FOTOS: 'El valle misterioso', la nueva exposición combina IA y fotografía artística
Poco después de que se anunciara el ganador de la categoría creativa del Sony World Photography Award del año pasado, el vencedor hizo una sorprendente revelación. El fotógrafo alemán Boris Eldagsen admitió que su fotografía ganadora, 'El electricista', era en realidad una imagen generada por inteligencia artificial.
Eldagsen había realizado la fotografía con la popular herramienta de creación de imágenes de IA, DALL-E 2. Rechazó el premio, alegando que su motivación para presentarse era comprobar si "los concursos están preparados para las imágenes de IA". Según sus palabras, pudo comprobar que "no están preparados".
Un año después de su famosa reacción, la Palmer Gallery de Londres acoge una exposición de las obras del artista germano y de otros artistas, para demostrar las formas en que se utilizan conjuntamente el arte y la IA.
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'Postfotografía: El valle misterioso' presenta las obras de Eldagsen junto a las de los artistas Nouf Aljowaysir y Ben Millar Cole. Eldagsen expone 'The Electrician' (El electricista), dentro de una serie de obras fotográficas que mezclan imágenes naturales con sintéticas.
Aljowaysir, artista y tecnóloga del diseño nacida en Arabia Saudí y afincada en Nueva York, ha examinado los sesgos de la creación de imágenes por IA en su obra 'Ana Min Wein: ¿De dónde soy?', para recuperar su linaje saudí e iraquí, a partir de más estereotipos en los que se basan las herramientas de IA.
La obra del artista británico Ben Millar Cole juega con los ya conocidos signos reveladores de las imágenes manipuladas por la IA y difumina esa línea con imágenes más sofisticadas, para crear una imagen extrañamente rara.
"Los artistas de la exposición abordan las posibilidades actuales de la colaboración creativa con herramientas de IA, aprovechando las posibilidades únicas que ofrecen las distintas tecnologías, al tiempo que reflexionan sobre sus implicaciones", afirma Luba Elliott, comisaria de AI-art.
"Las herramientas de reconocimiento de imágenes ponen de relieve la imperfección de la mirada de la máquina, mientras que los modelos fotorrealistas de texto, a imagen, se centran en retratar nuestra imaginación colectiva hasta el más mínimo detalle, con el técnico al mando de la operación, llevando al espectador a la siguiente etapa de la historia del arte", continúa Elliott.
El término 'Valle inquietante' fue inventado en 1970 por el profesor japonés de robótica Masahiro Mori, quien lo describió como la forma en que los humanos empatizan cada vez más con los robots antropomorfos, hasta que llega un momento en que se parecen demasiado a los humanos y nos resultan inquietantes.
El concepto de lo extraño fue popularizado por los psicólogos Ernst Jentsch y Sigmund Freud al describir cómo las cosas familiares pueden volverse extrañas cuando se presentan como un facsímil de otra parte de la vida ordinaria. Para ello, utilizaron muñecas como ejemplo principal.
Los argumentos en contra de la inteligencia artificial
Mientras que la Palmer Gallery promueve el diálogo entre la IA y los artistas contemporáneos, otros artistas se han mostrado menos dispuestos a comprometerse con esta controvertida tecnología.
A principios de este mes, más de 200 músicos firmaron una carta abierta del movimiento Artist Rights Alliance en la que se pedía a las empresas tecnológicas de inteligencia artificial, desarrolladores, plataformas y servicios de música digital que dejaran de utilizar la IA "para infringir y devaluar los derechos de los artistas humanos".
Entre los firmantes de la carta figuran: Stevie Wonder, Robert Smith, Billie Eilish, Nicki Minaj, R.E.M., Peter Frampton, Jon Batiste, Katy Perry, Sheryl Crow, Smokey Robinson y los gestores del patrimonio de Bob Marley y Frank Sinatra.
Aunque la carta completa reconocía el valor que la IA podría aportar a las áreas artísticas, se preocupaba, sobre todo, por la forma en que los no creativos se apoyarán en estas herramientas modernas para socavar, aún más, el valor de la creatividad humana.
"Sin control, la IA pondrá en marcha una carrera a la baja que degradará el valor de nuestro trabajo, y nos impedirá recibir una compensación justa por él", se puede leer en la carta. "Este asalto a la creatividad humana debe detenerse. Debemos protegernos contra el uso depredador de la IA para robar la voz y la imagen de los artistas profesionales, violar los derechos de los creadores y destruir el ecosistema musical".
Del mismo modo, el músico australiano Nick Cave se ha pronunciado contra la influencia de la IA en el arte. Cuando le enviaron la letra de una impresión de su obra generada por ChatGPT, respondió con gritos.
"Las canciones surgen del sufrimiento, con lo que quiero decir que se basan en la compleja e interna lucha humana de la creación. Que yo sepa, los algoritmos no sienten. Los datos no sufren. ChatGPT no tiene un ser interior, no ha estado en ninguna parte, no ha tenido que soportar nada, no ha tenido la audacia de ir más allá de sus limitaciones. Por lo tanto, no tiene el alcance de una experiencia trascendente compartida, ya que no tiene limitaciones de las que trascender".
"El melancólico papel del ChatGPT es que está destinado a imitar y nunca podrá tener una experiencia humana auténtica, por muy devaluada e inconsecuente que pueda llegar a ser, con el tiempo, la experiencia humana", afirmó Cave.
Durante la huelga promovida por el sindicato Writers Guild of America el año pasado, que exigía restricciones al uso de la IA para sustituir el trabajo creativo, el autor de este artículo también escribió contra la sobrevaloración del talento de la IA. "Las experiencias humanas reales que inspiran el arte son las que hacen que nos enamoremos de ellas. La IA puede ser cada vez más precisa a la hora de captar la estética de un artista, pero eso es solamente superficial. Puede ser una herramienta útil para muchos aspectos de la carrera de un artista, pero nunca podría sustituirlo por completo", señaló Jonny Walfisz en su artículo.