Fernando Alonso planta cara a la FIA tirando de ironía

El Gran Premio de Italia no defraudó. Tal y como ocurrió la temporada pasada, la carrera finalizó con un ganador sorprendente: Daniel Ricciardo. Aunque, sin duda, si por algo quedará para la historia la carrera en Monza es por el accidente entre Max Verstappen y Lewis Hamlton que deja para la posteridad la imagen más brutal de una rivalidad titánica. Sin embargo, la jornada dio para más.

Por ejemplo, Fernando Alonso finalizó nuevamente por delante de su compañero de equipo Esteban Ocon, en una meritoria octava posición por la décima del francés. Este resultado permite al asturiano sumar cuatro puntos, aunque para el español fueron insuficientes. Y, a estas alturas de su carrera, el español no se iba a callar.

Al término de su carrera, el bicampeón del mundo no se cortó a la hora de expresar su descontento porque Lance Stroll, que finalizó en séptima posición, no recibiese ninguna sanción cuando él entendía que no había respetado las banderas amarillas. Para verbalizar su frustración, Alonso tiró de ironía: "Amarillo = acelerar. Verde = amarillo. Siempre se aprende algo en cada carrera".

GUÍA | Los pasos que tienes que seguir para poder ver un tuit no disponible por tus preferencias de privacidad

Más allá de su enfado con esta decsión de la FIA, el asturiano completó un fin de semana de supervivencia en el que sacó el máximo rendimiento a un coche que fue en todo momento menos competitivo que sus rivales directos. Así lo explicó a los medios al término de la carrera: "Este fin de semana fuimos menos competitivos de lo que hubiésemos querido, quizá los sextos o séptimos coches en parrilla, viendo la clasificación del viernes. No nos podemos permitir ni una salida de pista, ni un trompo, ni un toque, ni un mal pit stop... Tenemos que hacer todo perfecto, a ver si vamos arañando aquí y allá, y hemos hecho otra carrera con una ejecución perfecta".

Vídeo | El hobby secreto de Lewis Hamilton tan arriesgado como la F1