Fear gana con nocaut brutal, pero el Tsunami es aplacado. La jornada agridulce del boxeo cubano en Orlando

Agridulce en extremo. De esta manera ambivalente puede definirse la actuación de dos peleadores cubanos en la cartelera efectuada el viernes por la noche en la pantalla de DAZN desde el Hotel Caribe Royale de Orlando, bajo la copromoción de las empresas Boxlab y Most Valuable, que dirigen Amaury Piedra y Jake Paul, respectivamente.

Si por un lado Dainier Peró exhibió poder y se llevó una victoria por nocaut en el segundo asalto para presentar credenciales en el peso completo, el superligero Orestes “Tsunami’’ Velázquez (8-1, 7 KO) sufrió un enorme retroceso al caer por nocaut técnico en el noveno round.

El fracaso de Velázquez es significativo pues este boxeador cubano había venido dando pasos sólidos y se le consideraba al borde de un salto enorme a lo más granado de su división, pero al ceder ante Julian Smith su equipo deberá repensar la estrategia para encontrar nuevamente el camino a la victoria.

Velázquez intentaba convertirse en el tercer cubano que derrotaba a Smith, quien en sus únicos dos fracasos en los cuadriláteros profesionales había cedido ante Kevin Brown y Raynel Mederos, pero esta vez la fortuna le sonrió al estadounidense.

Smith, quien había prometido no caer más delante de un cubano, controló la pelea de principio a fin y le propinó conteos de protección a Velázquez, quien fue detenido por su equipo de trabajo para que no saliera a combatir en el noveno asalto.

De este modo, Smith -boxeador legalmente sordo del área metropolitana de Chicago- no solo se llevó la victoria, sino que fue firmado en el acto por las dos empresas promotoras para abrir un nuevo compás en su carrera que no parecía ir a ninguna parte tras el par de fracasos ante Brown y Mederos.

A Velázquez se le vio lento, con poco sentido de inteligencia y debió recurrir tanto al recurso del agarre que hasta fue penalizado por el árbitro, lo que para nada recordó a aquel guerrero comprometido con el destino de la pelea hasta sus últimas consecuencias.

EL PERÓ MÁS CHICO LUCE ENORME

Bajo el nombre de “Fear’’, Peró (6-0, 4 KO) enfrentaba a un experimentado Joe Jones (14-10, 10 KO), pero los reportes que llegaban de su campamento al mando del entrenador Bob Santos indicaban que el gigante cubano llegaba en una forma física excelente a este encuentro.

No estaban equivocados esos reportes porque Peró despachó sin muchos problemas a Jones en la primera pelea que realizaba tras firmar un contrato de promoción con Boxlab, empresa que habrá de moverlo de manera inteligente en una división pesada que ha encontrado nueva vida en Arabia Saudita.

Ganador del título en el Mundial Juvenil en el 2016, la Copa Teófilo Stevenson 2018 y el campeonato nacional de Cuba en el 2018 y el 2019, Peró era uno de los mejores amateurs de su generación, al punto de representar a su país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Al igual que su hermano mayor Lenier, Peró escaló hasta lo más alto del pugilismo antillano y en la cita estival de la capital japonesa -a pesar de contar con solo 23 años- cayó en la batalla por la medalla de bronce por decisión dividida contra el estadounidense Richard Tórrez Jr., uno de los más prominentes prospectos de Top Rank.

Con apenas 24 años, Peró aún tiene un tiempo más que suficiente para madurar y unirse a su propio hermano y otras figuras como Frank Sánchez y Luis Ortiz en la búsqueda de una faja mundial que todavía le sigue quedando pendiente al boxeo cubano.