Un nuevo fenómeno El Niño ya empezó: por qué este año es más preocupante y cómo puede impactar en América del Sur
LONDRES.- El Niño ha regresado oficialmente y es probable que provoque fenómenos meteorológicos extremos a finales de año, desde ciclones tropicales girando hacia las vulnerables islas del Pacífico hasta fuertes lluvias en América del Sur o sequías en Australia.
Después de tres años dominados por el patrón climático de La Niña, que suele bajar ligeramente las temperaturas globales, El Niño, más cálido, vuelve a la acción, según un aviso emitido el jueves por el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Los científicos dicen que este año parece particularmente preocupante. La última vez que un El Niño fuerte estuvo en pleno apogeo, en 2016, el mundo vio su año más caluroso registrado. Los meteorólogos esperan que esta vez El Niño, junto con el calentamiento excesivo del cambio climático, hará que el mundo se enfrente a temperaturas récord.
El Niño nace de unas aguas inusualmente cálidas en el Pacífico oriental, cerca de la costa de América del Sur, y suele ir acompañado de una ralentización o inversión de los vientos alisios del este. El fenómeno se produce, en promedio, de cada dos a siete años.
Esta acumulación de agua tibia en el Pacífico oriental también transfiere calor a la atmósfera a través de la convección, generando tormentas eléctricas. “Cuando El Niño mueve esa agua tibia, se mueve donde ocurren las tormentas eléctricas”, dijo el meteorólogo de la NOAA Tom DiLiberto. “Ese es el primer dominó atmosférico que cae”.
El Niño has arrived officially! @NOAA has issued an Advisory with a 56% of a strong episode by winter. Let the “not so” fun begin. https://t.co/AbT3wkVcas pic.twitter.com/epuplrapCE
— Jeff Berardelli (@WeatherProf) June 8, 2023
“Dependiendo de su fuerza, El Niño puede causar una variedad de impactos, como aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en algunos lugares del mundo”, afirmó la climatóloga de la NOAA Michelle L’Heureux.
“El cambio climático puede exacerbar o mitigar ciertos impactos relacionados con El Niño. Por ejemplo, El Niño podría generar nuevos récords de temperaturas”, explicó.
Los expertos también están preocupados por lo que está pasando en el océano. Un El Niño significa que las aguas en el Pacífico Oriental son más cálidas de lo normal. Pero incluso antes de que comenzara El Niño, en mayo, la temperatura promedio global de la superficie del mar era aproximadamente 0,1° más alta que cualquier otra registrada. Eso podría potenciar el clima extremo. “Estamos en un territorio sin precedentes”, dijo L’Heureux.
Por regiones
Durante El Niño de 2015-2016, el evento de este tipo más fuerte registrado hasta ahora, las existencias de anchoas frente a las costas de Perú se desplomaron en medio de esta incursión de aguas cálidas. Y casi un tercio de los corales de la Gran Barrera de Coral de Australia murió. En aguas demasiado cálidas, los corales expulsarán las algas vivas, lo que hará que se calcifiquen y se vuelvan blancas.
El Niño de este año podría generar pérdidas económicas globales de 3 billones de dólares, según un estudio publicado el mes pasado en la revista Science, reduciendo el PBI a medida que el clima extremo diezma la producción agrícola, la fabricación y ayuda a propagar enfermedades.
Los gobiernos de los países vulnerables están tomando nota. Perú ha reservado 1060 millones de dólares para hacer frente a los impactos de El Niño y el cambio climático, mientras que Filipinas, en riesgo de ciclones, ha formado un equipo gubernamental especial para manejar las consecuencias previstas.
Australia advirtió esta semana que El Niño aumentará las temperaturas en un país ya de por sí vulnerable a incendios forestales.
Durante El Niño, el sur de los Estados Unidos experimenta un clima más frío y húmedo, mientras que partes del oeste de Estados Unidos y Canadá son más cálidas y secas.
La actividad de los huracanes flaquea a medida que las tormentas no se forman en el Atlántico debido a los cambios en el viento, lo que salva a los Estados Unidos. Pero los ciclones tropicales en el Pacífico reciben un impulso, con tormentas que a menudo giran hacia islas vulnerables.
Algunas partes de América Central y del Sur experimentan fuertes lluvias, aunque la selva amazónica tiende a sufrir condiciones más secas.
El Niño podría ofrecer un respiro al Cuerno de África, que recientemente sufrió cinco temporadas de lluvia fallidas consecutivas. El Niño trae más lluvia al Cuerno, a diferencia de La Niña de triple inmersión que desecó la región.
La mayoría de los expertos recurren a dos agencias para confirmar el inicio de El Niño: la NOAA y la Oficina de Meteorología de Australia (BOM). Las dos utilizan diferentes parámetros para declarar la llegada del fenómeno, siendo la definición australiana ligeramente más estricta.
La NOAA habla de El Niño cuando las temperaturas oceánicas en el Pacífico ecuatorial oriental y central han sido 0,5 grados Celsius más altas de lo normal durante el mes anterior, y han durado o se espera que continúen durante otros cinco periodos consecutivos y solapados de tres meses. La agencia también tiene en cuenta el debilitamiento de los vientos alisios y la nubosidad.
Agencias AFP y Reuters