MOSCÚ.- Un fiesta de influencers y celebridades realizada en un boliche de Moscú la semana pasada, cuyo código de vestimenta era asistir “casi desnudo”, generó la indignación del ejército ruso luchando en Ucrania y de importantes políticos, incluido el presidente Vladimir Putin, al punto que varios de sus asistentes fueron condenados con penas de cárcel y multas millonarias.

La reconocida actriz y presentadora de televisión rusa Anastasia (Nastya) Ivleeva organizó la fiesta en el club nocturno Mutabor de la capital rusa el 21 de diciembre y contó con la presencia de famosos cantantes, influencers, actores y personalidades de los programas de entretenimiento de la televisión estatal que permanecieron en el país desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.

Siguiendo la consigna de asistir con poca ropa, las celebridades vistieron lencería, encaje y mallas traslúcidas. Incluso un rapero fue vestido con una media cubriendo ligeramente sus partes íntimas.

Aunque el evento era privado, rápidamente se volvió público gracias a las imágenes y videos que circularon en las redes sociales, que provocaron indignación en todas las esferas del poder y entre activistas pro Kremlin en un momento en que Rusia está inmersa en la guerra con Ucrania y las autoridades están impulsando una agenda social cada vez más conservadora.

Circuló por internet un video del vocero de Vladimir Putin escuchando una explicación de una de las estrellas que asistieron a la fiesta, y Baza, un medio de comunicación conocido por sus contactos con los servicios de seguridad, informó que las tropas que luchan en Ucrania fueron de las primeras en quejarse.

Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, pidió el miércoles a los periodistas que lo perdonaran por no comentar públicamente sobre el creciente escándalo, diciendo: “Dejemos que ustedes y yo seamos los únicos en el país que no discutamos este tema”.

Maria Zakharova, vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, dijo que el evento había “manchado” a quienes participaron, pero que ahora tenían la oportunidad de trabajar en sí mismos, según el medio de comunicación ruso Ura.

La feroz reacción de las autoridades, los legisladores y blogueros pro-Kremlin, los medios estatales y los grupos de la Iglesia Ortodoxa ha estado dominando los titulares durante días, desplazando las historias sobre el aumento de los precios y la inflación.

Posibles condenas

Como consecuencia del gran escándalo, las autoridades tomaron medidas. Ivleeva, que se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de Rusia por organizar la fiesta y haber asistido luciendo joyas valuadas en 250.000 dólares en un momento en el que muchos rusos luchan por salir adelante, está siendo investigada por autoridades fiscales. Podría enfrentar una posible pena de prisión de cinco años, además de una multa de mil millones de rublos (10,9 millones de dólares) luego de que un tribunal de Moscú aceptara una demanda de un grupo de personas por “agravio moral”. Si tienen éxito, quieren que el dinero se destine a un fondo estatal que apoye a los veteranos de guerra de Ucrania.

La influencer subió dos videos a sus redes sociales pidiendo disculpas públicas entre lágrimas y aseguró que merecía todos los castigos que recibió, pero que esperaba “una segunda oportunidad”.

Además, su nombre desapareció como una de las caras visibles del importante operador ruso de telefonía móvil MTS, tal como le sucedió a muchas otras celebridades cuyos patrocinadores rompieron sus contratos por haber asistido a la fiesta. A otros nombres más famosos se les han cancelado conciertos y lucrativos espacios de transmisión en la televisión estatal, se han revocado contratos con patrocinadores y, al menos en un caso, se dice que están siendo eliminados de una nueva película.

El rapero Nikolai Vasilyev, que dio fue al el evento vistiendo apenas una media en su miembro, fue castigado con dos semanas de cárcel y multado con 200.000 rublos (2182 dólares) por propaganda de “relaciones sexuales no tradicionales”.

“Celebrar tales eventos en un momento en que nuestros muchachos están muriendo en la operación militar especial (ucraniana) y muchos niños están perdiendo a sus padres es cínico”, dijo Yekaterina Mizulina, directora de la Liga Rusa para una Internet Segura, un organismo fundado con la el apoyo de las autoridades. “Nuestros soldados en primera línea definitivamente no luchan por esto”.

Muchos de los participantes famosos de la “Fiesta de Casi Desnudos” han grabado disculpas, incluida la periodista Ksenia Sobchak, cuyo difunto padre, Anatoly, solía ser amigo y jefe de Putin.

El escándalo se produce en un momento en que Putin, de quien se espera que gane cómodamente otro mandato de seis años en las elecciones de marzo, ha redoblado su apuesta por el conservadurismo social, instando a las familias a tener ocho o más hijos, y después de que la Corte Suprema de Rusia dictaminó que los activistas LGBT deberían ser designados como “extremistas”.

El escándalo ha enfurecido a quienes apoyan la guerra de Rusia en Ucrania. Una mujer que dijo que su sobrino había perdido ambas piernas en combate escribió en una publicación a la Liga por una Internet Segura que las estrellas deberían pagar las prótesis de piernas para su pariente y otras personas para enmendar las cosas. “Esa sería una mejor disculpa”, escribió la mujer no identificada.

Agencia Reuters