Fundadores de Bitwise Industries se declaran inocentes; son encarados por exempleados

Los desacreditados cofundadores de Bitwise Industries, la empresa tecnológica de Fresno que llegó a ser de altos vuelos y que implosionó en medio de millones de dólares de deuda, se declararon inocentes el jueves de un cargo federal de conspiración para cometer fraude electrónico.

Irma Olguín y Jake Soberal comparecieron ante la juez auxiliar federal Sheila K. Oberto junto con sus abogados en la que fue su primera comparecencia pública desde que la empresa despidió a todo su personal de 900 personas el 29 de mayo.

También estaban en la sala una decena de exempleados de Bitwise. Varios de ellos se encararon con Soberal y Olguín cuando salían del tribunal.

Uno de ellos les preguntó por qué no los miraban a la cara. Otro les preguntó por qué se declararon inocentes. También les pidieron que se disculparan.

“Cada uno de nosotros quería a nuestra comunidad y ustedes nos hundieron”, dijo un enojado Julián Ramos. “Todo lo que queríamos era que Fresno tuviera éxito. Miren lo que hicieron”.

Investigadores federales acusaron a los emprendedores de conspirar entre sí para mentir a los miembros de la junta directiva, inversionistas, prestamistas y otros sobre las finanzas de Bitwise para obtener dinero de inversión y préstamos.

“Lo hicieron inventando información financiera en las presentaciones de la junta directiva y en los materiales para inversionistas, así como alterando y falsificando estados de cuenta bancarios, consentimientos de la junta y otros registros financieros para inflar los ingresos de la empresa, los saldos en efectivo y las propiedades”, según la denuncia penal.

Sus acciones provocaron pérdidas de más de $100 millones, según consta en los registros judiciales.

Si son declarados culpables, Olguín y Soberal enfrentan una pena máxima de 20 años de prisión y una multa de $250,000 cada uno.

Oberto permitió que los acusados permanecieran en libertad con estrictas condiciones, entre ellas que entregaran sus pasaportes, que no pudieran comunicarse con ex miembros de la junta directiva ni con posibles testigos y que constituyeran una fianza inmobiliaria.

Soberal usó su casa como garantía y Olguín aportó la vivienda de su madre.

Ni Soberal ni Olguín hicieron comentarios después de la audiencia, ni lo hicieron sus abogados Dan Olmos (de Nolan, Barton, & Olmos en Palo Alto, que representa Olguín) y Eric MacMichael (de Keker, Van Nest & Peters, de San Francisco).

El abogado de Fresno Roger Bonakdar, quien representa a exempleados de Bitwise en una demanda colectiva, finalmente alcanzó a Olguín y Soberal en el tribunal, después de intentar durante semanas notificarles la demanda.

Bonakdar se acercó a Olguín, quien estaba sentada junto a su abogado, y le entregó la demanda.

“Has sido notificada”, le dijo Bonakdar mientras se alejaba.