Crece la amenaza de un "ping pong humano" entre Bielorrusia y Lituania

Riga (Letonia), 7 jul (EFE).- Las nuevas medidas de control fronterizo en Lituania destinadas a evitar el ingreso de inmigrantes irregulares parecen haber frenado las entradas desde Bielorrusia, mientras medios locales hablan de la amenaza de un "ping pong humano" por la tensión política en ese país.

En declaraciones a Efe, Rokas Pukinsas, portavoz del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras lituano (SBGS), precisó que sólo dos personas -una mujer y un menor- fueron detenidas en Lituania el viernes, mientras que a alrededor de otras cien que intentaban cruzar la frontera se les indicó que se dirigieran a un punto fronterizo oficial a solicitar asilo.

Nadie se ha presentado en ninguno de los puntos fronterizos oficiales.

Fue el viernes cuando las primeras ministras lituana, Ingrida Simonyte, y estonia, Kaja Kallas, y el jefe de Gobierno letón, Krisjanis Karins, se reunieron en videoconferencia y emitieron una declaración conjunta en la que condenan "todos los intentos de instrumentalizar la inmigración irregular con el fin de ejercer presión política sobre la UE y sus estados miembros".

Los tres líderes bálticos expresaron su "seria preocupación" por el ataque, por parte del régimen de Alexander Lukashenko, contra la integridad de las fronteras exteriores de la UE.

Las tensiones entre el flanco este comunitario y Minsk han escalado estos días, en medio de la represión a la oposición bielorrusia y la acogida en Polonia de la atleta Krystsina Tsimanouskaya, convertida en nuevo rostro de la disidencia tras dejar los Juegos Olímpicos de Japón, amenazada por el régimen de su país.

Al margen de ese nuevo foco de tensión, para Lituania había comenzado ya antes un inusitado flujo de inmigrantes ilegales. Según las estadísticas oficiales, 4.112 inmigrantes cruzaron la frontera hacia Lituania en las últimas semanas.

Lo hicieron en el marco de la política del presidente bielorruso de alentar a personas de Oriente Medio a viajar a Bielorrusia para tratar de cruzar desde allí hacia Lituania como represalia contra el apoyo de Lituania y de la UE a la oposición y las sanciones contra Lukashenko.

El retroceso en ingresos irregulares se produce después de que la ministra lituana del Interior, Agne Bilotaite, ordenara el lunes al SGBS rechazar a todo inmigrante ilegal que intente entrar en Lituania por cualquier lugar que no sea un punto fronterizo oficial.

Symonyte dijo el miércoles a Efe en la capital lituana, Vilna, que las medidas "se atienen rigurosamente" a las obligaciones internacionales y a los reglamentos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Aún así, medios locales informan de la creciente amenaza de un juego de "ping pong" humano a lo largo de la frontera, con los inmigrantes que al parecer respetan las instrucciones de Lituania de no cruzar la frontera, pero se ven rechazados por los guardias de frontera bielorrusos en caso de intentar regresar.

Algunos testigos hablan de grupos de personas concentrados y a la espera, mientras los lituanos les bloquean su entrada y las patrullas de frontera bielorrusas lanzan bengalas de noche, ya sea para alumbrar el camino hacia Lituania o para recordarles que no intenten regresar a Bielorrusia.

Hay pocas partes de la frontera lituano-bielorrusa con barreras naturales o artificiales, de manera que es fácil evitar a las patrullas fronterizas o ser descubierto.

Aun así, la parte lituana está incrementando el uso de drones y helicópteros con sensores infrarrojos para detectar personas entre la vegetación o en el bosque.

Los medios locales también han publicado vídeos e imágenes de soldados lituanos colocando alambres de púas a lo largo de la frontera a modo disuasorio.

Vytautas Valentinavicius, observador de derechos humanos en el Parlamento lituano (Seimas), ha denunciado que además de bengalas, los guardias de frontera bielorrusos lanzan disparos al aire con el fin de disuadir a los inmigrantes de regresar de la frontera lituana y adentrarse en Bielorrusia.

El portavoz del SBGS dijo a Efe que los disparos probablemente responden a ejercicios militares en la zona. Mientras, las autoridades lituanas siguen tratando de ofrecer alojamiento temporal a los inmigrantes detenidos antes de que entraran en vigor las nuevas normas.

Medios locales informan de que en uno de esos puntos, la tiendas de acampada están siendo sustituidas por alojamientos desmontables más robustos con el fin de acoger a mujeres, menores y otros grupos vulnerables en caso de cambiar las condiciones meteorológicas y ante la llegada del otoño.

En declaraciones a Efe, Kristine Petersone, portavoz del Servicio Estatal de Guardia de Fronteras letón, señalo que hasta el viernes no se había observado nada inusual en la frontera de Letonia y Bielorrusia.

En lo que va de año, 27 personas, la mayoría procedentes de Irak, según aseguraron, fueron detenidas al intentar cruzar la frontera.

Estonia, que no comparte frontera ni con Bielorrusia ni con Lituania, ha enviado al país báltico equipamiento electrónico y alambres de púas, mientras Letonia ha enviado carpas.

Juris Kaza

(c) Agencia EFE