El fundador del PKK se declara dispuesto a solución pacífica del conflicto kurdo-turco

Ankara, 29 dic (EFE).- El fundador y líder intelectual del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999 en una isla turca, ha declarado estar dispuesto a hacer un llamamiento para llegar a una solución pacífica de la cuestión kurda en Turquía.

"Estoy dispuesto a tomar las medidas positivas necesarias y hacer el llamamiento", dijo Öcalan, de 76 años, en una declaración publicada este domingo en la web del partido DEM, la izquierda prokurda de Turquía, después de que una delegación de esta formación le visitara la víspera en la cárcel.

"Los acontecimientos en Gaza y Siria han demostrado que la solución de esta cuestión, a la que las intervenciones externas han tratado de convertir en un problema crónico, no puede demorarse más", añadió el líder kurdo, resaltando que el Parlamento turco es el lugar donde debería llegarse a una solución pacífica.

"Sin duda, una de las plataformas más importantes para estas contribuciones será la Gran Asamblea Nacional Turca", declaró.

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El fundador del PKK y hasta hoy considerado líder intelectual de la guerrilla cumple desde 1999 cadena perpetua en régimen de aislamiento en una prisión en la isla de Imrali, en el mar de Mármara, a unos 50 kilómetros al suroeste de Estambul.

El viernes se supo que el Ministerio de Justicia había autorizado la entrevista con una delegación de políticos, por primera vez en una década en la que Öcalan solo ha recibido de forma muy esporádica visitas de familiares o de sus abogados.

Öcalan recibió el sábado la visita de los diputados Sirri Süreyya Önder y Pervin Buldan, dos figuras históricas del partido DEM (antes conocido como HDP) que ya formaron parte de la delegación del partido prokurdo (entonces conocido con las siglas BDP) que en 2013 se había reunido con el líder de la guerrilla.

Participaron así en un proceso de paz que quedó truncado en 2015, tras lo cual se intensificaron los combates armados entre los militantes del PKK y las fuerzas turcas, sin visos de nuevas negociaciones hasta octubre pasado, cuando el líder del partido ultranacionalista MHP, Devlet Bahçeli, propuso invitar a Öcalan al Parlamento para anunciar la disolución del PKK.

El MHP es el principal aliado del gobernante AKP del presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan.

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"Poseo la competencia y la determinación necesarias para hacer una contribución positiva al nuevo paradigma apoyado por el señor Bahçeli y el señor Erdogan", subrayó ahora Öcalan.

"Todos estos esfuerzos elevarán al país al nivel que se merece y servirán como una valiosa guía para la transformación democrática. Esta es una era de paz, democracia y hermandad para Turquía y la región", concluyó el líder de la guerrilla.

Por su parte, Önder y Buldan aseguran en el comunicado haber mantenido ayer "una reunión exhaustiva" con Öcalan.

"Su salud es buena y su moral es notablemente alta. Sus evaluaciones encaminadas a encontrar una solución permanente a la cuestión kurda fueron de importancia crítica", resaltaron los dos políticos, abogando también por el abandono de la lucha armada y las aspiraciones independentistas kurdas.

"Fortalecer una vez más la hermandad turco-kurda no es solo una responsabilidad histórica sino también de importancia decisiva y urgencia para todos los pueblos", dijeron.

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Su entrevista con Öcalan había despertado una gran expectativa en la opinión pública turca, en medio de la esperanza de que la disponibilidad a la paz del líder encarcelado sea decisiva para poner fin al sangriento conflicto que afecta al país desde hace décadas.

No obstante, se desconoce aún cómo reaccionarán a su llamamiento los jefes activos del PKK que tienen sus bases en la montaña Kandil, en el norte de Irak.

En marzo de 2013, durante el festival kurdo Newroz, Öcalan había declarado públicamente el fin de la lucha armada y el abandono de las aspiraciones independentistas a través de una carta.

Figuras como Buldan y Önder desempeñaron papeles clave en las negociaciones de entonces entre el PKK, su fundador encarcelado y el Gobierno para poner fin al conflicto, hasta que un alto el fuego acordado se rompió en 2015.

Considerado hoy una organización terrorista no solo por Ankara, sino también por la Unión Europea y Estados Unidos, el PKK comenzó su lucha armada en 1984 para buscar la independencia de los kurdos que vivían en Turquía.

Desde entonces, más de 45.000 personas han muerto en enfrentamientos armados entre rebeldes del PKK y fuerzas de seguridad turcas.

(c) Agencia EFE