Yahoo Noticias Fiscales no hablaron con testigo antes de presentar cargos por delito menor en accidente náutico mortal
La Policía y la Fiscalía Estatal de Miami-Dade no investigaron a un testigo clave que contradijo la principal defensa del capitán en un accidente náutico que arrojó a 12 adolescentes a la Bahía de Biscayne, matando a una de ellas e incapacitando gravemente a otra, según una declaración jurada obtenida por el Miami Herald.
El hombre al timón —George Pino, agente inmobiliario de Doral, de 53 años— declaró a los investigadores que otra embarcación le hizo chocar contra un indicador del canal a 47 mph aquel domingo tranquilo y despejado.
Eso no es lo que vio el testigo Thomas Watson. El capitán de yate fuera de servicio, que iba con su esposa e hijos en su embarcación de 21 pies, viajaba dos barcos detrás de Pino cuando este estrelló su Robalo de 29 pies contra la baliza de concreto a las 6:37 p.m. del 4 de septiembre de 2022. Watson dijo que no hubo ninguna otra embarcación implicada.
Agentes de la FWC, la dependencia que investigó el accidente, preguntaron a los Watson en la escena lo que presenciaron. Pero ni la FWC ni la Fiscalía Estatal de Miami-Dade les tomaron declaración por escrito antes de presentar cargos por delitos menores contra Pino.
“Estuvimos sentados un tiempo esperando a que nos llamara alguien por teléfono”, dijo Watson al Miami Herald. “Fue extraño”.
La colisión del fin de semana del Labor Day mató a Luciana ‘Lucy’ Fernández, de 17 años, y dejó a su compañera de clase de Our Lady of Lourdes Academy, Katerina Puig, con un traumatismo craneal por objeto contundente y una discapacidad de por vida. Fue un trágico final para la celebración del 18 cumpleaños de su amiga, Cecilia Pino, hija de George y Cecilia Pino.
Watson fue uno de los primeros en llegar al lugar del accidente. Él y su esposa, Melinda, enfermera, prestaron ayuda a los heridos, entre ellos Lucy, quien fue encontrada bajo el barco y murió un día después en el hospital.
“Fue como si hubiera estallado una bomba”, dijo Watson en una declaración jurada el 11 de junio. “Cuando buscaba a Lucy, vi que había muchos [improperios] flotando en el agua: vasos Yeti, piezas de la borda. Es decir, era una locura”.
Los fiscales se pusieron finalmente en contacto con Watson este verano, casi dos años después del accidente y 10 meses después que se presentaron contra Pino tres cargos de delito menor por negligencia en la navegación. Fueron inducidos por Joel Denaro, abogado y amigo de los padres de Lucy, Andrés y Melissa Fernández, quienes sostienen que los fiscales han sido demasiado blandos con Pino.
Denaro localizó a Watson tras ver las grabaciones de las cámaras corporales de los agentes de la FWC la noche del accidente. En las imágenes, Watson dio su información de contacto a los agentes.
“Quería ayudar. Durante todo este tiempo, casi dos años, nos sorprendió que nadie se hubiera puesto en contacto con nosotros”, declaró Watson a los fiscales Ruben Scolavino y George Bell.
Watson declaró que nunca vio otra embarcación acercándose a ellos en el canal, confirmando lo que otros testigos dijeron a los investigadores y lo que captaron las cámaras de la zona.
Los testigos, incluidos los pasajeros de la embarcación de Pino, también dijeron a los investigadores que Pino no hizo ninguna maniobra evasiva –como dijo que había hecho– antes de estrellar su Robalo contra la baliza del canal. Un análisis de los datos del GPS de la embarcación de Pino corrobora las declaraciones de los testigos.
Un día después del accidente, investigadores de la FWC sacaron el barco del agua y encontraron más de 60 recipientes vacíos de alcohol en la embarcación siniestrada. Sin embargo, los agentes de la FWC descartaron el alcohol como factor en el accidente, afirmando que Pino no parecía estar bajo los efectos del alcohol tras entrevistarlo después del accidente. Pino dijo a los agentes que “se había tomado dos cervezas”.
La FWC no devolvió las peticiones de comentarios del Herald y la Fiscalía Estatal no respondió a las preguntas sobre el porqué no se había puesto en contacto con Watson.
Abogados litigantes de Miami, sin embargo, dijeron que el hecho de que las fuerzas del orden no dieran seguimiento a testigos como los Watson en el curso de la investigación es un error importante.
“Obviamente, esto es algo fuera de lo normal cuando se tiene este tipo de acontecimiento grave y este tipo de testigo clave en la escena de lo que sucedió. Que no se pusieran en contacto con él no solo es preocupante, sino sorprendente”, dijo Richard Klugh, abogado de defensa penal de Miami.
“Esto es definitivamente un lapsus por parte de la Policía y la Fiscalía Estatal”, dijo Phil Reizenstein, veterano abogado litigante de Miami quien fue fiscal estatal de Miami-Dade bajo la dirección de Janet Reno. “La Fiscalía Estatal y las fuerzas del orden le deben a la familia una disculpa y un esfuerzo renovado para asegurar que no se dejará piedra sin remover en esta investigación”.
Quiere que la Fiscalía Estatal reabra el caso
Denaro dijo que está exhortando a la Fiscalía Estatal a tomar la declaración jurada a Watson y las imágenes de una cámara de seguimiento de migrantes montada en el canal para reabrir su investigación sobre si Pino engañó a los investigadores con su afirmación sobre el otro barco.
“La familia Fernández espera que la fiscal estatal ponga fin finalmente a la distorsión del Sr. Pino de que otro barco contribuyó de alguna manera a la muerte de Lucy”, dijo Denaro en una declaración facilitada al Herald. “Nuestra revisión de la evidencia no deja ninguna duda de que el Sr. Pino mintió y, al hacerlo, cometió obstrucción a la justicia. Sin la verdad, la familia Fernández no puede tener un cierre”.
La información sobre la grabación de la cámara se incluyó en el informe final de la FWC, pero fue tachada cuando se dio a conocer a la prensa y al público. Sin embargo, Andrés Fernández, el padre de Lucy, dijo que vio el informe sin tachar.
“En resumen, afirma que hay una cámara [orientada al norte] que toma fotos periódicas, también confirma que no hay ningún otro barco”, dijo Fernández en un mensaje de texto a Denaro.
Ed Griffith, portavoz de la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, dijo que la dependencia estatal “no confirma ni niega la existencia de alguna investigación en curso. No discutimos ningún aspecto de un asunto legal en curso, que bien pudiera relacionarse con las preguntas que usted ha planteado”.
El abogado de Pino, Howard Srebnick, no respondió a las preguntas del Herald sobre la posibilidad de una nueva investigación.
Añadir cargos a estas alturas de la investigación es posible, pero depende de la prescripción de los cargos, dijo el abogado de defensa criminal de Miami Ed O’Donnell IV.
Un cargo de obstrucción es un delito menor de primer grado con un estatuto de limitaciones de dos años, a partir de cuando el incidente tuvo lugar. Esto significa que si los fiscales presentaran un cargo de obstrucción contra Pino, tendrían que hacerlo antes de septiembre, dos años después del accidente.
“El hecho de que hayan decidido no presentar cargos no significa que la persona sea libre de ir a casa”, dijo O’Donnell. “No hay nada que les impida reabrir una investigación. La Fiscalía Estatal no pierde la jurisdicción”.
Familia de Lucy quiere respuestas
La familia Fernández ha estado presionando para una investigación más profunda sobre el accidente.
Les decepcionó que la FWC descartara rápidamente el alcohol como factor, a pesar del descubrimiento de más de 60 recipientes de alcohol vacíos a bordo del barco al día siguiente del accidente.
El informe final de la FWC afirmaba que Pino se había negado a someterse voluntariamente a la prueba de alcoholemia porque su abogado no estaba presente. Pero en la grabación de la cámara corporal de un agente de la FWC que el Herald recibió más tarde, Pino no dijo nada sobre un abogado. Más bien, dijo, su razón para negarse fue porque “tomé dos cervezas”.
Rodney Barreto, el comisionado de la FWC, dijo que sus agentes en el lugar de los hechos, entre ellos el investigador que entrevistó a Pino, no pensaban que Pino estuviera impedido y por lo tanto no buscaron la aprobación de un juez para obligar a Pino a someterse a pruebas de sangre o de sobriedad en el lugar.
La afirmación de Pino sobre otra embarcación es especialmente problemática para la familia.
El investigador de la FWC William Thompson señaló en su informe final sobre el accidente, presentado en agosto de 2023, que la afirmación sobre otra embarcación no fue corroborada por ningún testigo ni por otra evidencia recogida en el lugar del accidente.
“Los testigos declararon que nunca se percataron de la presencia de otra embarcación antes del accidente y no recuerdan ninguna maniobra o giro brusco antes del accidente”. A continuación se muestra una fotografía tomada por un buen samaritano, menos de tres minutos después del accidente. La foto muestra el extremo norte del canal hacia Cutter Bank, y no hay embarcaciones a la vista en dirección norte en la fotografía”, escribió Thompson.
Sin embargo, Pino, que regresaba a su casa en el Ocean Reef Club de Cayo Largo después de pasar la tarde en Cayo Elliott, no solo dijo a las fuerzas del orden que la culpa del accidente fue de una embarcación, sino que su abogado lo repitió en una petición presentada el 13 de marzo de 2023 ante un tribunal federal de Miami para limitar la responsabilidad de Pino ante posibles demandas por el accidente.
La petición afirma que la embarcación de Pino estuvo “sometida a una gran estela lanzada por una gran embarcación de tipo consola central o de pesca deportiva que se dirigía hacia el noreste en el [Canal Intracostero] mientras ambas embarcaciones transitaban por Cutter Bank Shallows en las proximidades del marcador 15”.
La petición afirma que Pino “ajustó el rumbo para encontrarse con la estela”. Pero su embarcación “empezó a virar inesperadamente por su cuenta y se puso en rumbo aproximado hacia” el canal de navegación. Según la petición, Pino no pudo evitar colisionar con la baliza.
La presentación también afirma que la embarcación que causó la estela “abandonó el lugar y hasta la fecha no ha sido identificada”.
El abogado de Pino para la petición, Andrew Mescolotto, declinó hacer comentarios cuando el Herald se puso en contacto con él.
Datos del GPS de la embarcación de Pino
Los datos recogidos del dispositivo GPS de la embarcación de Pino no mostraban que Pino se hubiera desviado debido a otra embarcación, declaró Thompson en su informe.
“La descarga del GPS indicó que no hubo cambios bruscos o drásticos de dirección como declaró Pino”, escribió Thompson. “De hecho, no se muestran giros para [su barco] durante más de 1 milla antes del accidente”.
Pino entró en el canal de Cutter Bank viajando a una velocidad media de 42 mph, según el análisis forense del GPS que la FWC usó en su investigación. Al pasar los marcadores 12 y 13, Pino empezó a viajar por el lado izquierdo del canal, en lugar del habitual lado derecho.
Tras pasar por la baliza 14, la embarcación aumentó su velocidad de 43 mph a 47 mph antes de girar a la izquierda y chocar contra la baliza 15 en el lado de estribor, o derecho, del Robalo, según los investigadores.
Las 14 personas que iban a bordo –Pino, su esposa y las 12 adolescentes– salieron despedidas.
Según el informe del GPS, la embarcación redujo su velocidad a 18 mph tras el choque. Fue entonces cuando la embarcación empezó a hacer agua y volcó.
