Festival de Cine de Miami tiene un nuevo director ejecutivo y un nuevo teatro en La Pequeña Habana

El Festival de Cine de Miami, principal acontecimiento cinematográfico internacional de la ciudad, encontró a su nuevo director ejecutivo.

James Woolley, quien ha organizado y dirigido durante décadas importantes festivales de cine desde Sidney hasta San Francisco, supervisará el festival en los preparativos de su 41ra edición y del 10mo aniversario de su festival GEMS este otoño. Woolley reemplaza a Jaie Laplante, quien fue directora del festival 12 años antes de dimitir el verano pasado. El festival, gestionado por Miami Dade College (MDC), volverá en abril.

Woolley dijo que le atrajo la “gran reputación del festival en todo el país y el mundo”. Cuando vio que el cargo de director ejecutivo estaba vacante se dio cuenta de la increíble oportunidad que supondría.

“Para mí en particular, pensé que podría hacer cosas increíbles con esta organización”, dijo. “Estoy muy contento de haberme reunido con el equipo y con toda la gente maravillosa de la universidad: está dirigida por un grupo de personas increíbles que tienen grandes ambiciones. Quería estar en un lugar que ya lo estaba haciendo bien, pero que también quería seguir prosperando”.

Recientemente, Woolley fue durante cuatro años director ejecutivo de Frameline, con sede en San Francisco, el festival de cine LGBTQ+ más antiguo del mundo y uno de los mayores de la costa oeste. Su carrera abarca casi dos décadas trabajando en más de 20 festivales de cine a gran escala, incluidos festivales internacionales de cine en Sidney, Melbourne y Brisbane. En 2017 fue nombrado responsable de mercadotecnia y relaciones con los clientes del Festival de Cine de Sidney. Es licenciado en Artes Creativas en la Universidad Macquarie de Sidney, Australia.

El MDC estaba interesado en encontrar un líder experimentado que pudiera ayudar a elevar el prestigio del festival como un importante festival de cine internacional, dijo María Carla Chicuén, directora ejecutiva de Asuntos Culturales de MDC.

“Sus aptitudes y su experiencia, concretamente en la gestión de festivales internacionales de cine, le han permitido destacarse entre un grupo de candidatos muy calificados que nos han impresionado mucho”, dijo Chicuén. “Además, siente un gran entusiasmo por formar parte de la comunidad cinematográfica, artística y cultural de Miami. Está muy ilusionado por llevar el festival a mejores lugares”.

Woolley toma las riendas cuando el festival GEMS, el evento derivado de Miami Film Festival que presenta películas internacionales de moda, celebra su 10mo aniversario del 2 al 5 de noviembre. El festival GEMS también marca la inauguración de la recién renovada sala de cine en el Koubek Center del MDC, de La Pequeña Habana, dijo Chicuén. Este anuncio ocurre meses después que la ciudad de Miami desalojó al MDC del Tower Theater, un teatro histórico en la Calle Ocho que la universidad gestionó y usó como sede del festival durante 20 años.

Koubek Center Theater ofrecerá proyecciones durante todo el año y durante festival y y GEMS, dijo Chicuén. El festival seguirá colaborando con salas y teatros locales en el futuro.

“Continuamos nuestro compromiso de servir a la comunidad de La Pequeña Habana y de traer otras comunidades a La Pequeña Habana”, dijo. “Reconocemos las oportunidades que conlleva poder operar nuestra propia sala de teatro. Al mismo tiempo, seguimos ampliando el alcance en la programación de Koubek Center como un centro multicultural con una posición única que presenta programas en todas las formas de arte”.

Este es un momento de transformación para varias organizaciones artísticas, incluido el festival de cine, ya que la comunidad artística de Miami ha visto varias jubilaciones notables y anuncios de plazas de trabajo en los últimos dos años.

Como director ejecutivo, Woolley dijo que está “muy emocionado” de trabajar en una ciudad con una próspera comunidad artística y un público entusiasta.

“Para mí, una de las mejores cosas que ha surgido de la pandemia es el continuo entusiasmo de la gente por el arte y la cultura”, dijo. “Estoy muy contento de estar aquí, en una ciudad que está dispuesta a recibirnos y a acoger el trabajo creativo que vamos a hacer”.

La aventura de Woolley en el mundo de los festivales de cine empezó en Australia, su país natal. De hecho, su amor por el cine le viene de familia. Sus abuelos estaban suscritos al Festival de Cine de Sidney, al que sus padres solían acudir en sus citas. Le apasiona compartir el cine con los demás, dijo.

“Tienen el poder de conmover a la gente”, dijo. “Creo que todas las formas de arte lo tienen, por supuesto, pero hay algo en el cine que te hace ver realmente el mundo, ver las emociones de la gente. Creo que puede provocar un cambio en la actitud en la gente, pero también creo que puede llevar a la alegría”.

Después de graduarse en la universidad, se propuso trabajar en el mundo de las artes, pero los festivales de cine siempre fueron su objetivo. Empezó, como dice, “desde lo más bajo”. Pasó los siguientes 15 años ascendiendo, desde contratos temporales de corta duración a probar suerte en todos los cargos posibles que existen en una organización de festivales de cine, hasta llegar a supervisar instituciones de gran renombre.

Y tiene muchas “historias de guerra” de todos estos años. Ha habido películas que no se reproducían digitalmente, películas que empezaron a reproducirse al revés y al revés, y la vez que tuvo que dirigir un festival durante una pandemia mundial.

“Ha pasado de todo, pero eso forma parte de la alegría de ser un acontecimiento único”, dijo. “Es en directo, es real. Disfruto mucho de esa inmediatez”.

Por encima de todo, dijo Woolley, “no hay nada que me guste más que llenar una sala de cine”.

Y sus objetivos coinciden con los del MDC: aprovechar la reputación de Festival de Cine de Miami para conseguir el reconocimiento internacional que merece.

“El festival ya es respetado, pero hay que seguir asegurando que el prestigio del festival se conozca en todo el mundo y en todo el país”, dijo. “Nos apasiona que todos sepan que este es un festival de categoría mundial al que la gente debería venir”.

Este reportaje fue producido con el apoyo financiero de The Pérez Family Foundation, en asociación con Journalism Funding Partners, como parte de un programa de becas de periodismo independiente. Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.