Filtro nasal: ¿una nueva herramienta para la rinitis alérgica?

Por Laura Newman NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que padecen rinitis alérgica estacional deberían probar un nuevo filtro nasal para prevenir los síntomas antes de que aparezcan, según sugiere el equipo de Dinamarca que diseñó el dispositivo. El doctor Torben Sigsgaard, del Hospital de la Universidad de Aarhus y autor principal del estudio, aseguró que el filtro es "una solución simple y amigable con el usuario para prevenir la exposición a los alergenos durante la época de polen en las personas con rinitis alérgica. Los filtros nasales evitan las crisis en las personas que ya están sensibilizadas". La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó los filtros para los pacientes mayores de 6 años, según explicó el estudiante de medicina Paul Kenney, que dirigió el estudio. Kenney comparte la propiedad de la empresa Rhinix que produce los filtros. El estudio transversal aleatorizado duró dos días en junio del 2014 durante la época de polen; los autores convocaron a 65 adultos con alergia al pasto documentada. En Journal of Allergy and Clinical Immunology, el equipo publica que los participantes utilizaron al azar un filtro nasal real y otro inocuo (placebo). A todos se les implantó el dispositivo en la base de la nariz el mismo día. El filtro está disponible en tres tamaños. "El filtro consta de una membrana que elimina partículas a través de la interceptación y la incrustación. La membrana se coloca en el vestíbulo anterior de cada orificio nasal y se sujeta con un armazón de copolímeros. En el grupo control se colocaron los armazones sin la membrana", detalla el equipo. Si los participantes necesitaban quitarse el dispositivo para estornudar o sonarse la nariz, aprendieron a hacerlo con un pañuelo descartable y sin mirar su contenido. El equipo observó a los participantes durante todo el día. Llegaron al laboratorio a las 9 de la mañana, empezaron a utilizar las máscaras a las 9.30 y el equipo comenzó las pruebas a las 11.30; los participantes regresaron a sus casas a las 5 de la tarde los dos días. Los que utilizaron la máscara el primer día, utilizaron la versión placebo el segundo día y viceversa. El filtro nasal redujo, versus placebo, un 40 por ciento los síntomas nasales totales diarios (escala TNSS, resultado primario), un 43 por ciento los TNSS máximos, un 83 por ciento los estornudos diarios, un 75 por ciento los ojos llorosos y un 53 por ciento la rinorrea. El equipo no detectó una diferencia en la gravedad de los síntomas de los usuarios del filtro el primer día y el segundo día, aunque los niveles de polen el segundo día eran casi tres veces más altos que el primer día. Apenas tres participantes tuvieron efectos adversos, que incluyeron una sensación de ardor leve con el filtro placebo y prurito nasal moderado con el filtro original. "Aunque la mayoría de los participantes se dio cuenta de que estaba utilizando el dispositivo en algún momento del estudio (57 con la versión placebo y 61 con la versión real), dos tercios dijeron que no se habían dado cuenta de que estaban utilizando el filtro y en muy pocos casos aumentó la resistencia respiratoria", publica el equipo. Sigsgaard explicó que "los filtros son para utilizar durante toda la temporada de alergenos. Eso podrían ser meses si un usuario tiene más alergias estacionales". Kenney, el estudiante que desarrolló y patentó el filtro, dijo que "una de las estrategias más importantes para aprovechar mejor el dispositivo es entrenar a los pacientes en cuándo deberían colocarse los filtros nasales". FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 30 de junio del 2015