Yahoo Noticias Festival de las Artes de Coconut Grove celebra 60 años en Miami tan ‘fresco’ como siempre
Hay un lugar donde se puede ver todo.
Tony Albelo estaba en la esquina de una calle que da la vuelta para ver la totalidad del Festival de las Artes de Coconut Grove, que se extiende de este a norte, y a los miles de personas que se abren paso entre las carpas de los artistas. Era 2022, el regreso del festival después de que hiciera un paréntesis durante el apogeo del COVID-19.
“Las calles estaban abarrotadas de gente y se respiraba esa sensación en el ambiente”, dijo Albelo, presidente ejecutivo de EngageLive, la empresa que produce el festival. “De hecho, salimos adelante y mantuvimos el festival en marcha y lo hicimos tan bueno como siempre ha sido”.
En la joven, creciente y bastante inconsistente ciudad de Miami, pocas instituciones superan la adolescencia. Este fin de semana del Presidents Day, el Festival de las Artes de Coconut Grove alcanza la vejez al celebrar su 60 aniversario con cientos de artistas vendiendo sus obras.
El festival parece haber descifrado el código de la longevidad en el 305. Lo que empezó como un truco publicitario aislado se ha convertido en una institución cultural muy querida. Ha sabido experimentar y reinventarse. Ha regresado de la pandemia con fuerza, con un número total de espectadores que ha pasado de 30,000 antes de la pandemia a 80,000. Y su reputación como una de las mejores ferias de arte del país sigue siendo impecable.
Pero quizá la clave de su éxito a largo plazo no sea el clima, la ubicación frente al mar, la comida, la música en vivo o incluso la cúpula de alta tecnología de 80 pies de diámetro. Es el arte: las pinturas, esculturas, trabajos en madera, cerámicas, carteles, grabados, vidrio y textiles que pueblan las calles. La reputación del festival ha crecido exponencialmente con los años, ya que artistas de todo el país presentan solicitudes para participar en la muestra. Ha sido la plataforma de lanzamiento de varias carreras, desde el fotógrafo de naturaleza Clyde Butcher hasta el artista pop Romero Britto.
“Si hubiera un Monte Rushmore de los festivales y eventos de Miami, el Festival de las Artes de Coconut Grove estaría sin duda entre ellos”, dijo Albelo. “Es un elemento básico de Miami. Es la piedra angular de la escena de eventos. Y es fiel a su misión de ser una muestra de arte de talla mundial”.
El truco
La historia comienza con un hombre llamado Charlie Cinnamon.
Cinnamon, fallecido en 2016 a los 94 años, fue un pilar de la comunidad artística del sur de la Florida que prefería llamarse a sí mismo “agente de prensa”, no publicista.
En 1963, la inspiración le llegó cuando promocionaba una producción del musical francés “Irma La Douce” en el Coconut Grove Playhouse.
“En aquellos días, era difícil conseguir que la gente cruzara el viaducto o desde donde fuera para venir al Grove Playhouse”, contó Cinnamon al Herald para un artículo de 2013 sobre el 50 aniversario del festival. “Como agente de prensa que buscaba algún tipo de truco, ya que el espectáculo estaba ambientado en París, hagamos una Muestra de Arte de la Ribera Izquierda. Reservamos todo el fin de semana en torno a ello cuando realmente tenemos una colonia artística aquí”.
Para atraer más miradas a la Playhouse, Cinnamon convirtió las calles circundantes en un “espectáculo artístico de tendederos” de inspiración parisina, con un show de caniches franceses frente a la puerta principal del teatro.
Esto es lo gracioso. “La gente empezó a venir”, dijo Cinnamon al Herald, riendo entre dientes. “Nunca supimos si compraron alguna entrada [para el musical]”.
El festival tuvo más éxito que el musical. Volvió al año siguiente –y en las décadas siguientes– como Festival de las Artes de Coconut Grove.
Este año marca otro hito para el festival. Su presidente, Monty Trainer, empresario y leyenda local conocido como el “Padre del Grove”, deja el cargo después de 15 años.
Trainer ha participado en el festival desde principios de los años 70, cuando se le propuso ser patrocinador. Apreciaba el “trabajo de amor” que los artistas dedicaban al festival y veía cómo descargaban sus obras de vagonetas para montarlas y lo volvían a empaquetar todo después del fin de semana. Le pidieron que se uniera a la junta y más tarde se convirtió en presidente.
Dirigir un festival de arte en Miami siempre tiene sus altibajos, dijo Trainer. Como cuando el festival tuvo que hacer frente a un apagón. O la otra vez que un huracán empujó los barcos al muelle. O las muchas veces que ha llovido. Pero también hay momentos gratificantes. Trainer dice que disfruta viendo cómo el festival concede cada año becas a estudiantes de secundarias de artes públicas locales.
Lo que más le gusta es subirse a un carrito de golf y recorrer el festival saludando a los visitantes y conociendo a los artistas.
“El arte es lo más importante”, dijo. “Somos una comunidad artística, y eso es lo primero en lo que nos centramos”.
La renovación
Mantener fresca una institución con décadas de antigüedad es todo un reto, comentó Albelo.
Antes de la pandemia, dijo, la asistencia había bajado y se hablaba de que “la gente estaba acostumbrada a cómo era”. La junta, que sigue centrándose en la selección de los artistas, contrató a EngageLive! para que se encargara de todo lo demás: la logística, el marketing, la venta de entradas y los permisos del festival. Es como una “división entre la Iglesia y el Estado”, dijo.
“Uno de los objetivos que nos propusimos fue renovar el festival”, dijo Albelo. “Reajustarlo a su valor fundamental, que es ante todo un festival de arte, pero que es un festival y tiene un gran componente social”.
El festival se ha centrado en atraer a familias más jóvenes y a los nuevos residentes del sur de la Florida. Está The Stacks, una pirámide de contenedores para que los muralistas pinten durante el festival. Más de 100 artistas donaron sus obras al Young Collectors Club, donde los niños pueden curiosear por su cuenta y comprar su primera obra de arte por solo $5.
Por primera vez este año se celebra Flavors of The Grove, un concurso de platos de autor para restaurantes locales, y el Art & Drafts Beer Garden, donde los invitados pueden degustar cerveza artesanal mientras los artistas crean nuevas obras. Además, una cúpula blanca gigante ofrece una exposición de arte inmersiva de 360 grados en su interior.
Los artistas
El orgullo del Festival de las Artes de Coconut Grove siguen siendo los artistas.
“Son artistas que no verás en ningún otro sitio. No exagero cuando digo que son algunos de los mejores”, dijo la directora ejecutiva Camille Marchese. “Cuando se publicó la lista, me llamaron artistas para decirme: ‘¡Diablos, qué buen cartel!’”
El festival usa un proceso de jurado anónimo para puntuar las propuestas de los artistas en función de su habilidad, creatividad y originalidad, y seleccionar a los participantes. En el pasado, el festival recibió unas 500 solicitudes para unos 240 espacios. Este año, los jurados han tenido que cribar entre 1,100.
“Es una buena exposición, los artistas ganan dinero aquí y por eso es atractiva”, dijo Marchese. “Los artistas que hay ahora en nuestra exposición son tan buenos como los que se pueden encontrar en Basilea”.
Los 60 años de trayectoria del festival son un testimonio del poder de centrarse en los artistas, dijo Marchese. Por encima de todo, reconoce el mérito de la junta directiva, los voluntarios y los fundadores del festival por crear algo que encanta a la comunidad. Todavía recibe llamadas de antiguos asistentes al festival que le preguntan cómo comprar entradas. Hace poco recibió un correo electrónico de un chico que le envió una foto de un cartel del festival de 1983 pidiéndole más información sobre el artista.
“Forma parte de las actividades anuales de la gente. Forma parte de la comunidad”, dijo. “Me encuentro con gente todo el tiempo que siente que este es su festival porque esta es su ciudad”.
La artista Annie Bisone sintió esa energía cuando expuso su obra en el Festival de las Artes de Coconut Grove por primera vez el año pasado. Ella es una de los 45 artistas que regresan y que fueron invitados de nuevo tras recibir premios del festival el año pasado.
“Lo que más recuerdo es lo interesado que estaba el público con mi obra y lo entusiasmado que estaba por ver algo nuevo”, dijo Bisone. “Se sentía fresco tener nuevos ojos y conversaciones. Parecía una situación de chispa mutua”.
Bisone, una artista de la fibra afincada en Milwaukee que dirige Lalo Workshop, confecciona prendas sostenibles, únicas y sin residuos, hechas con restos de telas que de otro modo se habrían tirado. Le alegró ver que el público de Coconut Grove era tan receptivo a su trabajo y a su pasión por la moda lenta.
Antes de inscribirse en el festival, había pedido consejo a otros artistas sobre dónde ir. “Coconut Grove siempre aparecía como el número uno”, dijo. Como artista, dijo que se siente alentada al ver que un evento tan solidario celebra 60 años.
“Se trata de la comunidad. Se trata del colectivo”, dijo. “Se trata de decidir que esto es importante, que es necesario, que lo necesitamos en nuestras vidas. Enriquece la vida. Y sí, sin arte, la vida es bastante aburrida”.
Festival de las Artes de Coconut Grove 2024, del 17 al 19 de febrero, 2700 S. Bayshore Drive, Miami. (El festival se extiende por las calles McFarlane Road, South Bayshore Drive y Pan American Drive). Boletos: $25 entrada general disponibles en línea. https://cgaf.com/info/
Este artículo fue producido con el apoyo financiero de The Pérez Family Foundation, en asociación con Journalism Funding Partners, como parte de un programa de becas de periodismo independiente. El Miami Herald mantiene el pleno control editorial de este trabajo.
