¿Gafas empañadas? ¿Acné por culpa de la mascarilla? Cómo resolver 5 molestias derivadas de la pandemia sin sacarse la mascarilla

Madison O'Connor

INDIANAPOLIS – En el momento actual, ya estamos familiarizados con las formas de mantenernos seguros durante la pandemia por el nuevo coronavirus.

Usamos mascarillas en el espacio público, nos lavamos las manos durante al menos 20 segundos y sostenemos el distanciamiento social.

Aunque estas prácticas ayudan a prevenir la propagación de la COVID-19, también pueden comportar molestias. Estos problemas pueden ser un incordio, pero hay algunas soluciones y lo cierto es que las incomodidades no son excusa para dejar de cuidarse.

Aquí van algunas soluciones para algunos de los problemas que puedes estar experimentando derivados de la pandemia.

Gafas empañadas

Si usas gafas, entonces sabes lo que pasa cuando sales de un coche con aire acondicionado en pleno verano: las lentes de tus gafas se empañan y no te dejan ver.

Al usar gafas, la humedad de la mascarilla sube hacia las lentes y eso es lo que hace que se empañen, indicó Christopher Clark, profesor lector en la Facultad de Optometría de la Universidad de Indiana.

Pero el problema podría depender del tipo de mascarilla que uses.

“Depende del tipo de mascarilla que tengas y del sellado de esta”, apuntó Clark. “Las mascarillas con alambre en la parte superior, como las quirúrgicas, son mejores porque se pueden sellar más adecuadamente en la parte superior y así evitar que suba la humedad”.

Un investigador se pone una mascarilla de tela electrocéutica.
Un investigador se pone una mascarilla de tela electrocéutica.

Las mascarillas con tiras metálicas les permiten a los usuarios colocárselas más cerca de la cara y la nariz, de modo que se selle cualquier espacio en el que se pueda filtrar la humedad.

Clark comentó que la mejor solución es colocarse la mascarilla, ajustarla a la cara y ponerse las gafas al final. También sugirió llevar un paño para limpiar las lentes con regularidad.

“Es esperable que la cuestión empeore si pasas de un ambiente fresco, como por ejemplo, una habitación con aire acondicionado, al exterior”, señaló Clark. “Si vas a pasar de un ambiente a otro, esto te ayudará a reducir el empañamiento”.

Los remedios caseros y los productos antiempañamiento como las toallitas húmedas y los espráis han emergido como posibles soluciones a este problema, pero Clark apuntó que eso podría tener un costo.

“El riesgo es el desgaste a largo plazo de tus gafas”, señaló. “Muchas de estas cosas pueden corroer los esmaltes o pegar las lentes a la montura de forma permanente. Por eso, no los recomendamos”.

Acné por usar mascarilla

Si existe una forma de volver a sentirse como un adolescente, es teniendo granos. Si notas que te aparecen granos en la barbilla o en las mejillas por primera vez durante años, podría deberse a la mascarilla.

Cuando la mascarilla roza la piel causando fricción, puede provocar el surgimiento de acné en esas zonas, dijo Lawrence Mark, profesor adjunto de dermatología en la Universidad de Indiana. Esta irritación, o acné mecánico, puede provocar una alteración del folículo piloso donde se encuentran las glándulas sebáceas y causar “acné por usar una mascarilla”.

Una forma de evitar que los folículos pilosos se obstruyan es usar un buen producto para lavarse la cara, dijo Mark.

“Los exfoliantes químicos pueden ayudar a mantener abiertos los folículos o los pelos. Al igual que los productos de venta libre con ácido salicílico o con peróxido de benzoilo”, indicó Mark.

Hidratarte la piel también es una medida clave. Según Mark, una crema hidratante ligera puede ayudar a reducir la fricción causada por la mascarilla, pero no uses una muy densa o correrás el riesgo de que te obstruya los poros.

Si notas que tienes puntos negros, intenta abrirlos con algo como las tiras Bioré para poros, añadió Mark.

También puede ayudar lavar las mascarillas de tela.

“Así reducirás cualquier carga bacteriana presente en la mascarilla”, dijo Mark.

Si bien las mascarillas pueden provocar erupciones cutáneas, esa no es una razón para dejar de usarlas.

“No he tenido ningún paciente que haya venido a verme con un problema grave o algo que me preocupe, por estar usando una mascarilla”, señaló Mark.

La mascarilla sigue cambiando

Si la mascarilla se te sigue cayendo por debajo de la nariz, es una clara señal de que está demasiado suelta.

La solución más rápida y simple es hacer un nudo en las orejeras de la mascarilla si estas son muy grandes, calculando bien dónde debe hacerse el nudo para adaptarla mejor a tu cara.

También puedes probar mascarillas con orejeras ajustables. Estas mascarillas vienen con nudos o cierres de cordón que facilitan la sujeción de las tiras a las orejas.

También puedes usar un cordón para mascarilla, parecido a un cordón para las gafas. El cordón se adhiere a las orejeras de la mascarilla y se colocan en la nuca del usuario. Muchos de estos cordones son ajustables y se pueden usar para ajustar la mascarilla desde la parte trasera de la cabeza.

Los niños también pueden necesitar que les ajusten bien la mascarilla, dado que la mayoría están diseñadas para adultos. Intenta buscar tapabocas con tallas para niños. Son más pequeñas que las mascarillas para adultos y tienen estampados divertidos.

Dolor detrás de las orejas

Es posible que el uso frecuente de la mascarilla te produzca dolor en las orejas. Si es el caso, seguramente te convenga fijar tu mascarilla con tiras que no se enganchen a tus orejas.

Afortunadamente, hay muchos productos que puedes conseguir en Amazon, Etsy y otros sitios de comercio electrónico y que pueden ayudar.

Algunas personas han empezado a crear diademas y otros accesorios con estampados a juego. Entre estos accesorios los hay con botones cosidos en los lados que permiten acoplarlos a las mascarillas.

Los “protectores para orejas” son similares y permiten que las orejeras se enganchen con una tira que va ajustada a la parte posterior de la cabeza. Pueden ser de tela y botones o tener varios ojales para regular el tamaño.

Otra opción es evitar por completo las mascarillas que usen correas elásticas. Algunas mascarillas usan lazos de tela en lugar de elásticos y pueden ser una buena solución si el elástico resulta molesto.

Para una solución sin costes, intenta sujetar ambas orejeras detrás de la cabeza con un clip o incluso con dos moños o coletas.

Manos secas

Si te estás lavando con frecuencia las manos y usando gel desinfectante, es posible que notes que tus manos están secas o agrietadas.

¿La solución? Hidratar. Mucho.

“El tipo de crema hidratante depende de qué tan mal esté tu piel y qué tan sensible sea”, dice Mark. “Alguien que no tenga la piel tan sensible puede hidratarla un par de veces al día con una crema más ligera de Neutrogena o Aveeno, o algo similar, pero hay otras personas que tienen la piel más sensible y que realmente necesitan algo que no sea una crema blanca, sino algo más parecido a un ungüento, como puede ser vaselina, o quizás necesiten usar la fórmula noruega de Neutrogena”.

Si bien puede no ser factible usar estos productos cada vez que te laves las manos, deberías intentar usarlos varias veces al día para mantener la humedad, señaló Mark.

Mark comentó que se lava las manos después de atender a cada uno de sus pacientes, y a veces incluso más veces. Contó que evita usar desinfectantes de base alcohólica cuando puede hacerlo.

“Prefiero lavarme las manos con un jabón suave y agua todas las veces, porque el alcohol realmente es muy irritante”, contó Mark. “El desinfectante en gel o en líquido está compuesto prácticamente en su totalidad de alcohol y, para matar los bichos con alcohol, se tiene que secar. Y cada vez que lo haces, en realidad, estás haciendo que las manos absorban más humedad y que se agrieten”.

Mark dice que habitualmente usa una pastilla de jabón Dove sin perfume para pieles sensibles.

“No puedes evitar usar el gel desinfectante por completo, pero si puedes minimizar su uso, puede que veas que tus manos están mejor”, añadió.

Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo por USA Today