Franco Serrano, el "soldado deportista" argentino que va por la medalla en pentatlón moderno en París

Por Ramiro Scandolo

BUENOS AIRES (Reuters) - Cuando los padres de Franco Serrano lo llevaron por primera vez con tres años a la pileta de un club a las afueras de Buenos Aires, nunca soñaron que sería el inicio de la carrera del mejor "superatleta" de Argentina.

Tampoco creyeron que su hijo llegaría a ser el mejor pentatleta del país y que se convertiría en un "soldado deportista", cuando a los 11 años unos directivos de la Federación Argentina de Pentatlón lo descubrieron en ese lugar y lo invitaron a incorporar otras disciplinas en el Colegio Militar de Palomar, también en las afueras de Buenos Aires.

Actualmente Serrano tiene 23 años y va por su primera participación olímpica en los Juegos de París gracias a su quinto puesto en los Panamericanos de 2023, como resultado de muchos años de esfuerzo en un deporte que incluye natación, carrera, tiro, esgrima y equitación.

"En estos Juegos Olímpicos espero que muchas cosas me sorprendan. Voy con la cabeza abierta a aprender más allá de la competencia. Disfrutar el torneo y buscar un rendimiento, no sólo ir a participar", dijo Serrano en una reciente entrevista con Reuters.

"A nivel resultado, es un deporte en el que no se puede sacar un pronóstico. Yo voy a hacer mi mejor performance posible, planificando pasar a una final y estando preparado para manejar la situación de estar cerca de una medalla. La final es a todo o nada", destacó.

En la preparación para los Juegos, el día a día de Serrano se volvió mucho más intenso con entrenamientos de las cinco disciplinas en distintos clubes de Buenos Aires, con lo cual tuvo que poner en pausa la carrera universitaria de administración de empresas. "Obviamente, retomo el cuatrimestre que viene", señaló.

"Hago natación cinco veces por semana, voy a correr otras seis. También cuatro sesiones de gimnasio. Dos o tres veces, tiro, esgrima y equitación. Tengo mi entrenador para cada disciplina. Es difícil y sacrificado".

Durante la semana, para no tener que trasladarse, cuenta que algunas veces sale a correr por las calles de su barrio o, como su pistola es láser, pone el blanco en el jardín y tira ahí mismo.

Como el pentatlón moderno comenzó a practicarse en Argentina en 1941 como un deporte militar y a partir de ese momento fue creciendo, Serrano también forma parte del Ejército y lo representa en las distintas competencias "militares y civiles", según explicó.

"El soldado deportista no es un apodo, es una realidad, es la manera del Ejército de llamarnos. Tengo el grado de 'soldado voluntario de segunda en comisión', aunque nos llaman soldados deportistas", señaló.

"En nuestro deporte, muchos atletas son militares. No cumplen tareas del Ejército, pero sí compiten en el mundial militar y también en el civil, somos casi los mismos".

Los próximos pasos de Serrano para ir "ajustando detalles" serán participar de la Copa del Mundo en Bulgaria y luego el Campeonato Mundial en China. "Y de ahí, directo a los Juegos Olímpicos", indicó.

La ilusión del "superatleta" argentino es grande, y no teme reconocerlo: "Las marcas que tengo son similares a las de otros que ganaron torneos. Todos tenemos las marcas para ganar. Hay que ver quién puede sacar provecho en ese momento y lugar exacto".

El otro sueño que tiene se relaciona con sus inicios en el deporte, con la piscina a la que lo llevaron sus padres a los tres años.

"Me encantaría conocer a Michael Phelps, no va a competir pero seguro estará para alguna cadena de televisión y quien dice que no pueda andar por la villa olímpica. Fue mi primer ídolo", señaló.

El estadounidense Phelps es el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos con un total de 28 preseas. Serrano quiere la primera para su cuenta personal y para su deporte: "Siempre se sueña con una medalla".

(Editado por Javier Leira)