Florida: Niñera se declara culpable tras muerte de hombre al que había sacudido cuando era un bebé
FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU. (AP) — Una antigua niñera se declaró culpable el miércoles por cargos de homicidio imprudencial por la muerte de un hombre en 2019 del que se le acusó de haber dejado discapacitado durante su infancia hace 40 años.
Terry McKirchy, de 62 años, aceptó un acuerdo de culpabilidad por la muerte de Benjamin Dowling, quien falleció a los 35 años después de una vida de discapacidades causadas por una hemorragia cerebral que sufrió en 1984, cuando tenía 5 meses, dentro de la vivienda de McKirchy en los suburbios de Fort Lauderdale. Los investigadores creen que ella provocó la lesión al sacudir al bebé con demasiada fuerza.
En una misiva de disculpas que su abogado, el defensor público David Fry, leyó a los padres de Dowling, McKirchy señaló que se sentía abrumada y exhausta por tener a su cuidado a varios niños y lo golpeó, provocándole sus lesiones.
McKirchy, quien actualmente reside en Sugar Land, Texas, fue indiciada por homicidio premeditado por un jurado investigador del condado de Broward hace tres años, después de que una necropsia llegó a la conclusión de que Dowling falleció a causa de las lesiones que sufrió hace décadas. El bebé nunca pudo gatear, caminar, hablar o alimentarse por sí mismo, había señalado su familia.
McKirchy, quien enfrentaba la posibilidad de cadena perpetua, fue sentenciada a tres años de cárcel y 10 años de libertad vigilada bajo el acuerdo con la fiscalía.
McKirchy, se entregó en la cárcel del condado de Broward el 29 de mayo, después de haber sido liberada tras el pago de una fianza de 100.000 dólares poco después de ser indiciada.
Esta no es la primera vez que McKirchy acepta un acuerdo relacionado con las lesiones de Dowling. Recibió una condena particularmente indulgente después de no disputar cargos de intento de asesinato en 1985. En ese entonces embarazada de su tercer hijo y ante la posibilidad de pasar entre 12 y 17 años en prisión, fue sentenciada a pasar los fines de semana en la cárcel hasta dar a luz. Posteriormente fue liberada y se le condenó a tres años de libertad condicional.
Incluso en ese momento insistió en su inocencia, diciéndoles a los reporteros en aquel entonces que su “consciencia estaba limpia”. Señaló en ese entonces que aceptó el acuerdo porque quería dejar atrás el caso y estar con sus hijos.