El G20 Social, el toque popular de Lula antes de la gran cumbre en Brasil
Para evitar que apenas veinte personas definan "los destinos de la humanidad", movimientos sociales y activistas se reúnen desde el jueves en Rio de Janeiro en el G20 Social, una inédita iniciativa del gobierno de Brasil previa a la cumbre de los principales mandatarios del mundo.
Ajenos al ataque ocurrido la víspera en Brasilia, cuando un hombre cargado de explosivos murió al intentar atentar contra la corte suprema, centenares de asistentes daban muestras de la multiculturalidad de la cita.
Pueblos indígenas, campesinos, jóvenes de favelas... desfilaron por la Plaza Mauá y sus alrededores, en el centro de la 'Cidade maravilhosa', portando camisetas con tradicionales mensajes reivindicativos de la izquierda brasileña.
La convocatoria de tres días es una idea del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva para incluir a la sociedad civil en el encuentro que sostendrán el lunes y el martes los líderes de las mayores economías del planeta.
El G20 son veinte personas "definiendo los destinos de la humanidad, sin la participación del pueblo. Lula está llamando al pueblo a participar de este proceso", dijo Márcio Macedo, jefe de la Secretaría General de la presidencia brasileña, encargado de coordinar el G20 Social.
El evento será inaugurado oficialmente con la presencia entre otros de los ministros de Hacienda, Fernando Haddad, y de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, y la primera dama, Rosangela "Janja" da Silva.
Se extenderá hasta el sábado con más de 270 actividades organizadas por movimientos sociales, autoridades, universidades u organismos internacionales sobre "luchas sociales", como derechos a la población LGBTI+, igualdad salarial, lucha contra el racismo y un tribunal popular antiimperialista, entre otros.
- Por el medioambiente y contra la guerra -
"Espero que los gobernantes miren más la parte climática y contra la guerra", dijo a la AFP Neiberth Luiz, un activista de 36 años que portaba una gorra roja del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y que viajó desde el estado de Minas Gerais (sureste).
El viernes están programadas plenarias para discutir los tres ejes propuestos por Brasil a la cumbre del G20: combate al hambre, la pobreza y las desigualdades; sostenibilidad y cambio climático; y reforma de la gobernanza mundial.
Durante la ceremonia de cierre, el sábado, se entregará a Lula un texto con las "demandas y aspiraciones" de la sociedad civil.
El gobierno brasileño espera que el documento sea incorporado -en los temas en que haya consenso- en la declaración final de los líderes del G20.
"Espero que todas nuestras propuestas sean acatadas, que haya una mejora para todos. Necesitamos de apoyo, de resistencia", afirmó la indígena potiguara Cristina Ferreira da Silva, de 51 años.
Con un tocado de plumas en la cabeza, Ferreira da Silva planeaba participar en un evento convocado por la Central Única de los Trabajadores de Brasil, con el propósito de enterarse de lo "que está sucediendo en todo el mundo".
Otro momento fuerte de este G20 popular: el Festival de Cultura Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza, inspirado en los multitudinarios conciertos Live Aid y Nelson Mandela Libre, celebrados en Londres en 1985 y en 1988.
Bautizado por la prensa como "Janjapalooza", debido a que es impulsado por la primera dama, el certamen reunirá a íconos de la música brasileña como Zeca Pagodinho, Seu Jorge, Daniela Mercury, Maria Rita y Alceu Valença.
El evento, de entrada libre, ha provocado críticas a raíz de los costos que suponen su montaje y los pagos a los artistas.
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