El fenómeno anual del cierre del agujero de ozono no prueba que el cambio climático no exista
En la primera semana de diciembre de 2024 se cerró el agujero de ozono que se abre anualmente sobre la Antártida, el cual ha sido uno de los más pequeños registrados en los últimos cuatro años. En ese contexto, más de 2.100 usuarios en redes sociales afirman que el fenómeno prueba que “el cambio climático no existe”. Sin embargo, eso es falso. El agujero de la capa de ozono se abre y cierra de forma cíclica todos los años y ese fenómeno no está relacionado directamente con el cambio climático.
“Se termina el curro del cambio climático: Se cerró la capa de ozono”, se lee en una placa del medio argentino Derecha Diario compartida en X, Facebook e Instagram.
El agujero de la capa de ozono sobre la Antártida se genera de manera cíclica todos los años, desde hace unas dos décadas, durante la primavera del hemisferio sur.
En la primera semana de diciembre de 2024 se cerró uno de los agujeros más pequeños de los últimos cuatro años. Tuvo un tamaño similar al continente antártico (15 millones de kilómetros cuadrados), a diferencia de los agujeros de 2022 y 2023, que habían alcanzado áreas cercanas a los 25 millones de kilómetros cuadrados.
En octubre, el agujero comenzó a disminuir, persistiendo en torno a los 10 millones de kilómetros cuadrados durante noviembre, para finalmente cerrarse en diciembre.
Fenómeno anual
La atmósfera se divide en varias capas. La primera, en la que se desarrolla la vida humana, es la troposfera y tiene entre ocho y 14 kilómetros de espesor, y la segunda es la estratósfera, con 35 kilómetros de espesor, donde se encuentra la capa de ozono.
La función principal de la capa de ozono es absorber la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) proveniente del Sol, especialmente los rayos UV-B y UV-C, que pueden ser muy perjudiciales para los seres vivos.
Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) argentino, explicó a AFP Factual que lo que ocurrió en 2024 fue que “el agujero de ozono comenzó mucho más tarde y finalizó más temprano” a comparación de otros años y, además, “su extensión fue de las más pequeñas de los últimos años”.
Fernández describió que la razón de esto fue la erupción, en 2022, del volcán Tonga, que hizo que la estratósfera aumentara su temperatura a partir de los gases de efecto invernadero.
“Para que se forme el agujero de ozono se necesitan temperaturas muy bajas, por lo tanto, este año la temperatura de la estratosfera fue más alta y la destrucción del ozono fue menor, por lo que el agujero de ozono fue más pequeño”, afirmó.
El cambio climático existe
Si bien el agujero de ozono y el cambio climático están vinculados a la actividad humana, son dos problemáticas ambientales diferentes.
Mientras el agujero de ozono es causado por sustancias químicas como los clorofluorocarbono (CFC), el cambio climático está vinculado al aumento de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, producidos principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
“No hay que confundir al cambio climático con el agujero de ozono. Son dos problemas completamente diferentes que lo único que tienen en común es que ambos son a causa de las actividades humanas”, sostiene Fernández.
Azul Schvartzman, licenciada en Ciencias Ambientales, explicó a AFP Factual que “la capa de ozono no está mejor porque no existe el cambio climático, sino porque nos movimos a tecnologías que no emiten hidrofluorocarbonos (HFC)”.
“El cambio climático está relacionado con el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero, entre los cuales estaban los HFC, pero también está una lista enorme de gases como el dióxido de carbono y el metano, etcétera, que emitimos los seres humanos con nuestro desarrollo productivo”, afirmó la especialista.
Existe un amplio consenso científico sobre las causas del cambio climático y su origen antropogénico. El efecto invernadero provocado por el hombre conduce al aumento de las temperaturas en la Tierra.
A principios de agosto de 2021, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó su sexto informe sobre el estado del clima de la Tierra. Estos documentos se consideran un resumen del estado actual de la ciencia sobre el tema. De acuerdo con ellos, la temperatura media de la superficie global aumentó en más de 1,2 grados en el período de 1880 a 2020. La conclusión del informe afirma: “Desde hace décadas es evidente que el clima de la Tierra está cambiando, y el papel de la influencia humana en el sistema climático es indiscutible”.
Un estudio de 2013, revisó 11.944 artículos publicados entre 1991 y 2011 sobre el calentamiento global. De los estudios examinados, el 97 por ciento estuvo de acuerdo en que el cambio climático es provocado por el hombre.
Acuerdo de Montreal
En 1980 se descubrió que la capa de ozono estaba reduciéndose producto de unas sustancias químicas llamadas CFC utilizadas como refrigerantes, espumas aislantes y disolventes. Los CFC son transportados por fuertes vientos hacia la estratósfera, descomponiendo las moléculas de ozono.
Para hacer frente a esto, se estableció el Protocolo de Montreal, firmado en 1987, un acuerdo ambiental que regula la producción y el consumo de productos químicos artificiales denominados sustancias que agotan la capa de ozono (SAO).
“El impacto positivo de este tratado se refleja en la evolución de los agujeros de ozono durante las últimas décadas. Sin embargo, los expertos destacan que la recuperación completa podría extenderse hasta mediados del siglo XXI. Esto dependerá no solo de la continuidad en la aplicación de las regulaciones, sino también de cómo evolucione el cambio climático y sus efectos sobre la estratosfera”, se lee en la página oficial del SMN.
Referencias:
Definición de troposfera y estratosfera
Clorofluorocarbono (CFC) y Hidrofluorocarbonos (HFC)