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La Reina Isabel recibe a James Bond
La Reina Isabel II descendió de su majestad para ofrecer a sus súbditos y a las millones de personas que siguieron la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 unos minutos de divertimento. La monarca del Reino Unido apareció en las gigantescas pantallas del Estadio Olímpico no en su grave papel de jefa de Estado, sino como personaje en un disparatado cortometraje que inauguró (y seguramente cerró) su carrera como actriz. Isabel II recibió a James Bond –o sea, al actor Daniel Craig– en una de las habitaciones del Palacio de Buckingham, antes de subir a un helicóptero con el célebre agente 007. La nave sobrevoló la capital británica hasta colocarse encima del estadio. En ese instante, y frente a la vacilación de Bond, su majestad –o más bien un doble– se lanzó en paracaídas. Este performance fue uno de los extravagantes momentos de la inauguración de los juegos estivales, animados también por segmentos de humor como el protagonizado por Mr. Bean, al piano junto a la Orquesta Sinfónica de Londres.
Los Juegos Olímpicos se vivieron intensamente de principio a fin este verano en Londres, sin que ninguno de los augurios sobre problemas en la seguridad del evento o el caos en el tránsito de la urbe inglesa se materializara.
Londres presenció la consagración de nuevas leyendas del deporte y el retiro de otras. Las Olimpíadas reflejaron también el avance de las mujeres, que estuvieron presentes en todas las delegaciones participantes.
A pesar del abstracto identificador de la magna competencia y sus extrañas mascotas, que presagiaban algunos problemas en la comunicación, atletas y millones de aficionados de todo el mundo renovaron su pasión por la actividad física, un lenguaje que trasciende todas las barreras culturales.