstáculos de concreto) que Rusia construyó en el invierno para lentificar a los vehículos ucranianos y obligarlos a colocarse en posiciones donde pudieran ser atacados con mayor facilidad.

Cuando se suma el progreso de ambos bandos, Rusia ahora controla 500 kilómetros cuadrados más de territorio en Ucrania en comparación con el que tenía a principios de año.

Según Marina Miron, una investigadora posdoctoral en estudios bélicos en el King’s College London, el Ejército ruso parece estar cómodo con mantener el territorio que ya controla, en lugar de buscar avances rápidos. Miron precisó: “No pierde nada al no avanzar”.

Las fuerzas rusas superan en número a las ucranianas en una proporción de casi tres a uno en el campo de batalla y, con una mayor población para rellenar sus filas, Rusia podría considerar conveniente una defensa prolongada.

Miron agregó: “En esencia, la estrategia de los rusos en Ucrania consiste en dejar que los ucranianos luchen contra esas defensas, matar a tantos como sea posible y destruir todo el equipo occidental que puedan”.

Rusia controla alrededor del 18 por ciento de Ucrania (una porción de tierra más grande que Suiza). Dicha franja incluye a Crimea y parte del este de Ucrania, que ha ocupado desde 2014.

Esta desaceleración conlleva grandes riesgos para Ucrania. Si parece poco probable que recapture áreas grandes del país, el apoyo de Occidente podría menguar, ya sea mediante falta de voluntad política o falta de disposición a donar más armas; en especial, dada la espera de años para la entrega de equipo de repuesto.

Miron opinó: “Rusia está tratando de aguardar hasta que Occidente les dé la espalda”.

Ucrania continúa enfrentándose a las defensas rusas en el sur. El mes pasado, recapturó con éxito el poblado de Robótine y en días recientes movilizó vehículos blindados más allá de las principales defensas antitanque de Rusia cerca de Verbove, alrededor de 13 kilómetros al oeste de Robótine.

No obstante, el tiempo se agota para que la contraofensiva ucraniana logre avances territoriales significativos. Se esperan fuertes lluvias el próximo mes y el terreno lodoso podría impedir el uso de vehículos pesados, como los recién llegados tanques estadounidenses Abrams y los tanques Challenger suministrados por el Reino Unido. “Cuando hay lodo y tienes un Challenger de 75 toneladas, simplemente se hundirá”, concluyó Miron.

Metodología

Usamos datos del Instituto para el Estudio de la Guerra para calcular los cambios mensuales en el control territorial, al combinar conjuntos de datos sobre el control de las fuerzas rusas y los avances en Ucrania. Para los cambios mensuales, comparamos el área del territorio controlado por Rusia el primer día del mes con el primer día del mes anterior.

Se realizaron ajustes para tener en cuenta los cambios a los datos realizados por el instituto que no reflejaban cambios territoriales inducidos por el Ejército, como la inclusión de varias porciones de arena en el sur de Ucrania. Después de la explosión de la presa Kajovka en junio y las inundaciones resultantes, el instituto redujo el área que consideraba bajo control ruso en Jersón. Ajustamos los datos del mes de julio para garantizar que el cambio no se malinterpretara como una ganancia territorial ucraniana, dado que la zona inundada no está en manos de tropas ucranianas.

Al comparar conjuntos de datos geoespaciales, las discrepancias pueden provocar empalmes o brechas menores. Excluimos de nuestro análisis las áreas de menos de 0,026 kilómetros cuadrados.

c.2023 The New York Times Company