Gaia-X: Europa quiere su propia nube y no depender de Amazon, Google o MIcrosoft

Gaia es la diosa de la tierra y la fertilidad en la mitología griega. Desde este jueves es, además, una nueva diosa europea del universo digital. Si la primera es hija del caos, la segunda es el fruto meditado de una colaboración entre Alemania y Francia que busca reafirmar la "soberanía digital" europea y acabar con la dependencia en la gestión de la nube de los gigantes estadounidenses y chinos, que monopolizan el almacenamiento y la gestión de los datos, la materia prima más valiosa del siglo XXI. Ante ellos se presenta como una alternativa transparente y con garantías de interoperabilidad.

Gaia-X, nombre de este "proyecto clave" que busca crear una infraestructura europea de datos "soberana, fiable e innovadora", es quizás "la aspiración digital europea más ambiciosa de toda una generación", dijo este jueves el ministro alemán de Economía y Energía, Peter Altmaier. La plataforma, que cuenta ya con la colaboración activa de 22 empresas tecnológicas, fue lanzada oficialmente desde Berlín y París en una conferencia simultánea en la que también participó su homólogo francés, Bruno Le Maire.

El proyecto, que debería empezar a estar operativo a comienzos de 2021, quiere "poner fin a la dependencia de un solo proveedor extranjero", agregó Altmaier en referencia a las actuales empresas dominantes de la nube digital como Amazon Web Services (AWS), Microsoft o Google. Pero también la china Alibaba que, según la consultora Gartner, el año pasado ya se situó como el tercer líder mundial de estos servicios, por delante incluso de Google.

La crisis del coronavirus, que ha potenciado el teletrabajo y de la que las empresas tecnológicas han surgido como las verdaderas "ganadoras", ha demostrado lo "urgente de una solución europea de nube segura", subrayó Le Maire. Gaia-X "garantizará la aplicación de reglas europeas basadas en valores y estándares europeos. Deberíamos estar orgullosos del tipo de sociedad que queremos ser juntos a nivel europeo. No somos China, no somos Estados Unidos, somos países europeos con nuestros propios medios e intereses económicos propios que queremos defender", sostuvo.

Según el proyecto franco-alemán, todos los participantes se comprometen a "garantizar la soberanía de los datos, su disponibilidad, su interoperabilidad y portabilidad, así como a promover la transparencia". O, como explicó Altmaier, los usuarios de Gaia-X "podrán usar cualquier servicio de cualquier proveedor dentro del sistema", lo que proporciona a los usuarios europeos una "libertad de elección" y da a los proveedores una "mayor oportunidad de mercado y de visibilidad".

El objetivo es que la etiqueta Gaia-X se convierta en una marca de calidad y de garantía de cuestiones como el poder pasar de un proveedor a otro sin perder todos los datos, una cuestión crucial sobre todo para las empresas, destacaron ambos ministros.

La idea de trabajar juntos en materia de data sharing que ha dado lugar al proyecto Gaia-X nació en Berlín en febrero de 2019 tras la publicación de un manifiesto franco-alemán a favor de una política industrial europea, un concepto reiterado e intensificado desde la crisis provocada por el coronavirus, que ha puesto en evidencia la extremada dependencia de Europa en muchos sectores clave. En octubre del año pasado, Altmaier y Le Maire acordaron una hoja de ruta en la cooperación binacional en materia de inteligencia artificial y para un trabajo en común "a favor de una infraestructura europea que permita conservar nuestra soberanía en los datos", según un comunicado del Ministerio de Economía francés. Actualmente, los representantes de 300 empresas europeas e internacionales y de organizaciones científicas trabajan para concretar todos estos principios en el marco de Gaia-X.

Según la Agencia France Presse, uno de los impulsores de este proyecto es el temor compartido por Berlín y París ante las legislaciones extraterritoriales en vigor en Estados Unidos y China, que en algunos casos podrían obligar a los operadores de nube de esos países a proporcionarles datos almacenados en sus servidores independientemente de su localización en el mundo.

Las reglas finales de Gaia-X serán definidas en los próximos meses por las 22 empresas participantes en el proyecto, 11 francesas como s u Orange y otras tantas alemanas, entre ellas Deutsche Telekom o Siemens.