Fauci se va, pero dice: ‘El COVID no ha terminado para nosotros y yo no he terminado con el COVID’

El Dr. Anthony Fauci sabía que lo estaban convirtiendo en un villano de la extrema derecha al principio de la pandemia del coronavirus, cuando la administración del presidente Donald Trump dejó de defenderlo.

Fue el resultado de una serie de decisiones que Fauci mantiene hasta el día de hoy, a pesar de todo el dolor que le ha supuesto: contradecir las declaraciones de Trump de que el virus desaparecería mágicamente y que los medicamentos no probados, como la hidroxicloroquina, eran eficaces.

“Tuve que, por muy doloroso que fuera, contradecir públicamente al presidente”, dijo en una entrevista con McClatchy, en momentos que se prepara para dejar el gobierno a finales de diciembre después de una carrera de cinco décadas y siete presidentes.

“El personal de la Casa Blanca —incluso el personal de Comunicaciones— hizo cosas como una investigación de la oposición sobre mí”, dijo, “y no hubo ninguna reacción por parte de la Casa Blanca. Fue entonces cuando supe que era una señal de que era temporada abierta para criticarme. Y entonces supe que me había convertido en el coco de la extrema derecha”.

Ahora la carrera de Fauci en el gobierno está llegando a su fin, pero su trabajo sobre la pandemia que definió su carrera continuará.

El ex director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas espera escribir y dar conferencias antes de dedicarse a algún proyecto importante tras dejar el gobierno, y espera inspirar a la próxima generación de científicos para que trabajen en el servicio público, a pesar de las pruebas públicas a las que se enfrentó a lo largo de la suya.

“Fundamentalmente, este es un país maravilloso”, dijo Fauci, “con todas las verrugas y todos los defectos que podamos tener, este es un país fenomenal. Y creo en la bondad de la gente, incluso de la gente que se desvía temporalmente de las recomendaciones”.

“Creo que volveremos a la senda correcta”, añadió.

Estado del COVID

Lo que venga después para el principal médico de enfermedades infecciosas del país implicará invariablemente el futuro del COVID-19.

“El COVID no ha terminado para nosotros, y yo no he terminado con el COVID”, dijo. “Es probable que forme parte de lo que tengamos que enfrentar durante muchos años”.

Gracias a la amplia disponibilidad de vacunas y refuerzos contra el COVID —como reactivaciones mejoradas que abordan las variantes predominantes que circulan actualmente—, Fauci dijo que el país está en condiciones de adelantarse al virus.

Sin embargo, los índices de la inoculación de reactivaciones se mantienen bajos en todo el país, y el SARS-CoV-2, el término técnico del COVID-19, todavía puede dar sorpresas, añadió.

“Tendría que ser perfectamente honesto con usted”, dijo Fauci, “siempre existe la posibilidad de que tengamos una variante que sea muy diferente a las de este momento”.

Fauci dijo que la clave del éxito en el futuro será garantizar que las vacunas de refuerzo sigan siendo calibradas con respecto a las variantes predominantes y asegurar que el público siga inoculándose con la frecuencia que necesaria.

El gobierno de Biden afirma que la mayoría de los estadounidenses deberían tener derecho a recibir vacunas de refuerzo una vez al año en el futuro. Pero “eso es para que la gente tenga una cadencia razonable”, dijo Fauci. “Existe la posibilidad —no sé cuál es la probabilidad, es difícil de predecir— de que haya una variante que sea muy diferente, que tengamos que vacunar a todos”.

Dos posibles avances en la investigación de vacunas podrían proporcionar a los expertos en salud pública nuevas herramientas contra futuros brotes.

Los trabajos sobre vacunas pan-SARS-CoV-2, que se dirigirían a una serie de variantes a la vez, son prometedores. “Puede que nunca consigamos una [vacuna] verdaderamente efectiva conra todas las variantes, pero creo que podemos conseguir, con una buena utilización de nuestros avances científicos, una vacuna que tenga una mayor amplitud y profundidad de cobertura, lo que por definición significaría que probablemente cubra todas las variantes”, dijo.

“El siguiente reto”, añadió Fauci, “sería conseguir una vacuna de administración mucosa, que se reciba a través de algún tipo de spray nasal, para proteger las vías respiratorias superiores de la infección”.

“Queremos algo, en última instancia, que evite que uno se infecte, para que no se lo contagie a otra persona”, dijo. “Eso sería un avance importante”.

La investigación sobre vacunas que se aceleró durante la pandemia ya está resultando beneficiosa en la lucha contra otras enfermedades, como el VIH, el virus respiratorio sincitial (RSV), la malaria, la tuberculosis y el cáncer, señaló Fauci.

“Gran parte de la tecnología que se ha usado con tanto éxito con las vacunas contra el COVID ya se está usando para las vacunas contra otras enfermedades importantes”, dijo. “Las tecnologías que resultan exitosas en un esfuerzo o en una enfermedad —en este caso, el COVID— ponen en marcha el mismo tipo de enfoques”.

Pero ninguno de estos avances tendrá importancia a menos que los expertos en salud pública puedan superar el partidismo que los consumió en el transcurso de la pandemia, dijo.

“Ojalá consigamos enderezar el barco de nuevo”, dijo Fauci. “Tenemos que volver a la senda de la unión”.

“No hemos terminado con el COVID”, añadió. “Y ojalá hayamos aprendido lecciones para preparar a la sociedad para la próxima pandemia, que llegará. Quizá no llegue el año que viene, ni en cinco años, ni en 20, ni en 50, quién sabe. Pero realmente queremos seguir siendo conscientes de las lecciones que hemos aprendido.”