Florida podría estar en riesgo de que sistemas tropicales la embistan de nuevo en 2023

La Florida, Puerto Rico y Carolina del Sur fueron embestidos por destructivos y mortales huracanes en el 2022 como Ian, Fiona y Nicole, un escenario que podría repetirse en el Estado del Sol en 2023, según un pronóstico de AccuWeather.

Donna LaMountain, de 51 años, abraza a su amiga Tammey Lynch, de 55, después de ver los daños en Pine Island Road el 29 de septiembre de 2022, en Matlacha, Florida. El huracán Ian tocó tierra en la costa del suroeste de la Florida como tormenta de categoría cuatro, dejando zonas con calles inundadas, árboles caídos y escombros esparcidos.
Donna LaMountain, de 51 años, abraza a su amiga Tammey Lynch, de 55, después de ver los daños en Pine Island Road el 29 de septiembre de 2022, en Matlacha, Florida. El huracán Ian tocó tierra en la costa del suroeste de la Florida como tormenta de categoría cuatro, dejando zonas con calles inundadas, árboles caídos y escombros esparcidos.

Los meteorólogos dicen que el estado volverá a tener un mayor riesgo que otras partes de Estados Unidos, lo que es un pronóstico de preocupación para quienes aún se están recuperando del impacto de huracanes en la Florida.

“Según la climatología y un patrón de El Niño en evolución durante agosto a octubre, la mayor probabilidad de impactos directos y significativos será desde el Panhandle de la Florida alrededor de todo el estado hasta la costa de las Carolinas”, precisó Dan Kottlowski, el meteorólogo principal y experto en huracanes Dan Kottlowski de AccuWeather.

Kottlowski, quien ha emitido pronósticos para AccuWeather durante más de cuatro décadas, informó que “parece haber una menor probabilidad de impactos directos sobre el oeste del Golfo de México y el noreste de EEUU.”

El pronóstico de AccuWeather para la temporada de huracanes en el Atlántico de 2023 es de 11 a 15 tormentas con nombre, de cuatro a ocho huracanes y de estos entre uno a tres de categoría mayor con 111 mph o más en la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco.

“También estamos proyectando de dos a cuatro impactos directos en Estados Unidos, incluidos Puerto Rico y las Islas Vírgenes”, dijo Kottlowski en el pronóstico que se emitió dos meses antes del inicio de la temporada que comienza el 1 de junio y finalizar el 30 de noviembre.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitirá su pronóstico el próximo 25 de mayo.

Según el promedio de 30 años desde 1990 hasta 2020, una temporada típica de huracanes tiene 14 tormentas con nombre, siete huracanes, tres huracanes de categoría mayor y cuatro impactos directos en Estados Unidos.

El pronóstico para 2023 tuvo en cuenta una serie de factores ambientales críticos como la transición esperada del fenómeno climático El Niño, las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico tropical y la fuerza de un patrón de viento sobre África conocido como chorro del este africano.

¿Se despide La Niña?

A principios de marzo, el Centro de Predicción Climática (CPC, en inglés) de la NOAA declaró el fin de la llamada “triple caída” de La Niña que estuvo vigente durante las últimas tres temporadas de huracanes.

Durante la etapa La Niña, la cizalladura vertical del viento se vuelve menos frecuente en las zonas tradicionales de formación de tormentas tropicales y huracanes y este factor incide en el desarrollo de un mayor número de sistemas tropicales en el Atlántico.

Con El Niño, es todo lo contrario. La generación de sistemas tropicales es menor.

En cuanto a cómo se determinaron las áreas con el riesgo más significativo, los meteorólogos se basaron en los llamados años análogos, que son años anteriores que tienen similitudes con los patrones climáticos actuales y esperados.

Otro factor clave en los lugares donde las tormentas tocan tierra cada año es un área de alta presión sobre el Atlántico conocida como el anticiclón Bermuda-Azores. La orientación de esta área puede alterar drásticamente la trayectoria de una tormenta.

Si débil generalmente permite que las tormentas estén lejos de Estados Unidos, pero si es más fuerte tiene el efecto contrario y pueden guiar las tormentas más cerca de las costas estadounidenses. El equipo de Kottlowski dijo que este factor será uno de los más importantes para monitorear durante la temporada.

Las temperaturas del agua por encima de lo normal volverán a jugar un papel importante, dijeron los meteorólogos.

Actividad de pretemporada

La actividad tropical de pretemporada ha sido algo común durante la última década, pero en 2022 no hubo tormentas con nombre antes de la fecha de inicio oficial del 1 de junio por primera vez desde 2014.

Kottlowski cree que hay una buena posibilidad de que se desarrolle la pretemporada nuevamente este año, debido en gran parte a las aguas cálidas en el Golfo de México y frente a la costa sureste de EEUU, los lugares donde las tormentas generalmente se forman a fines de la primavera y principios del verano.

Las aguas inusualmente cálidas podrían volver a proporcionar el combustible necesario para que una tormenta se intensifique rápidamente hasta convertirse en un gran huracán. “Y como demostró Ian, solo se necesita una tormenta para afectar millones de vidas”.

“Incluso si esta temporada fuera menos activa de lo normal, la abundancia de agua tibia podría provocar el desarrollo de un par de huracanes muy fuertes, como vimos con Ian”, dijo Kottlowski. “Cualquier persona que viva cerca o en la costa debe tener un plan de huracanes. Ahora es el momento de crear o actualizar su plan”.