Federales centran en Florida ofensiva contra el fentanilo enviado por empresas chinas a Estados Unidos y México

Funcionarios del Departamento de Justicia (DOJ) anunciaron el martes una ofensiva contra empresas y empleados chinos en ocho acusaciones presentadas en la Florida, en las que se les acusa de enviar ingredientes químicos a México y Estados Unidos, donde se usan para producir fentanilo, un opioide sintético que es la principal causa de muerte por consumo de drogas en Estados Unidos, con más de 100,000 en un año.

Las acusaciones siguen a una iniciativa del gobierno estadounidense lanzada este verano para perseguir a las empresas chinas que suministran “precursores” químicos de fentanilo para la fabricación de esta droga mortal, que es 50 veces más potente que la heroína y también puede matar a un adulto con una dosis de tan solo dos miligramos.

“Sabemos que la cadena mundial de suministro de fentanilo, que termina con la muerte de estadounidenses, a menudo empieza en empresas químicas de China”, dijo el martes el fiscal general Merrick B. Garland en una conferencia de prensa en Washington DC, acompañado de altos cargos de las fuerzas del orden. “El gobierno de Estados Unidos está centrado en romper todos los eslabones de esa cadena, sacar el fentanilo de nuestras comunidades y llevar ante la justicia a quienes lo ponen ahí”.

El enfoque federal sobre los proveedores de sustancias químicas marca un cambio significativo en la política estadounidense que anteriormente se centraba en la fabricación real de sustancias relacionadas con el fentanilo y fármacos opioides análogos en China que se encargaban por internet y se enviaban por correo a este país. Bajo la presión del gobierno estadounidense, las autoridades de Pekín empezaron a ilegalizar y encarcelar a los fabricantes de fentanilo que operaban en el mercado negro en los últimos años, pero ahora se les acusa de adoptar un enfoque laxo con respecto a la exportación de los ingredientes químicos a los superlaboratorios dirigidos por los cárteles de la droga de México y los traficantes de Estados Unidos.

La última ronda de investigaciones sobre el fentanilo, dirigida por la Administración para el Control de Drogas (DEA), Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y otras agencias federales, dio lugar a tres acusaciones en el sur de la Florida y cinco acusaciones en la Florida Central, dijeron las autoridades.

“Esto es solo el inicio de nuestra lucha”, dijo en un comunicado el fiscal Markenzy Lapointe, con sede en Miami, dando la voz de alarma sobre estos “cocteles poderosos y potencialmente mortales de sustancias controladas”. El fentanilo es la principal causa de muerte por sobredosis de drogas en la Florida, con unas 3,000 víctimas mortales de media en cada uno de los dos años anteriores, de acuerdo con los médicos forenses de los condados y los registros estatales, muy por delante de la cocaína, la heroína y otros narcóticos mortales.

Las acusaciones en el sur de la Florida imputaron a tres empresas chinas y a cuatro funcionarios y empleados por tráfico de fentanilo, tráfico de opioides sintéticos, importación de precursores químicos, estafa al Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) y fabricación y uso de franqueo falso.

Entre los acusados están Hanhong Medicine Technology Company, empresa farmacéutica ubicada en Wuhan, provincia de Hubei, y los ciudadanos chinos Changgen Du, de 30 años, y Xuebi Gan, de 28, acusados de exportar grandes cantidades de sustancias químicas y aditivos de fentanilo a narcotraficantes de Estados Unidos y México.

También fueron acusados Jiangsu Bangdeya New Material Techonology Company, una empresa farmacéutica situada en Jiangsu, China, y su propietario, Jiantong Wang, de 40 años, están acusados de anunciarse abiertamente en internet como empresa exportadora de productos químicos de fentanilo para crear una peligrosa mezcla de opioides sintéticos en países extranjeros. Las autoridades dijeron que Bangdeya importó ilegalmente grandes cantidades a Estados Unidos, incluso a un narcotraficante del sur de la Florida.

Otra serie de cargos fueron para Hubei Guanlang Biotechnology Company, empresa química situada en Shijaizhuang, provincia china de Hebei, y el ciudadano chino Wei Zhang, de 28 años, al que se le acusa de gestionar la empresa y una cartera de criptomonedas que acepta pagos por sus ventas de precursores de fentanilo y aditivos opiáceos.

Aunque la República Popular China ha cooperado con el gobierno estadounidense en delitos relacionados con el fentanilo en el pasado, las relaciones entre ambos países se han tensado.

En junio, el DOJ hizo públicas en Nueva York tres acusaciones contra empresas con sede en China y sus empleados por delitos relacionados con el fentanilo, incluida la detención de dos ciudadanos chinos. Las autoridades de Pekín respondieron alegando que DEA había llevado a cabo una operación encubierta, los había “secuestrado descaradamente” en Fiyi y luego se los había llevado a Estados Unidos para juzgarlos, con lo que “socavaba gravemente los cimientos de la cooperación [entre Estados Unidos y China] en la lucha contra el narcotráfico”.